Una nueva voz expresa lo que piensa el Sur Global y la inmensa mayoría de la opinión pública mundial acerca de la sangrienta campaña militar que Israel perpetra -por cinco meses consecutivos- en la Franja de Gaza, y que ha causado ya cerca de 30.000 muertos, la mitad de ellos niños.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha acusado públicamente a Israel de cometer un «genocidio» contra civiles palestinos en la Franja de Gaza y comparó sus acciones con el Holocausto de Hitler para exterminar a los judíos.
Unas palabras que han causado una airada respuesta del gobierno de Netanyahu, que ha declarado al brasileño «persona non grata», pero con las que Lula -al igual que Sudáfrica- se ha ganado el aplauso de medio mundo.
«Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio», declaró Lula ante la prensa en Adís Abeba, en Etiopía, donde participó como invitado en la cumbre anual de la Unión Africana.
«Cuando veo a países ricos anunciar que están dejando de dar contribuciones a la ayuda humanitaria a los palestinos me pregunto cuál es el tamaño de la conciencia política, cuál es el tamaño del corazón de sus líderes», dijo Lula, en referencia a la desfinanciación de la UNRWA en respuesta a las acusaciones de Israel contra esta agencia de la ONU de estar financiando al terrorismo de Hamás -acusaciones sobre las que el gobierno israelí en ningún momento ha aportado pruebas.
«¿Cómo no ven que en la Franja de Gaza no hay una guerra, sino un genocidio?». «No es una guerra de soldados contra soldados, es una guerra entre un ejército muy preparado y mujeres y niños», afirmó el presidente brasileño. «Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha ocurrido en ningún otro momento de la historia. Excepto en uno: cuando Hitler decidió matar a los judíos», agregó.
Además de anunciar que Brasil incrementaría la ayuda a la UNRWA, Lula volvió a defender la existencia de un Estado palestino. «La solución a esta crisis sólo será duradera si avanzamos rápidamente hacia la creación de un Estado palestino libre y soberano», subrayó. «Un Estado Palestino que sea reconocido como miembro de una ONU fortalecida y con un Consejo de Seguridad más representativo, sin países con poder de veto y con miembros permanentes de África y América Latina», apuntó.
Victimismo fariseo
Haciendo gala del habitual victimismo, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu tachaba las declaraciones de Lula de «vergonzosas y graves» y de trivializar el Holocausto nazi. «El presidente da Silva deshonra la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis y diaboliza el Estado judío como el más virulento de los antisemitas», dijo en un discurso en Jerusalén.
La farisaica escenificación no acabó ahí. Horas más tarde, el ministro de Exteriores convocó al embajador brasileño en el Museo del Holocausto en Jerusalén y lo abroncó en público. Y luego anunció la declaración de ‘persona non grata’ al presidente Lula, vetando su entrada al país.