¿Quién es Neftalí Bennet, el nuevo premier que hasta 2023 copresidirá con los centristas de Yair Lapid el gobierno de Israel?
No hace mucho tiempo que Naftalí Bennett era un estrecho aliado de Netanyahu, incluso -si eso puede existir en la política israelí- un amigo del halcón del Likud. No por nada fue su jefe de gabinete durante dos años, antes de enfrentarse por enigmáticos motivos.
Aunque nacido en una Haifa, hijo de inmigrantes procedentes de San Francisco, pasó parte de su infancia en Estados Unidos y habló inglés con acento made in USA. Lleva kippá (el gorrito de los judíos ortodoxos) y militó en Bnei Aktiva, una organización juvenil sionista y religiosa, pero en economía es mucho más afín al pragmatismo ultraliberal: defiende la reducción drástica de gastos públicos y de impuestos.
Sus fortísimos vínculos con EEUU no solo son familiares o biográficos, sino de millones de dólares. En 1999 creó Cyota, una start-up dedicada a la ciberseguridad, que vendió luego en 2005 a RSA Security, una empresa estadounidense, por 145 millones de dólares. Una operación de compraventa de este tipo no sólo procura mucho dinero en la cuenta corriente, sino relaciones privilegiadas con importantes nódulos de la clase dominante norteamericana o con poderosos aparatos de inteligencia del Estado norteamericano, como la Agencia de Seguridad Nacional.
«Yo he matado a muchos árabes y no tengo ningún problema con eso. También a los niños, porque no son niños, son terroristas»
De ideas que muchos de sus rivales laboristas en la Knésset no han dudado en tildar de «nacionalismo delirante que huele a fascismo», Bennet siempre se ha vanagloriado de haber «matado a muchísimos árabes» «Yo he matado a muchos árabes y no tengo ningún problema con eso. También a los niños, porque no son niños, son terroristas», llegó a declarar. En 2010 se convirtió en el líder del Consejo Yesha, que defiende de forma intransigente a los colonos israelíes en Cisjordania, y que promueve la ampliación de los asentamientos por métodos legales e ilegales.
Y de hecho, Bennett considera que «no hay territorios ocupados porque jamás fueron de Palestina» y se opone a que se establezca el Estado palestino. Para el nuevo primer ministro israelí, el «problema palestino» debería resolverse de una vez anexionando al menos dos terceras partes de Cisjordania.
Bennet no está sólo en sus llamamientos al genocidio del pueblo palestino. «Detrás de cada terrorista palestino se encuentran sus madres. Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán serpientes más pequeñas», ha llegado a decir Ayelet Shaked, de su mismo partido y nueva Ministra del Interior de Israel.
Este es el nuevo sicario de Washington, al frente del gendarme sionista.