Se llamaba John Felipe Romero Meneses. Formaba parte del contingente de tropas españolas desplegadas en Afganistán. Murió en un ataque al convoy en el que participaba. Su funeral se ha celebrado en Barcelona. Su familia y su novia viven en Mollet del Vallí¨s, a unos 20 kilómetros de Barcelona. Son inmigrantes que proceden de Colombia. Su muerte no se ha producido por defender la independencia de España, sino por defender los intereses estadounidenses, intereses de una potencia hegemónica y de su ofensiva militar en esa zona geográfica.
La grave consecuencia de que troas españolas estén en Afganistán y de que están para defender los intereses estadounidenses y para apoyar la ofensiva militar de Estados Unidos es que los españoles lo estamos pagando con sangre y, destacadamente, con sangre que proviene de los inmigrantes, que se han convertido en una ‘nueva carne de cañón’. La proporción de inmigrantes en el ejército español se sitúa en torno al 10%, sin embargo, los inmigrantes muertos en operaciones militares supera el 40%. John Felipe Romero Meneses llegó a España hace tres años dentro del proceso familiar de reagrupamiento. El padre lleva nueve años en España. John Felipe Romero Meneses ingresó en el Ejército tan sólo un mes después de aterrizar en España. “No había muchas más opciones”, ha sentido la necesidad de explicar su hermana, “se fue con muchos de sus amigos colombianos para Afganistán. Venimos de un país violento. Pero ha sido en España donde la violencia nos ha alcanzado a nosotros”. Zapatero está implicando cada vez más a nuestro país en la estrategia militar estadounidense y, en particular, en la guerra de Afganistán, un conflicto bélico cada vez más sangriento y con crecientes matanzas de civiles calificadas de “efectos colaterales”. Cuando lo que más necesita España es la capacidad de decisión independiente para defender la paz y los intereses de los ciudadanos de nuestro país en un mundo cambiante, el del ocaso imperial y las nuevas potencias emergentes.