Medidas sobre los impuestos, propuestas por el Gobierno

Un impuesto especial a la banca, elevar el IRPF sobre las rentas superiores a 150.000 euros; fijar un límite mínimo de un 15% de impuestos sobre los beneficios de las corporaciones; y nuevos impuestos sobre contaminación. Estas son las medidas básicas que propone el nuevo Gobierno. Aumentando así la recaudación se podría incrementar el gasto social sin endeudarse. Porque hay beneficios suficientes, riqueza sobrada, para revertir los recortes sin incrementar el déficit público.

La idea de que “a más gasto social = más deuda del Estado” ha sido un argumento de la banca, los monopolios, el FMI y el anterior Gobierno: “no hay dinero y los recortes son obligados porque la única alternativa es empeorar el endeudamiento del Estado”. Los números dicen lo contrario al estudiar las medidas en estudio por el Gobierno:

1.- Fijar en un 15% el impuesto mínimo para los grandes grupos empresariales

La propuesta del Ejecutivo es fijar un porcentaje del 15%, por debajo del cual no se puedan aplicar las distintas rebajas fiscales a que se acogen las grandes compañías. La ministra Montero excluyó de la medida a las Pymes, e indicó que se orientaba especialmente a los “grandes grupos consolidados” (con filiales, o para grupos empresariales que declaran conjuntamente sus impuestos). El director de Asuntos Económicos, apuntó también a compañías multinacionales como Google o Amazon. Con esta medida se ingresarían 4.000 millones de euros.

Los grupos multinacionales fijan su sede social en el país europeo que le ofrece pagar menos impuestos. De este modo no pagan en España por el volumen real de sus ventas, sino que trasladan sus resultados a su central en por ejemplo, Irlanda, pagando allí menos y eludiendo el pago por los beneficios reales obtenidos en nuestro país. Y hay otros mecanismos que facilitan los trucos contables de los monopolios; como por ejemplo imputar un elevado precio de compra para los productos que adquiere su filial española a su central en otro país, quedando un pequeño margen de beneficio en sus ventas locales, pero sobre la base de haber elevado sus márgenes en el negocio filial-central. Además de otros sistemas de desgravaciones fiscales acogiéndose a la legislación internacional que les ampara.

Ninguno querrá perderse la fiesta

Pero, ¿Por qué dejarlo tan solo en un 15 % si estas compañías deberían pagar por ley un 25%? De entrada, asegurar ese 15% sería duplicar la recaudación real de impuestos sobre los grandes grupos y corporaciones. Porque según datos de la propia Agencia Tributaria actualmente solo pagan un escandaloso 6,14 % de sus beneficios. Y de otro lado parece establecer el límite en el porcentaje de impuestos que pagan en otros países que les ofrecen trasladar su negocio. Amenaza que la derecha argumenta para oponerse a la medida.

Aunque no es creíble que algún monopolio esté dispuesto a renunciar a un mercado de 44 millones de habitantes con el poder adquisitivo de Europa, a los que se añaden otros 60 millones de turistas al año. Somos uno de los mercados más grandes de Europa para determinados sectores (alimentación, regalos -joyas, tecnología doméstica…..- vestido, automóviles…).

2.- Impuesto especial a la Banca y gravar las transacciones financieras

Lo que ha propuesto a estudio el Ministerio de Hacienda es subir la actual tasa que la banca ya paga por el dinero que tiene en depósito del 0,03 al 0,07. Y estudiar añadir un impuesto sobre las transacciones financieras. En ambos casos la salida de esta caja se destinaría a financiar las pensiones.

El sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) ha calculado que se podrían ingresar entre 1.800 y 1.900 millones de euros anuales aplicando un impuesto a la banca similar al exigido en otros países. Reino Unido recaudará este año unos 620 millones de euros con este impuesto sobre transacciones. Francia declaró 500 millones conseguidos por este concepto. Holanda unos 300 millones. Y en Portugal con una red financiera mucho menor que la española, los ingresos son 180 millones. Así pues la medida es fácilmente ejecutable.

Cuanto más ganan menos pagan

A pesar de las quejas de la Banca porque se le sumen más impuestos, hay que recordar que hay un abismo entre lo que legalmente está establecido y lo que realmente pagan. Porque ¿No debían cumplir los Bancos con un 30% de impuestos, y un 25% las grandes empresas y monopolios? En teoría sí pero la realidad es muy distinta. Las grandes empresas (más de 250 trabajadores y más de 50 millones de facturación) pagan un 16,4% de media; la banca se quedó en un menguado 8%; y los grandes grupos multinacionales y corporaciones en un 6,14%, como vimos antes. Estos cálculos son de la Agencia Tributaria. Así que la primera conclusión está clara: sin elevar impuestos, si se cobrasen íntegramente, los números ya saldrían. Ahora bien, Bancos y monopolios utilizan una serie de recursos para eludir pagar lo que les correspondería.

Así que la aplicación de esas tasas debe ir obligatoriamente acompañado de acotar los puntos de fuga de la Banca a la hora de cumplir con Hacienda. A algunas entidades incluso le sale favorable el impuesto de sociedades porque usan ‘créditos fiscales’, derechos de cobro contra la Hacienda Pública. Esto permitió cerrar 2016 al Banco Santander sumando -en lugar de restar- 352 millones a sus resultados; 170 millones BBVA; 5,4 millones Inversis; 59 Abanca…según los datos reconocidos porla propia Asociación Española de Banca. (Para leer más sobre los créditos fiscales: https://deverdaddigital.com/articulo/22809/creditos-fiscales-pensada-la-trampa-hecha-la-ley).

3.- Elevar el IRPF sobre las rentas superiores a 150.000 euros y aumentar lo que pagan por su ahorro las grandes fortunas

La propuesta consiste en aumentar los impuestos sobre la renta para quienes ganen más 150.000 euros. Con esto se conseguiría una recaudación adicional de 1.900 millones. Todo ese dinero iría a gasto social, junto con otros 2.500 millones, por las medidas de ahorro, eficiencia y calidad del gasto público.

Esta subida del IRPEF no afectaría a la inmensa mayoría de asalariados y va en el camino de que pague más quien más gana. Que un mayor porcentaje de la recaudación de impuestos sea por la vía de los impuestos directos (sobre la renta) en lugar de los indirectos (sobre el consumo) es más justo y no perjudica al consumo interno.

Y en cuanto a gravar el ahorro de los grandes patrimonios se apunta a las SICAV: «Lo que utilizan los ricos para tributar son sociedades de inversión de capital, colectivas, pero que es utilizada por un grupo familiar, controlándola y dominándola para no pagar impuestos. Las SICAV pagan un 1% y solamente cuando se reparten los beneficios los accionistas es cuando tienen que tributar”, explica el presidente del Sindicato de técnicos de Hacienda.

4.- Impuestos medioambientales

Con estos impuestos sobre contaminación, se busca claramente no tanto recaudar, como redirigir el consumo y la producción. Se propone un impuesto sobre el gasóleo que igualará su precio a la gasolina. La recaudación llegará a 600 millones; pero acelerar la sustitución de choches diésel por otros de gasolina y sobre todo eléctricos, de acuerdo a la nueva orientación para Europa de la industria del automóvil y de la energía, parece ser el objetivo real. Orientación que coincide con los anuncios de reducción del uso de carbón y potenciación de energías renovables, cambios que las principales compañías eléctricas ya comenzaron a preparar incluso antes de hacerse públicas las medidas.

Recaudando un tercio de lo correspondiente al fraude y evasión fiscal se podría aumentar el gasto público en salud hasta el nivel de Dinamarca (el país de la UE-15 que más porcentaje de su riqueza destina a sanidad), y otro tanto ocurriría con la educación.

Actualmente el Estado español dedica un 0,1% del PIB a perseguir la evasión fiscal, cuando la media europea más que duplica ese porcentaje. Y el propio Ministerio reconoce que por cada euro invertido en la lucha contra el fraude fiscal, se recaudan diez. Evidentemente este ejército de inspectores debe cambiar de enemigo: la Agencia Tributaria destina más del 80% de los efectivos a controlar personas con nómina, PYMES, autónomos, etc., contribuyentes que ya están controlados. Cuando la realidad es que más del 70% del fraude fiscal es cometido por grandes empresas y grandes fortunas. Sobran comentarios.