Nerea y Martina. Así se llaman las dos niñas, de tres y seis años de edad, que fueron asesinadas la madrugada del 25 de septiembre a manos de su propio padre, antes de que éste cometiese suicidio. Este es el último caso de violencia de género a través de los hijos, que ha conmocionado a todo el país.
Centenares de personas se reunieron en la Plaza Mayor de Castellón, a mediodía, nada más saberse la noticia, para condenar el asesinato de las niñas. Posteriormente, se realizó otra concentración delante del ayuntamiento por la tarde. Tal es la repercusión y el dolor que ha causado el crimen en la sociedad que hasta el rey se ha tenido que pronunciar, condenando públicamente el asesinato.
Y el dolor se vuelve en indignación cuando se descubre que el crimen podía haberse evitado. Habiéndose separado del criminal hacía ya un año, Itziar (nombre de la madre) había solicitado en febrero protección para ella y sus hijas, solicitando que su exmarido no pudiese acercarse a ninguna de las tres a menos de 250 metros de distancia.
Sin embargo, la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Castellón rechazó la petición de Itziar, afirmando que no percibía una “situación objetiva de riesgo”. La jueza denegó la orden de alejamiento pese a existir dos procedimientos, uno derivado de un parte médico y otro de amenazas, contra el difunto asesino.
Con este caso, ya son 27 los niños asesinados en casos de violencia de género, desde que se empezó a hacer registros en 2013. En este año, además de Nerea y Martina, un menor de nueve años fue asesinado en abril, en la localidad de Balerma (Almería) a manos de su padre. Y existen dos menores asesinados, aunque todavía no se contabiliza en el registro por estar todavía abierta la investigación.
El asesinato de niños como venganza hacia la mujer no es por desgracia nada nuevo, y forma parte de la violencia machista. Un crimen de lo más cobarde, al atentar contra los más indefensos. Es necesario reforzar la legislación y la forma en que se aplica por los jueces de manera contundente, para que casos como este no se vuelvan a repetir nunca más.