La dimisión en julio del Consejero de Educación, Constantino Sotoca, representaba para el STERM el fracaso absoluto de una política que encarnan los mayores recortes de la democracia y la pérdida de las mejoras en el sector de los últimos 20 años. Con el nuevo consejero, Pedro Antonio Sánchez, las cosas no sólo no han mejorado sino que van a peor.
Denuncian que en el nuevo curso escolar no hay ni profesores ni unidades en la pública para todos los alumnos de la Comunidad; frente a esto en algunos casos se les ha ofertado enseñanza privada con el coste que conlleva. En segundo lugar, el retraso sistemático de profesorado enfermo, el aumento de ratio, la eliminación, en los hechos, de profesores de apoyo para niños con dificultades, y la disminución para educación de adultos o para alfabetización y español para extranjeros. El curso ha comenzado con un despido del 20% del profesorado y una situación de hacinamiento con clases de más de 40 alumnos en algunos pueblos de la Región.El curso ha comenzado con un despido del 20% del profesorado y hacinamiento con clases de más de 40 alumnos
Desde distintos movimientos educativos se ve la intención de extender tabletas informáticas y enseñanza de alemán en secundaria como cortinas de humo que en realidad no se cumple. ¿Cómo se va a cumplir si hay institutos que ni siquiera tienen profesorado para esas plazas?
Colectivos cercanos al sector universitario denuncian como en Murcia es especialmente caro el acceso a la universidad. Las tasas de secundaria han subido en esta comunidad un 120%. El título de bachillerato cuesta 50,90 euros; hacer la selectividad 76,82 euros más 17,71 por cada materia optativa. Pero debido al alza de la nota de corte muchos alumnos optan por presentarse a 4 asignaturas optativas, aumentando así el coste.
Se puede sentir como la degradación de la educación va afectando a toda la geografía Murcia, y como se ceba especialmente con los sectores más populares de la sociedad y más afectados por la crisis y el paro.
El próximo 24 hay sobradas razones para ir a una Huelga General desde la unidad de todos los sectores, único camino para que retrocedan los recortes educativos.