Crónica desde el Centro Logístico 'La Cantina'

Los voluntarios de la “La Cantina” de Ruzafa

Los voluntarios han sido un pilar fundamental desde el minuto uno en esta tragedia. Rescatando entre las aguas y ayudando cuando el barro emergió. Una marea humana. En el barrio de Ruzafa (Valencia), más de 800 personas se han unido para ir a limpiar, recibir material de toda España, coordinar y distribuir ayuda, llevar miles de raciones de comida al día…

Eduardo Puerta es uno de los coordinadores del «Centro Logístico La Cantina», organizado en el barrio de Ruzafa en ayuda a los afectados por la dana

Una iniciativa, el grupo de ‘Voluntarios La Cantina’, que surge desde el restaurante La Cantina y sede de los comunistas en el barrio de Ruzafa de Valencia. Desde que ponemos los primeros carteles comienza a llegar vecinos con bolsas de alimentos y ropa, conmovidos por la tragedia. Deseosos de poner sus manos y mentes a trabajar. Con una energía desbordante.

Voluntarios de La Cantina trabajando en Talleres Lorenzo

Lanzamos el llamamiento a la ayuda y cientos de personas se han unido en el local de la calle Literato Azorín. En minutos se han autoorganizado en las tareas de clasificación, empaquetado,… hasta el punto de felicitarnos en los puntos de entrega por la organización que hemos adquirido. Hemos distribuido toneladas de material a Sedaví, Paiporta, Catarroja, Massanassa, Algemesí,.. por desgracia la lista es demasiado larga. Y también a puntos de distribución centrales como el Quint de Mislata o los estadios de Mestalla y El Levante.

Con la organización de UCE hemos podido coordinar con el puesto de mando central a grupos de técnicos sanitarios, buzos profesionales, la recepción de bombas de achique y protección civil de muchos lugares de España.

Una red de ayuda y solidaridad que los vecinos han alimentado hasta funcionar como un centro logístico. Los vecinos han cedido ya 8 locales, 2 de las fallas del barrio, y se han puesto a disposición 30 furgonetas para el reparto. La gente está entregada.

Mientras, en La Cantina decenas de voluntarios están preparando bocatas y los guisos para las miles de raciones que van a alimentar a los afectados, voluntarios y bomberos y otras fuerzas desplazadas desde tantas zonas de nuestro país.

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Haciendo barrio

Los pasillos de ‘La Cantina’ llenos de ayuda entregada por los vecinos

Todos nos hemos visto alguna vez en el barrio, o no, pero ahora estamos descubriendo la vida y humanidad que laten dentro de este barrio de moda lleno de turistas y bares de ocio. Jesús “el del taller” que cedió su espacio desde el primer día y ha conseguido que varios vecinos nos cedan también sitio. Miguel “el profe”. Julio “el de las cajas de cartón”. Edu “el de las karcher”. Maite, Lola, Alex, Martín, Juan, Lu, Carmen, Piero, Inma, Paula… llenaríamos todas las páginas con nombres. Más de 800 personas que cada día trabajan para sacar adelante toda esta ayuda.

Las cadenas que hacemos para cargar y descargar siguen vivas para contactar con los sitios que más lo necesitan, para conseguir más donaciones de material, para contactar con más locales de almacenaje, un no parar.

Esta situación une a todas las generaciones. Universitarios y jubilados, niños, profesionales, gente de la cultura… Miguel trajo niños de su cole a colaborar un día. Freddy con los niños a los que da clase de música los llevó por las calles con el carro musical recolectando ayuda, niños que se plantaron en la puerta de un supermercado y consiguieron 7 carros de donaciones y al final tuvo que ir una furgoneta porque no daban abasto, el material médico en botiquines para las familias, la comida para mascotas, golosinas y juguetes para los niños, nadie se olvida de nadie.

Se han quebrado todos los climas de opinión contra la gente y la juventud. Jóvenes voluntarios pasan cada día a recoger enseres y herramientas para ir a limpiar. Se organizan para ir en coche y salir juntos de aquí. “Llega una furgo” todos a una a cargar o descargar, “¿donde la envíamos? En tal punto necesitan esto”. Una capacidad desbordante.

Han llegado camiones de Almería, Asturias, Murcia y de Alhama de Murcia (mi pueblo). Furgones de Barcelona, Madrid, Ciudad Real, La Rioja, hasta de Italia. Un tsunami de solidaridad para contrarrestar el tsunami de agua y barro.

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El “método Ruzafa” se extiende

Punto de carga y descarga de furgonetas a la entrada de ‘La Cantina’

Un punto clave han sido las reuniones diarias de fin de jornada. Ponemos en valor lo que hemos alcanzado cada día, sugerencias y críticas. Asimilar hasta donde hemos llegado desde el principio da una fuerza enorme. Y sienta bases para ir a más: de 400 raciones a 2.000, de 10 puntos de entrega a 60, a qué calles ir directamente a repartir a la gente o limpiar.

Dijimos “no vamos a hablar de política”. Vamos a concentrarnos con unidad y solidaridad.

Los voluntarias tienen enorme conciencia del grado de organización adquirido, hasta el punto de ayudar a organizar en otros puntos como lo hemos hecho aquí.

También la gente nos conoce de primera mano y muchos han llegado hasta La Cantina, queriendo colaborar “porque les habían hablado muy bien de nosotros” o “porque sabían que estamos funcionando muy bien”.

Un despliegue conmovedor que ha conseguido que nos entrevisten en el canal 24h de RTVE o que Paco Roca nos preste una de sus viñetas como logo de nuestro grupo de voluntariado.

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L@s voluntari@s

En ambiente lleno de altruísmo, compañerismo y entrega, tampoco falta el humor. Dibujo de «quien es quien» para que los voluntarios sepan dirigirse a los principales coordinadores de ‘La Cantina’

Alex Fornés:“La verdad es que ha ido un poco in crescendo, nos hemos organizado muy bien, o sea, todo lo que es tema de logística, voluntariado, cada uno sabe un poco la tarea que tiene que realizar, si no va buscando o le pide ayuda a Edu, a Paula y a Juana, y yo creo que está muy bien organizado, está saliendo muy natural. Y al final es la ayuda que cada uno puede dar, la presta y pues se intenta”.

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Lola: “que queréis que os diga pues eso, que necesitamos mucha ayuda, que todo el mundo esté contento, que no es hora de política, sino hora de manos y manos”.

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Eva Davò (chef La Cantina): “No nos sentíamos bien abriendo y además tampoco somos primera necesidad. No nos sentimos cómodos con esta situación, es un drama, nosotros estamos cabreados, estamos tristes y bueno pues es la manera que tenemos de poder colaborar, reconvirtiendo nuestro espacio en llevar comida a quien lo necesita”

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Alejandra Fornés, voluntaria de ‘La Cantina’, entrevistada en RTVE

Las necesidades de los pueblos afectados son muchas y van a persistir mucho tiempo”

Reproducimos la entrevista que RTVE hizo a Alejandra Fornés, una de los 800 voluntarios del Centro Logístico ‘La Cantina’ que llevan desde el minuto uno trabajando de manera abnegada para ayudar a los damnificados.

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– Conectamos en este punto con Valencia, con una de los voluntarias que lleva trabajando en la zona desde el primer día que saltó la emergencia, con Alejandra Fornés, de la Cantina de Ruzafa. Buenas tardes. ¿Cómo estáis coordinando la ayuda a las zonas afectadas?

.- Pues verás, desde este punto de recogida que montamos desde el primer día que ocurrió la Dana, estamos intentando ayudar en la medida en la que podemos, de todas las formas posibles, abarcando todas las tareas que se pueden realizar. Desde lo que es empaquetar cada donación y los productos que nos entregan los vecinos, hasta llevarlos a los puntos de entrega de cada pueblo, o entregándolos a domicilio, según las necesidades y demandas de cada familia. O llevando a los mismos voluntarios a los pueblos, ofreciéndoles material para que puedan protegerse y limpiar. Y coordinándonos con los ayuntamientos, con los afectados, donando, limpiando, en fin, todo lo que podemos hacer.

– La coordinación es uno de loa grandes llamamientos estos días, porque sois muchas las personas que estáis acudiendo a atender todas las necesidades que se precisan. ¿Qué te has encontrado en los lugares donde has estado?

– Pues depende mucho del pueblo, incluso de la zona, del barrio o de la calle. Hay historias muy distintas. El otro día fuimos a Catarroja, y parecía que gracias a la maquinaria pesada estaban empezando a limpiar un poco las calles, pero luego te ibas unos cuantos metros más allá y aún había vecinos que no podían salir de sus hogares.

– Tú sobre el terreno ¿has visto que hay necesidades de agua embotellada, de agua potable…?

Sí, claro, la verdad es que necesidades hay y van a seguir habiendo de aquí a mucho tiempo. No solo de agua, sino de cualquier ayuda que se pueda prestar, de cualquier tipo de producto. Sobre todo ahora lo que más nos están pidiendo en los pueblos es productos de limpieza, herramientas para poder sacar el barro, para volver a hacer habitables los bajos de las casas. Cualquier producto que sirva para hacer una base para que puedan volver a reestructurar un poco su economía.