«Merkel preguntó por el calendario de primarias en el PSOE y coincidió implícitamente con Emilio Botín en el sentido de que si no hay elecciones anticipadas -lo que ella habría deseado hace tiempo-, lo mejor era que Zapatero hubiera retrasado el debate sucesorio. Ella sabe que, aunque de momento no se está produciendo el temido contagio de la crisis financiera de Portugal a España, el riesgo no ha desaparecido.»
Merkel y Rajoy hablaron de Alfredo Pérez Rubalcaba y de Carme Chacón. La canciller mostró que sabía más del oderoso vicepresidente primero que de la joven ministra de Defensa, pero su preocupación es la misma: que cualquiera de ellos obstaculice el rumbo emprendido por España. Tras las primarias está prevista una larga bicefalia en el PSOE hasta los comicios de 2012 y el candidato socialista tendrá que poner un acento más social y populista, que entorpecerá que el presidente tome las medidas adicionales de ajuste que serán necesarias, vista la evolución de la recaudación y el descontrol autonómico. (EL MUNDO) LA VANGUARDIA.- El viceprimer ministro chino, Li Keqiang, que visitó nuestro país en enero pasado, ha calificado a España como el mejor amigo de China en la Unión Europea. No es la primera vez que los dirigentes chinos expresan su apoyo a España. En los momentos más críticos de la crisis de la deuda, hace unos meses, dieron un importante espaldarazo a nuestro país al expresar públicamente su confianza en la economía española y su decisión de incrementar sus compras de deuda pública, como así han hecho. En 2009 la inversión china en títulos públicos españoles era de 6.000 millones de euros y en la actualidad, según datos del Gobierno, se eleva a 25.000 millones. Opinión. El Mundo Por qué Merkel preguntó a Rajoy sobre las primarias del PSOE Carlos Segovia La canciller teme que la bicefalia del partido socialista frene u obstaculice las medidas de ajuste que Zapatero aún deberá emprender para evitar definitivamente el contagio de Portugal. Rajoy defendió en Berlín que ser austero no es de alemanes, sino de sensatos «¡Por fin sin cámaras!» La canciller alemana, Angela Merkel, estaba deseando que desaparecieran los compañeros de la prensa gráfica y audiovisual para poder poner su pierna izquierda encima de un taburete en su reunión con Mariano Rajoy. Lo recibió el pasado lunes en Berlín recién operada de menisco y no quería ofrecer imágenes tipo George W. Bush de piernas encima de la mesa y menos ante el gallego, compañero suyo del Partido Popular Europeo. Alemania está deseando que haya dirigentes políticos serios en el manirroto sur de Europa y con ese cartel se presentó ante ella el líder del PP. En su conferencia posterior en Berlín, Rajoy defendió que una política económica austera y ortodoxa no es de alemanes, sino de cualquier dirigente sensato. La conversación superó los 50 minutos y la canciller se interesó por el calendario político español. Rajoy le fue explicando el panorama. Al PNV y a CiU les interesa, en principio, que Zapatero agote el mandato. Quieren que el PSOE recupere terreno, porque unas elecciones anticipadas darían mayoría absoluta al PP y los nacionalistas no rascarían bola hasta, al menos 2016. Merkel preguntó por el calendario de primarias en el PSOE y coincidió implícitamente con Emilio Botín en el sentido de que si no hay elecciones anticipadas -lo que ella habría deseado hace tiempo-, lo mejor era que Zapatero hubiera retrasado el debate sucesorio. Ella sabe que, aunque de momento no se está produciendo el temido contagio de la crisis financiera de Portugal a España, el riesgo no ha desaparecido. Ya ha vuelto a superar la prima de riesgo los 200 puntos básicos y el vendaval arreciará en cuanto ZP muestre relax en las reformas y ajustes presupuestarios de su último año de mandato. Merkel y Rajoy hablaron de Alfredo Pérez Rubalcaba y de Carme Chacón. La canciller mostró que sabía más del poderoso vicepresidente primero que de la joven ministra de Defensa, pero su preocupación es la misma: que cualquiera de ellos obstaculice el rumbo emprendido por España. Tras las primarias está prevista una larga bicefalia en el PSOE hasta los comicios de 2012 y el candidato socialista tendrá que poner un acento más social y populista, que entorpecerá que el presidente tome las medidas adicionales de ajuste que serán necesarias, vista la evolución de la recaudación y el descontrol autonómico. A Zapatero le preguntaron por el mismo problema en su gira china los inversores orientales. Si se produce este fiasco con la bicefalia y España es machacada por los mercados, terminará necesitando ayuda financiera y dejará tiritando al fondo europeo de rescate, cuyo primer contribuyente es Alemania. Eso supondría desestabilizar el euro y a la banca alemana, gran financiadora del boom inmobiliario español. La líder de la CDU no sólo se mostró preocupada por las cuentas de España y el descomunal paro juvenil, sino también por su sector financiero. Aunque ella habló en alemán con intérprete, sí empleó una palabra en castellano ante Rajoy. No fue «buenos días» o «fiesta», sino «cajas». Sí, la canciller se ha aprendido cómo se llama la mitad del sistema bancario español en el que el Banco de España sigue intentando tapar agujeros sin que se note, frente al creciente recelo de Moody’s y Standard&Poor’s. Merkel no criticó a Zapatero en la reunión. Hay unos códigos no escritos de comportamiento entre los jefes de gobierno europeos y, además, la consigna del eje franco alemán desde la caída de Portugal es que todo dirigente del euro hable bien de la economía española para dormir a los mercados. Como dicen en privado ministros de Economía, como el sueco Anders Borg y el polaco Jan-Vicent Rostowski, «la satisfacción que muestran en público Merkel y otros líderes europeos con respecto a España no es del todo real (…) es necesario mostrar apoyo al presidente español no sólo para proteger España ante los mercados, sino la Eurozona». Merkel reconoce que Zapatero ha tomado medidas que no se habría imaginado de él hace un año, pero también cree que no debe echar las campanas al vuelo. «Du sollst den Tag nicht vor dem Abend loben» (No elogies lo bien que te ha ido el día hasta que llegue la noche), dijo Merkel a Rajoy cuando comentaban hasta qué punto España está ya a salvo. El gallego se fue a ver después al ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schäuble. El amo de llaves del fondo europeo de rescate explicó al líder popular los problemas crecientes de opinión pública que tiene en Alemania para financiar los problemas de los países del sur. Y admitió que él tiene también su propio problema de cajas. Fue elegante y no mencionó que la diferencia es que él puede rescatarlas sin despeinarse y sin necesidad de ir a China. Rajoy invitó a Schäublea participar en un acto de precampaña en España el próximo otoño y el alemán, que considera «frustrante» el ritmo de reformas de Zapatero, aceptó. Aunque Merkel quiere máxima estabilidad en España, no insinuó a Rajoy que intente una «gran coalición» con el PSOE al estilo alemán. En España no se estila, aunque a los empresarios les encantaría. No hay más que ver cómo ha gustado esta semana en la alta clase empresarial catalana que Felipe González y Miquel Roca escriban juntos un libro sobre Cataluña en el que, por cierto, ponen a caldo a Merkel por su falta de liderazgo. También la patronal madrileña ha felicitado al ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui y a los diputados del PP Vicente Martínez Pujalte y Ana Torme por escribir juntos un libro sobre responsabilidad social de las empresas. Bonitas iniciativas, pero por no haber, no hay ni perspectiva de «gran coalición» entre Rubalcaba y Chacón. ******************************************** Opinión Obligados a arrasar Victoria Prego Él sigue pero, a efectos de las estrategias electorales de socialistas y populares, es como si ya se hubiera ido. El anuncio del presidente del Gobierno de no repetir como candidato electoral ha tenido como primera consecuencia que los sondeos realizados hasta el 2 de abril se den por no válidos en ambas sedes: Génova y Ferraz. En el PP se coincide con los estrategas del PSOE en que todos los sondeos de que disponían hasta ese día, y que eran tan espectacularmente buenos para los populares que hasta les daban miedo a ellos mismos, van a ser sometidos a revisión con el nuevo panorama. Ahora mismo los dos partidos están haciendo sondeos nuevos. Por lo que a los socialistas se refiere, necesitan volver a pulsar a los suyos para comprobar si era fundada su esperanza de que la difuminación de la figura del líder les atrajera al cesto electoral más papeletas de las que tenían en principio aseguradas. Y para saber también hasta qué punto eran ciertas las afirmaciones de algunos barones socialistas que han sostenido durante meses que la sombra de Zapatero mermaba sus posibilidades electorales. Ahora se les ha acabado la excusa porque su petición ha sido atendida y ya no hay justificaciones que valgan. Y es que no es descartable que los cálculos de los barones del PSOE sean erróneos, porque lo más probable es que en las urnas municipales de las grandes ciudades españolas y en todas las urnas autonómicas el voto que se deposite el 22 de mayo tenga un enorme componente de tipo nacional y que lo que allí se respalde o se castigue sea, además de la gestión del candidato más próximo -alcalde o presidente autonómico- la actuación del Gobierno con Zapatero a la cabeza. No es lógico pensar que los electores se van a olvidar de lo pasado en esta legislatura y van a hacer abstracción de lo vivido para reducir el ámbito de su decisión a lo más inmediato. Eso podrá suceder, sin duda, en las localidades pequeñas, pero no en las grandes. Y, si esto ocurre así, los líderes territoriales del PSOE que han estado clamando contra la sombra de un padre que les restaba libertad y les cerraba el horizonte se pueden encontrar con el mismo castigo que antes temían pero sin coartada tras la que refugiarse. Dicho por uno de los altos responsables socialistas: «Zapatero comunicó su decisión precisamente para eso, para que las municipales y autonómicas lo sean de verdad». Y ahí están de acuerdo los populares: «ZP ha convertido los comicios del 22 de mayo en un asunto interno: a ver cuánto pesan los líderes autonómicos y municipales». Para contrarrestar ese objetivo, los líderes del PP se han ratificado en la estrategia de comunicación política diseñada para la campaña del 22 de mayo. Su pretensión es exactamente la contraria que la que tiene el PSOE: quieren lograr que el presidente del Gobierno se mantenga como protagonista de la vida política y que la controversia siga siendo de ámbito nacional. Para el Partido Popular es imprescindible que la gestión de Zapatero y el juicio que merece a los ciudadanos no pase a un peligroso segundo plano. Y, para eso, los dardos que hayan de lanzar los líderes populares, incluidos sus principales candidatos, se cuidarán mucho de dejar fuera del campo a quienes parecen estar en la carrera de sucesión del presidente. En el PP no están dispuestos a otorgar el mínimo protagonismo a los aspirantes a participar en la carrera sucesoria -de momento, Rubalcaba y Chacón– quienes, por supuesto sin decirlo, van a aprovechar los actos previos a los comicios para promocionar sus respectivas opciones de cara a las primarias del verano. En Génova sólo se quiere como adversario a ZP. Ahí es donde creen los responsables de la campaña que está su particular cuerno de la fortuna, el grifo político más generoso para conseguir avances electorales. Resumido por uno de los responsables populares: «Nos interesa nacionalizar el debate». Pero lo cierto es que ninguno de los dos partidos espera lograr un vuelco electoral en las municipales. Por espectaculares que sean las encuestas que tiene ahora mismo el PP, sus dirigentes recuerdan que históricamente las victorias en los comicios locales se han producido por una estrechísima diferencia y por un puñado de votos. Y los socialistas coinciden con ellos en que desde 1999 el mapa municipal está muy estabilizado. En esta partida de elecciones locales se juegan plazas simbólicas como Sevilla o Barcelona, pero no se juega la victoria con mayúsculas. Donde de verdad se están jugando partidas importantes, aquéllas que darán a la opinión pública una idea clara de quién ha sido el vencedor que se encamina con paso seguro a las elecciones de 2012, es en las autonómicas. Es el mapa de los colores que los medios de comunicación prepararán en cuanto se hagan públicos los resultados lo que importa de verdad en la sede de ambos partidos. «Si casi todo es azul, habremos ganado», dicen en Génova. Pero para que casi todo sea azul, el PP necesita consolidar las plazas que ya tiene -Valencia, Murcia, Castilla y León- pero, sobre todo, ganar en Castilla-La Mancha, la plaza más determinante donde, dicen ellos, «hemos puesto todo lo que tenemos» y donde esperan lograr una ventaja suficiente que haga caer de su lado los escaños que dan la mayoría absoluta, el poder y la victoria. Los del PP sienten que están obligados a vencer en esa plaza, de la que ellos mismos han hecho la madre de todas las contiendas electorales. Y es verdad que ahí va a estar la clave para la interpretación final de sus resultados. Si ganan allí, se entenderá que han arrasado. También está Extremadura, pero ésa es una batalla más difícil para el PP porque el PSOE tiene un gran candidato, Fernández Vara. Así que «Extremadura no va a ser azul», dicen contundentes en Ferraz. Podrían serlo Baleares y quizá Aragón, donde el PP cuenta con pactar para lograr el gobierno. Pero es que el PSOE cuenta con eso mismo. ¿Y Asturias? Asturias se ha convertido en una apasionante incógnita. «Si nosotros tenemos un voto más que Cascos», dicen en el PP, «gobernaremos, pero si Cascos tiene un voto más que nosotros, lo tendremos crudo». En este momento, en Génova no se contempla ni por lo más remoto la idea de poner sus escaños a disposición de Cascos para hacerle presidente del Principado. Aunque también sería cosa de ver que el antiguo secretario general del PP presidiera Asturias con apoyo socialista. En este punto, los sondeos de PP y PSOE discrepan de manera radical. «Cascos está fortísimo», dicen en el PSOE. «Cascos se debilita por días», dicen los populares. El panorama parece ahora más ajustado que hace un mes. El vuelco electoral que los medios auguraban al PP a día de hoy no está claramente garantizado. El riesgo es que al final la montaña acabe pariendo un ratón. Y eso sí que se leería como todo un fracaso. EL MUNDO. 18-4-2011 Editorial. La Vanguardia La alianza entre China y España LA estrategia de la diplomacia española para afianzar el apoyo financiero y las inversiones de China, convertida ya en la segunda potencia mundial, es muy acertada, al igual que lo es el esfuerzo por reforzar las buenas relaciones políticas entre ambos países. El viaje que acaba de realizar el presidente Zapatero a China –el cuarto desde que es presidente– es un paso fundamental para la consolidación de ese proceso. El viceprimer ministro chino, Li Keqiang, que visitó nuestro país en enero pasado, ha calificado a España como el mejor amigo de China en la Unión Europea. No es la primera vez que los dirigentes chinos expresan su apoyo a España. En los momentos más críticos de la crisis de la deuda, hace unos meses, dieron un importante espaldarazo a nuestro país al expresar públicamente su confianza en la economía española y su decisión de incrementar sus compras de deuda pública, como así han hecho. En 2009 la inversión china en títulos públicos españoles era de 6.000 millones de euros y en la actualidad, según datos del Gobierno, se eleva a 25.000 millones. Las autoridades chinas, durante el viaje del presidente Zapatero, han renovado su voluntad de seguir invirtiendo en España con nuevas compras de deuda pública y, sobre todo, con la posibilidad de que sus fondos y empresas puedan entrar en las cajas de ahorro para contribuir a su recapitalización. No se sabe si serán los 9.000 millones que dijo el presidente Zapatero, en un acto de indiscreción política que podría haberse evitado, pero de lo que apenas hay dudas es que España puede seguir contando con el apoyo financiero del gigante asiático. Y eso es una ayuda fundamental para nuestro país en estos momentos. Para China, asimismo, puede ser de interés estratégico el hecho de tomar posiciones en el sistema financiero europeo a través de las entidades de ahorro españolas. España se ha comprometido, por boca del presidente Zapatero, a ser la aliada de China en sus relaciones con la Unión Europea y abogar para que sea considerada como una economía de mercado. De esta forma, China dejaría de estar penalizada con aranceles más elevados de los normales. Pero nuestro país también aspira a facilitar a China sus relaciones con Latinoamérica, continente en el que pretende ampliar su creciente presencia económica. La nueva etapa de amistad chinoespañola, al margen de los puntuales apoyos financieros y políticos, debería sustentarse en una colaboración comercial y empresarial intensa. En este sentido, España debería implementar y desarrollar una estrategia público-privada, mucho más ambiciosa que la actual, para incrementar las exportaciones y la presencia de empresas en China, que es el mercado más grande y de mayor crecimiento del mundo. El potencial de expansión que las empresas españolas tienen en China es enorme, pero apenas está explorado. Y el momento de hacerlo es ahora. China no sólo nos aporta dinero sino que nos ofrece también la oportunidad de ganarlo y de compensar el elevado desequilibrio comercial existente. El presidente chino, Hu Jintao, en su discurso en el Foro de Boao (el Davos asiático), donde Zapatero ha sido el único europeo invitado, ha renovado su voluntad de abrir su país al mundo, de dar mayor importancia a las importaciones y de lograr acuerdos equilibrados con sus socios. España debe aceptar el reto. LA VANGUARDIA. 18-4-2011