José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha)

Los ricos no pagan impuestos

En España sobra la riqueza, y si se recaudaran los impuestos que por ley corresponden a bancos, monopolios y grandes fortunas, el erario público tendría recursos en abundancia para invertir en todo tipo de políticas sociales y de creación de nueva riqueza. Pero en nuestro país los ricos no pagan impuestos. Así lo afirma el libro que Jose María Mollinedo, junto a Carlos Cruzado, de GESTHA, ha publicado en Capitán Swing.

¿Sabía usted que en España se han hecho ya cuatro amnistías fiscales beneficiando a los evasores? ¿O que si se recaudaran los impuestos que corresponden por ley, a grandes empresas y patrimonios, no habría déficit del Estado y sobraría el dinero para atender todas las partidas del presupuesto nacional?

Carlos Cruzado y José María Mollinedo, presidente y secretario general del sindicato de Técnicos de Hacienda, son los autores del libro «Los ricos no pagan IRPF», publicado por la editorial Capitán Swing. Con una larga trayectoria en su profesión, además de como profesores y conferenciantes, han sintetizado en este libro sus denuncias y propuestas.

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Ch.- Felicitaciones por lo exhaustivo y claro que es su libro.

J M.- Es un libro de cabecera para nosotros. Es un recopilatorio de cuestiones que hemos ido explicando estos años desde que decidimos hacer públicas nuestras opiniones.

Creímos que podría ser muy oportuno tener un libro divulgativo para que quien quisiese pudiera tener acceso a esta información.

¿Por qué el título del libro?

Jose Maria Mollinedo y Carlos Cruzado de Gestha son los autores de «Los ricos no pagan IRPF»

No es original nuestro. Tanto José María Aznar en el año 98 como Pedro Sánchez en 2018, hicieron dos manifestaciones en las que venían a decir que las personas adineradas no pagaban impuestos. Aunque como es indeterminado a partir de cuánto se considera a una persona rica, puede ser un poco subjetivo a quién se considera rica.

Solo el 4% de la población española gana más de 60.000 euros anuales. Estadísticamente ese es un primer nivel de riqueza, pero para muchos eso es un nivel para vivir bien pero no es riqueza.

El banquero Emilio Botín declaró que «verdaderamente ricos somos muy pocos..»

El impuesto para grandes fortunas determina una tenencia a partir de 3 millones de euros de patrimonio neto individual. Pero para la mayoría de los ciudadanos les parecerá un umbral muy alto y que la gran fortuna debería estar en una cantidad más baja, a partir del millón de euros…

Entonces ¿Quién paga los impuestos?

La primera (el IRPF) y la segunda fuente de recaudación (IVA) recaen sobre los trabajadores. Porque el IVA recae sobre el consumidor final, sobre las personas, las familias. Con los impuestos especiales (sobre gasolinas, alcohol y tabaco) pasa otro tanto de lo mismo.

El magnate norteamericano Warren Buffet decía que comparativamente su secretaria pagaba más impuestos que él

¿Más del 80% de los impuestos recaen sobre las personas?

Sí, el 85% del IRPF procede de las rentas del trabajo,un 10% de los autónomos, y de ganancias del capital solo un 5%.

En el impuesto de sociedades se incluye desde una pyme hasta un monopolio. ¿Pero aquí también hay diferencias?

Claro. Los grupos consolidados (mayores grupos empresariales) obtienen el 50,8% total del beneficio contable de las empresas pero solo aportan el 31,4% de los impuestos de las sociedades. Porque los mayores beneficios fiscales los están utilizando estas grandes corporaciones.

Tiene que existir voluntad política para investigar el fraude más sofisticado

¿La fiscalidad actual beneficia a las grandes sociedades?

A las empresas más grandes. Su tipo efectivo está en el 5,93%, mientras que una sociedad que no sea grande está en el 13,4%.

¿Y lo mismo sucede con las grandes fortunas? ¿Qué pasa con las SICAV?

Ha sido históricamente el vehículo que usaban las grandes fortunas para residenciar ahí sus carteras de acciones, cumpliendo los requisitos de la ley de instituciones de inversión colectiva que les exigía un número de accionistas, para lo que se acompañaba esa gran fortuna de otros 99 mariachis (como se les llamaba en el argot) que juntos tenían una suma del capital de menos del 0,1% y el 99,9% lo tenía a la gran fortuna.

La Sicav, que es una sociedad de inversión colectiva, en realidad era un vehículo de inversión privada de la gran fortuna. Y no tributaba en el IRPF por el rendimiento de sus acciones, porque figuraban que eran de la SICAV que tributaba al 1%.

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Ahora están las SOCIMI.

La SOCIMI es una sociedad de inversión inmobiliaria que no tributa nada. El requisito que le exige la ley es que las alquile (las viviendas) y reparta el dividendo entre los socios. Y si la venden no tributan, porque lo que venden es la SOCIMI y no la casa.

Las empresas mas grandes solo pagan un 5,9% de impuestos sobre sus beneficios

¿Cuanto más dinero se tiene, la legalidad permite pagar menos?

Sí, porque a lo mejor no está previsto para que esas personas eludan el pago de los impuestos pero cuentan con un asesoramiento de los cuatro o cinco grandes despachos de la asesoría de nuestro país y estos hacen trajes a medida para estas personas.

Las personas que se sientan en los Consejos de Adrministración de las grandes empresas del Ibex35, poseen acciones y por los dividentos y rentas que obtienen están tributando por tramos que nunca son tan progresivos (se quedan en un 27%) mientras que en el IRPF llegan al 49%. Para quien gana un millón de euros por rentas del capital (acciones…) y 500.000 por la renta general, ese millón de euros no le aumenta la progresividad de los quinientos mil que cobra. No va a tributar por el millón y medio que realmente gana.

¿Pagamos más por rentas del trabajo que por rentas del capital?

Claro. Esta es la paradoja de aquel magnate norteamericano Warren Buffett que decía que comparativamente su secretaria pagaba más impuestos que él. Porque la secretaria tiene un tipo impositivo más alto por su sueldo; pero él como renta de capital va a tributar menos. Esto también se produce en nuestro país.

Y luego están los mecanismos no legales, la evasión

Hay multitud de estudios sobre economía sumergida. Estamos hablando de la evasión tributaria y laboral. Unos dan una tasa del 20%, otros del 25% (del PIB) que es el rango en el que se mueve la economía sumergida española. El verdadero interés de estos estudios es que hay un consenso general en que en la economía sumergida se ve una tendencia claramente creciente en nuestro país. Puede representar en torno a 300.000 millones de euros, que genera un impago (de impuestos) de en torno a los 90.000 millones de euros. En 2022 la Agencia Tributaria recuperó 17.274 millones de euros. Y esto es poco más del 20% de la evasión estimada del año.

Hay que hacer una reforma fiscal para tener un sistema tributario justo

En el libro planteáis que la política fiscal puede ser una base para redistribuir la riqueza. ¿Es necesaria una Reforma Fiscal progresiva?

Reformas tienen que existir porque ni todos pagan los impuestos ni es suficiente para sostener los gastos públicos, con la situación crónica de déficit que tenemos.

Pero estamos en déficit habiendo dinero.

Correcto. Hay que hacer una reforma para tener un sistema tributario justo.

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¿No hay voluntad de luchar contra el gran fraude?

Está desenfocada la lucha contra el fraude. Solo bajar diez puntos nuestra tasa de economia sumergida esto podría suponer unos 39.000 millones de euros de recaudación. Para nosotros lo más importante es que a los efectivos de la Agencia Tributaria ahora se nos encarga hacer decenas de miles de liquidaciones de menos de 1.000 euros año por IRPF y, sin embargo, una sanción a una multinacional cementera supuso 400 millones de euros. Y ¿cuántas liquidaciones pequeñas tenemos que hacer para llegar a los 400 millones?

Estamos quitando hojas de una maraña pero no estamos cortando las fuentes fundamentales de la evasión en nuestro país. Al 75% de los funcionarios nos tienen limitadas nuestras competencias para hacer lo pequeño. Queremos que a los técnicos del Ministerio se nos habilite, porque si una empresa factura más de 6 millones de euros no es potestad de los técnicos. Para eso tiene que existir voluntad política para investigar el fraude más sofisticado.