Editorial Internacional

Luchar por la Paz. Luchar contra una nueva Nakba

La inmensa mayoría de la humanidad apuesta por la Paz y la solución de los Dos Estados. Debemos redoblar la lucha contra el genocidio y contra esta nueva e ignominiosa Nakba en Gaza.

En fuego y sangre lleva grabada la palabra ‘Nakba’ (en árabe,»catástrofe» o «desastre») el pueblo palestino. Se refiere al nacimiento en 1948 del Estado de Israel -inmediatamente apadrinado por EEUU como su gendarme militar en Oriente Medio-, un acontecimiento que supuso la matanza de miles de palestinos, pero sobre todo la expropiación de sus hogares y tierras, junto con el expulsión y el éxodo para muchos más, hasta 700.000.

Este acontecimiento brutal, sangriento y traumático, podría quedar eclipsado ante lo que pretende hacer Donald Trump en la Franja de Gaza.

Después de quince meses de genocidio en Gaza -siempre con las armas y municiones suministradas por EEUU, y bajo el amparo y el blindaje de impunidad de su padrino norteamericano- el Estado de Israel y el ultrasionista gobierno de Netanyahu tienen ahora en la Casa Blanca a un presidente norteamericano que está dispuesto a llevar adelante su soñada «solución final»: la limpieza étnica, la deportación forzosa, por la violencia y por el hambre, de la martirizada población civil (unos 2,2 millones de gazatíes) superviviente.

El republicano, tras reunirse con Netanyahu en la Casa Blanca, ha dicho que los palestinos no tienen más alternativa que irse de la Franja de Gaza porque “es un sitio de demolición”, que los reubicará en «una hermosa área con casas y seguridad», donde puedan «vivir sus vidas en paz y armonía”. Y que tras la limpieza de Gaza -de escombros y de habitantes- «EEUU se hará cargo de la Franja como de una propiedad a largo plazo», reconstruyéndola como la “Riviera de Oriente Medio”.

Es una nueva Nakba. Una mucho más masiva y brutal que la primera.

Una limpieza étnica, una nueva y flagrante violación de los derechos humanos. Una nueva demostración de que para la superpotencia norteamericana, la principal fuente de guerra del planeta, la legalidad internacional es un papel mojado cuando se interpone en su camino.

Una deportación forzosa que implica una condena a muerte para el frágil alto el fuego que hoy existe en Gaza. Porque sobra decir que sólo se puede lograr mediante la más extrema violencia, mediante la reanudación de la guerra genocida, de los bombardeos y las masacres diarias contra la población civil de la Franja.

Todos los países y pueblos del mundo debemos unirnos para detener este nuevo atropello contra Palestina y la legalidad internacional. Todos los demócratas, todos los amantes de la paz, todos los hombres y mujeres de bien están llamados a movilizarse para impedir este crimen, que nos coloca ante un abismo, que vuelve a incendiar Oriente Medio y poner en peligro la Paz Mundial.

Contra los quince meses de genocidio en Gaza se ha levantado el movimiento antibelicista y antiimperialista más masivo y amplio desde la guerra de Vietnam, con multitudinarias protestas en todo el planeta, incluidas potentes manifestaciones pacifistas en EEUU o Israel al grito de «No en nuestro nombre».

Ante la renovada y multiplicada amenaza para la Paz en Palestina, Oriente Medio y el mundo que suponen los proyectos de los EEUU de Trump, es el momento de redoblar la lucha por la paz en cada país. En España, uniendo a la inmensa mayoría que se opone al genocidio y la limpieza étnica en Gaza, y que apuesta por un Estado Palestino independiente, viable y próspero que pueda vivir en paz y seguridad con unos israelíes que sean sus vecinos y no sus verdugos.

La inmensa mayoría de la humanidad apuesta por la Paz y la solución de los Dos Estados. Debemos redoblar la lucha contra el genocidio y contra esta nueva e ignominiosa Nakba en Gaza.