Ante la invasión rusa

¡No a la guerra! ¡Putin fuera de Ucrania!

Al desatar la invasión de Ucrania, Putin está amenazando la paz mundial, provocando una guerra que deja ya un rastro de sangre y desestabilización. Quien, bajo cualquier argumento, justifique la invasión rusa está defendiendo al imperialismo, la peor pandemia jamás sufrida por la humanidad.

Decir hoy “¡No a la guerra!” es denunciar la invasión rusa de Ucrania, es solidarizarse con el pueblo ucraniano.

No podemos aceptar que Moscú ocupe militarmente un país soberano, pretenda derrocar con tanques y misiles a su gobierno, o imponga por la fuerza la amputación de una parte del territorio ucraniano.

La agresión imperialista rusa ya está provocando muerte y destrucción, y una crisis humanitaria con cientos de miles de refugiados.

España debe impulsar que la UE, desde una posición autónoma de EEUU, trabaje para detener las agresiones de Moscú, alcanzando una paz que proteja a los ucranianos y defienda sus intereses.

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Solidaridad con Ucrania

La guerra ha vuelto al corazón de Europa. Al desatar la invasión de Ucrania, Putin está amenazando la paz mundial, provocando una guerra que deja ya un rastro de sangre y desestabilización.

El jueves 24 de febrero, las tropas rusas acantonadas en la frontera -hasta 190.000 soldados- entraban en territorio ucraniano. A la invasión terrestre se le sumaba el lanzamiento de misiles sobre aeropuertos, instalaciones militares y algunas ciudades.

La imagen de un misil ruso impactando contra un bloque de viviendas en Kiev, o la de un tanque de Moscú aplastando un coche sin esperar a que su conductor civil pudiera abandonarlo, expresan la criminalidad de la ocupación rusa. La visión de familias enteras refugiándose en el metro de Kiev son idénticas a las de los madrileños que se protegían en refugios del cerco del ejército fascista en 1936.

Primer cartel de Unificación Comunista de España contra la invasión rusa de Ucrania

Gestado en las entrañas del KGB, Putin representa la peor tradición del imperialismo ruso. Como cualquier imperialismo, intenta justificar su actuación criminal. Afirmando que busca liberar a Ucrania del “gobierno nazi” de Kiev o “defender la independencia” de las regiones del Donbass.

Miente. Quien hoy ocupa el lugar de los nazis que invadieron Ucrania es Putin. Y es Moscú quien creó en 2014 una insurgencia “independentista” en el Donbass, no para “liberar a un pueblo oprimido” sino para dominar mejor un país fragmentado.

La ONU ya cuantifica en 380.000 el número de refugiados actuales, anunciando que la cifra puede escalar hasta los cinco millones. Y la ocupación de las principales ciudades del país, especialmente la capital, Kiev, donde las tropas rusas están encontrando una feroz resistencia, puede anunciar una carnicería.

La seguridad de Europa, frente a la escalada de las agresiones imperialistas de Moscú, no va a venir de un reforzamiento de la presencia militar norteamericana. Y la ampliación de la OTAN hacia el este europeo no es un factor de paz, sino todo lo contrario.

Pero hoy la única posición justa es denunciar la injustificable invasión por parte de Moscú de un país soberano. Todos los demócratas y amantes de la paz, y a la cabeza los comunistas y revolucionarios, debemos manifestar nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano y defender la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.

Quien, bajo cualquier argumento, justifique la invasión rusa está defendiendo el imperialismo, la peor pandemia jamás sufrida por la humanidad.

Se ha levantado ya un movimiento contra la guerra y en solidaridad con Ucrania en todo el planeta. También en Rusia, donde en 53 ciudades miles de ciudadanos se manifestaron valientemente contra la invasión de Ucrania, a pesar de la feroz represión lanzada contra ellos por el gobierno.

Todos los demócratas y amantes de la paz, y a la cabeza los comunistas y revolucionarios, debemos denunciar la invasión rusa y solidarizarnos con Ucrania, defendiendo su soberanía e integridad territorial

Todas las fuerzas políticas en España han cerrado filas denunciando la invasión rusa. Pero hay una excepción: los “amigos de Putin” en España están representados por Vox, que hace muy pocos días organizó en Madrid una cumbre de las principales fuerzas de la ultraderecha europea… todas ellas, incluyendo Vox, han manifestado su simpatía hacia Putin.

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Una alternativa frente a la guerra

Exigimos la detención inmediata de la ofensiva militar rusa contra Ucrania, especialmente su intención de ocupar ciudades como Kiev, atacando a la población civil.

Reclamamos la retirada de todas las tropas de Moscú que han entrado en Ucrania.

Rechazamos el reconocimiento ruso de la independencia de las repúblicas del Donbass, sembrando división y enfrentamiento. Nadie puede desgajar una parte de otro país por la fuerza.

Solo desde estas premisas es posible que la diplomacia pueda hallar una solución negociada. Hay que detener la guerra, pero una paz justa debe en primer lugar ayudar y proteger a Ucrania.

España debe ser un factor de paz. Esto exige no participar en la guerra. Los soldados, buques y aviones españoles desplegados en el este de Europa bajo mando de la OTAN no pueden formar parte de ninguna actividad ofensiva.

Pero eso no significa abandonar a su suerte a Ucrania. España debe practicar una neutralidad activa. Denunciando la invasión rusa y respaldando al pueblo ucraniano.

La UE debe mantener una posición autónoma de EEUU, trabajando para detener la guerra con una paz que proteja los intereses de los ucranianos

Los europeos sufrimos las consecuencias de esta guerra, y debemos encabezar la solución que la detenga. Ello exige que la UE mantenga una postura autónoma. Si los 27 son una mera “correa de transmisión” de la posición de EEUU, y solo podemos actuar a través de la OTAN, no podremos jugar un papel activo. España debe encabezar que la UE tenga una voz propia para una solución al conflicto y jugar un papel de intermediación manteniendo abiertas todas las vías diplomáticas que lleven al cese de la agresión y la paz en la región.

Desde aquí apoyamos:

-Las medidas económicas que puedan contribuir a detener a Putin.

Las sanciones económicas contra bancos, instituciones y oligarcas rusos aliados del Kremlin, embargando sus bienes o impidiéndole el acceso al sistema de pagos internacional, o la congelación de los activos del Banco Central ruso en el extranjero, dificultan a Moscú mantener el esfuerzo económico que sostenga la guerra.

-El envío urgente a Ucrania de ayuda humanitaria y la acogida de los refugiados que huyen de la guerra.

El gobierno español debe ofrecer a Ucrania toda la ayuda humanitaria: sanitaria para atender a los heridos, acciones para garantizar bienes básicos a la población…

Y todos los países de la UE deben acoger de forma inmediata a los refugiados: agilizando los trámites para concederles asilo, proporcionándoles ayuda y habilitando corredores humanitarios para facilitar su evacuación.

Reclamamos el envío urgente a Ucrania de ayuda humanitaria a Ucrania y la acogida de los refugiados que huyen de la guerra

-Instar al gobierno español a que tome medidas para proteger a nuestro país, especialmente a los sectores más débiles, del impacto económico de la guerra.

Hemos de tomar medidas contra la escalada de la inflación, a causa del aumento de los precios del gas o el petróleo. Y que recortan unos salarios que están entre los más bajos de Europa.

El gobierno español ha de blindar sectores estratégicos, como el de la energía. Es el momento de reducir nuestra dependencia energética del exterior, que nos condena a sufrir en mayor medida shocks como el actual.

Actuando para garantizar las reservas de materias primas esenciales, cuyo suministro puede verse afectado.

-Defender que la UE trabaje por una solución negociada basada en los Acuerdos de Minsk de 2015, que permita alcanzar una paz estable respetando los intereses de Ucrania.

Rusia y Ucrania firmaron en 2015 los Acuerdos de Minsk para cerrar la guerra abierta en el este del país. Allí se establecía la desmilitarización de la zona, retirando las tropas extranjeras, se concedía una amplia autonomía a las regiones del Donbass, acompañado del acuerdo tácito para que la entrada de Ucrania en la OTAN no figurara en la agenda política a cambio de que Rusia respetara la integridad territorial del país.

Estos Acuerdos de Minsk son una base que permite alcanzar una paz justa, abriendo la puerta a rebajar la tensión en la zona sin que eso signifique seguir ampliando la OTAN hacia el este.

¡No a la guerra!

¡Retirada de las tropas rusas de Ucrania!

¡Solidaridad con el pueblo ucraniano!