Editorial

No al rearme. No al rearme de la OTAN

El rearme que ahora está en marcha es un rearme de la OTAN. Es una imposición norteamericana y está al servicio de los intereses de la superpotencia. Lo que necesitamos es una España y una Europa libres del yugo de EEUU y de las amenazas de Rusia

Para defender su hegemonía mundial, amenazada por el avance de los países y pueblos del mundo, EEUU, a través de la administración Trump, busca imponer lo que no podemos calificar sino como una auténtica dictadura mundial.

Esto es lo que explica todo lo que sucede en el mundo, desde la guerra comercial al criminal acuerdo entre Trump y Putin para desguazar Ucrania, desde los proyectos norteamericanos para anexionarse Groenlandia a los planes de rearme impuestos sobre Europa.

La UE ha aprobado un plan de rearme valorado en 800.000 millones de euros. No responde a los intereses europeos sino que es una imposición norteamericana. Existen amenazas, como la del imperialismo ruso, que Europa debe afrontar. Pero el rearme solo se ha aprobado cuando los dictados norteamericanos, agudizados tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, lo han impuesto. No es el rearme de Europa, es el rearme de la OTAN.

Lo mismo está sucediendo en España. Hasta hace pocos días el gobierno defendía que España llegaría al 2% del PIB en gasto militar paulatinamente, fijando 2029 como fecha. Ahora Pedro Sánchez anuncia que se alcanzará este año, aprobando un aumento del gasto militar de 10.471 millones.

Las razones de este cambio hay que buscarlas en las presiones norteamericanas. En la reciente visita del secretario general de la OTAN, anticipando que España cumpliría con el umbral del 2% “antes del verano”. O en el mandato de un incremento inmediato del gasto militar transmitida en Washington por Scott Besssen, secretario del Tesoro de Trump al ministro español de Economía, Carlos Cuerpo.

No podemos aceptar el rearme que nos pretenden imponer. No podemos acatar un rearme que fortalece a la OTAN y refuerza los planes de Trump.

No puede haber, como pretenden hacernos creer, un “pilar europeo dentro de la OTAN”, donde quien manda es Washington. No es posible, como afirma la UE, defender una “autonomía estratégica de Europa” sometiendo nuestra defensa a los dictados norteamericanos.

El rearme en marcha es una imposición norteamericana y está al servicio de los intereses de la superpotencia. Y la factura que nos obliguen a pagar a los europeos amenaza con ser mayor que la del 2%. La OTAN exigirá en su inminente cumbre alcanzar el 3,5%.

Un aumento del gasto militar que, además de los peligros que entraña para la paz y para nuestra seguridad, previsiblemente va a ir a parar a las cuentas del complejo militar industrial norteamericano.

Ya nos están imponiendo el rearme bajo formas antidemocráticas, para sortear el rechazo social. Aprobando un aumento del gasto militar que compromete nuestras vidas sin pasar por el parlamento, y sin apenas debate.

Y, aunque intenten convencernos de lo contrario, se ejecutar a costa de más recortes. Ya se anuncia que el aumento de gasto militar impedirá los incrementos presupuestarios en gasto social que estaban anunciados. Y en el incremento de 10.471 millones recientemente aprobado se desvía a defensa dinero que debería destinarse a gastos sociales, como el Fondo de Contingencia, dedicado a hacer frente a catástrofes naturales como la DANA.

Hay que decir NO al rearme de la OTAN.

Un plan de defensa europeo realmente autónomo, que responda a nuestros intereses, exige no estar sometido al mando de la OTAN ni a los dictados de EEUU.

Lo que necesitamos no es una Europa que se sume al rearme norteamericano. Sino una Europa que sea un factor de paz en el mundo. Esto exige en primer lugar unirse con los países y pueblos del mundo frente a la dictadura mundial de Trump. Y también enfrentarse a las amenazas que suponen los planes del imperialismo ruso.

Desde Europa hay que decir “NO al trio de la muerte”, compuesto por Trump, Putin y Netanyahu.

Exigiendo en Palestina un alto el fuego definitivo, y una paz justa desde la solución de los dos Estados. ¡Ni terrorismo ni genocidio!

Denunciando en Ucrania la invasión imperialista rusa, apoyando al pueblo y al país invadido, Ucrania, también con una ayuda militar que le permita defenderse. Y enfrentándose a los intentos de Trump y Putin por repartirse el país.

Estamos en un momento decisivo. Es la hora de decir alto y claro:

¡No al rearme!

¡No al rearme de la OTAN!