La CECA, organismo que agrupa a todas las cajas de ahorro, ha hecho público que las 45 entidades que aglutina ganaron 4.426,2 millones, un 34% menos que en 2008. Pero la CECA ha excluido de sus datos a las dos entidades que están subordinadas al Fondo de Garantía de Depósitos: Caja Castilla La Mancha y Cajasur. Añadiendo sus pérdidas conjuntas de 946 millones, el beneficio de las cajas se quedaría en 3.480 millones, un 49% inferior a 2008, similar al año 1999. Pero que, a pesar de haber ganado menos, las castas burocráticas locales siguen controlando todos los fondos financieros que como organismos públicos las cajas deberían utilizar para promover el desarrollo productivo de las distintas regiones españolas. Sin embargo, son recursos públicos que se sustraen, que no se destinan a enfrentar la grave crisis económica y a generar, mediante la inversión productiva en la pequeña y mediana empresa, un cambio en el modelo económico.
Son las castas en estado químicamente uro, castas que tienen como base económica las cajas, castas que fusionan los aparatos regionales de los distintos partidos “nacionales”, los sectores económicos beneficiados, las cúpulas sindicales asimiladas, las entidades sociales subvencionadas… llegando a formar una extensa clase social endogámica donde se llegan a alcanzar acuerdos aparentemente contra natura política. Porque las castas se fusionan orgánicamente en las cajas. Pero Quintás, que se despide como presidente de las cajas, ha arremetido contra el Banco de España, criticando que todas las ayudas a las cajas con problemas se estén condicionando a la realización de fusiones, “parece que en el Banco de España quieren fusionar cuantas más cajas mejor, sin mirar la eficiencia. No sé por qué este país tiene que ser el primero del mundo en el que desaparezca la banca pequeña”. Las palabras de Quintás son expresión del dominio cuasi omnipotente que han adquirido las castas burocráticas en sus “territorios”. Pero el Banco de España, que defiende los intereses de la gran banca, considera que las cajas afrontan una grave situación con caída de beneficios y alta morosidad, y que deberán fusionarse a corto plazo. Por lo que están aflorando agudas contradicciones entre la gran banca y las castas en su lucha por quitarse clientes y hacerse con su dinero. Quintás representa un sistema, el de las cajas, que lleva ya bastantes años funcionando con corrupta “legalidad”. Un proceso cada vez más acelerado de integración política, administrativa, económica y judicial de las burguesías burocráticas regionales. Porque estamos hablando de Comunidades como la valenciana, la andaluza, la madrileña y la catalana. Estamos hablando de feudos intocables, regímenes de poder que se aprovechan de la aplastante y prolongada hegemonía electoral, que controlan ingentes recursos públicos con absoluta impunidad. Sistema, profundamente antidemocrático, con tal grado de nepotismo, corrupción e impunidad que hace absolutamente urgente la regeneración democrática en España para poder enfrentar la crisis económica mediante una salida favorable a los intereses de la mayoría de los españoles.