El Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario – MOIR – es el partido marxista-leninista-pensamiento Mao-Tse-Tung de Colombia que en estos momentos encabeza la segunda fuerza política del país: El Polo Democrático Alternativo – PDA -. El Polo es una alianza de diferentes formaciones políticas unidas en torno a un programa patriótico y democrático por la defensa de la soberanía y la independencia nacional de Colombia, y el desarrollo de una Nueva Democracia. Jorge Gómez Gallego es miembro del Comité Ejecutivo y en esta entrevista para el De Verdad digital nos ofrece una visión completa de la situación política del país en la actual coyuntura de la crisis, y de las posibilidades de avance del Polo ante las próximas Elecciones Presidenciales en el marco del Frente Antihegemonista latinoamericano.
En algunos sectores de la izquierda occidental se sigue viendo a las FARC con un cierto halo romántico de “los últimos guerrilleros” del continente. ¿Pero no es cierto que las FARC son hoy más bien un gran obstáculo al avance de cualquier roceso revolucionario en Colombia que otra cosa? Las FARC son la degradación absoluta. Están en el campo del fascismo en muchas cosas; eso de la amenaza personal, la extorsión, el secuestro, de las masacres colectivas, de indígenas acusados de ser colaboradores del Ejército, de la expulsión de poblaciones enteras de territorios del país, la voladura del oleoducto, la voladura de torres de energía, cosas que solo serían lícitas en medio de un conflicto armado cuando al enemigo hay que quitarle las fuentes de aprovisionamiento, pero aquí los que sufren son la población civil. En Colombia ha sido una tragedia la subsistencia de las FARC. Si la oligarquía colombiana ha podido tener éxito en perpetuarse y en imponer medidas antidemocráticas, antipopulares y en entregar más al país, yo creo que eso lo ha facilitado las FARC. Les han dado el pretexto para asesinar a decenas de miles de luchadores populares. Algunos realmente vinculados con las FARC y otros por aprovechar el río revuelto para alegar que lo eran. Ahora el procurador general de la República, que es del Opus Dei, acaba de abrir un proceso disciplinario contra Jorge Enrique Robledo, el senador del Polo que representa al MOIR, porque en el ordenador de Raúl Reyes apareció alguna relación. Es absurdo. Una organización que desde que nació, nació en combate contra las FARC, que la mayoría de los muertos y desaparecidos en la lucha política han sido por las FARC… y ahora resulta que nosotros también somos de las FARC. Dentro del Polo coexisten distintas tendencias políticas de la izquierda que van desde el comunismo hasta una socialdemocracia moderada, ¿que problemas plantea la coexistencia de corrientes tan distintas para mantener los ejes de un programa patriótico y democrático? En el Polo incluso todavía hay organizaciones que patinan en esa discusión sobre el terrorismo. Pero ahí van, porque tomaron la decisión de romper con ellos y hay que tenerles cierta paciencia. El principal obstáculo ha sido la injerencia de la socialdemocracia europea. Apoyó al principio con entusiasmo al Polo, un poco pensando que íbamos a ser un tentáculo de sus proyectos, y resulta que la mayoría del Polo tiene una actitud de respeto a lo que hace la socialdemocracia europea, pero que las decisiones sobre los asuntos de Colombia las tomamos nosotros. No nos las vamos a dejar imponer de nadie, por amigo y simpático que sea. Cuando hay personas que pertenecen a distintos países, tienen distintos intereses y distintos enfoques. Y esa injerencia oportunista ha sido uno de los principales obstáculo. Además de los problemas normales. La composición de clases en una sociedad como la nuestra implica que son muy diversas las opiniones de la gente. Por ponerte un ejemplo: el proletariado colombiano no alcanza a ser el 10% de la población activa. La mayoría de la gente trabaja por cuenta propia, pequeña burguesía, pequeños campesinos, pequeño transportador, ventero ambulante… hay una inmensa cantidad de oficios que se ejercen por cuenta propia, o de empresas demasiado pequeñas con tres o cuatro trabajadores. Las grandes concentraciones obreras en Colombia son una cosa rarísima. Y las agrarias ni que decir; el banano y tal vez la palma africana tienen un peso importante de proletariado, porque ni en el café. En el café hay una combinación extraña de pequeño propietario y jornalero. Con esta composición, las posiciones de clase que se ven reflejadas en una organización como el Polo corresponden a pequeña burguesía, o a burguesía nacional, y nosotros lo entendemos así. Es con esa gente con la que nos queremos unir. Pero desde luego manteniendo un rumbo que no nos lleve a ser una nueva frustración colombiana. Algunas de las ideas son propias de la Revolución francesa, ya derrotada. Pero si un partido marxista-leninista, de la clase obrera, no tiene la paciencia para entender que esas ideas hay que tratarlas con un espíritu de equipo, que son contradicciones en el seno del pueblo, que son contradicciones secundarias respecto a la contradicción principal que es con el imperialismo norteamericano… pues no tendríamos oficio si no fuéramos capaces de resolver esto.