Frente a la calculada tibieza, la fría hipocresía, o el abierto cinismo de tantos gobiernos del mundo ante el holocausto que Israel está llevando a cabo en Gaza, la cálida solidaridad de los pueblos con la causa palestina ha vuelto a inundar las avenidas y plazas de las grandes metrópolis mundiales con masivas movilizaciones que exigen el alto el fuego inmediato, el fin del genocidio y la apertura de corredores humanitarios
Las movilizaciones contra el genocidio de Gaza ya superan en extensión y en volumen de manifestantes, a las masivas marchas contra la guerra de Irak en 2003.
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Movilizaciones masivas en todo el mundo musulmán, de Marruecos a Indonesia
El mundo islámico: una agresión contra la familia
El récord absoluto, la protesta más masiva jamás realizada en apoyo a Palestina, ha tenido lugar en Yakarta, capital de Indonesia -a la sazón el país islámico más poblado del mundo- donde más de dos millones de personas (tantos como los gazatíes que sufren bajo las bombas) se congregaron en una enorme explanada para exigir el alto el fuego. En Malasia, un estadio hasta la bandera -el del Terengganu FC- mostraba su solidaridad con Palestina
Las movilizaciones han sido también masivas en la práctica totalidad de los países musulmanes, para los que la agresión a Palestina es un «asunto de familia». Con marchas masivas en Beirut (Líbano) o Teherán (Irán), pero también en países cuyos gobiernos habían normalizado relaciones con Israel o incluso habían firmado los «Acuerdos de Abraham» bajo los auspicios de la administración Trump.
En Turquía, un país de la OTAN, el propio Erdogan ha participado en la marcha propalestina más multitudinaria de la historia turca, llamando a Netanyahu «criminal de guerra».
En Jordania, las multitudinarias marchas acabaron con conatos de asaltos a la embajada de Israel. En Túnez la manifestación rodeó la embajada francesa en protesta por el “sesgo” de París hacia Israel. «¡No a la ocupación! ¡No a Estados Unidos!», gritaban cientos de miles de personas en el centro de Bagdad, la capital iraquí.
En Marruecos las movilizaciones en Tánger, Tetuán, Rabat y Casablanca comienzan a ser masivas y a cuestionar los acuerdos del Majzén con Tel Aviv. En la vecina Argelia, miles de personas brotaron desde diferentes puntos del país para reclamar el cese inmediato de los bombardeos israelíes. En Egipto, a pesar de que las manifestaciones civiles están prohibidas por el general Al Sisi, miles de personas han salido a las calles en apoyo a Palestina.
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Unas movilizaciones más masivas que las del ‘Black Live Matters’ del 2020
EEUU: el No a la Guerra más grande desde Vietnam
Es oficial. La Marcha por Palestina de Washington DC ha contado con alrededor de 300.000 asistentes. Es la manifestación propalestina más grande de la historia del país y de las más multitudinarias que se recuerdan en la capital de EEUU desde las grandes marchas pacifistas de los 70.
Pero no es sólo Washington. En muchas grandes capitales norteamericanas el volumen de las manifestaciones superan a las masivas protestas del Black Live Matters de 2020. En Nueva York, Los Angeles, San Francisco, Chicago, Boston, Houston, Dallas, Miami…millones de manifestantes -entre los que están de forma muy destacada colectivos de judíos antisionistas, como los que ocuparon el Capitolio o la estación neoyorquina de Grand Central- exigen el alto el fuego inmediato, el fin del apoyo militar de EEUU a Israel y la liberación de los rehenes por parte de Hamás, así como de los presos políticos palestinos en cárceles israelíes.
Las protestas en las universidades se cuentan por miles, como el desplante de los alumnos de Harvard al abandonar en masa la conferencia del embajador israelí. En Oakland, California, activistas propalestinos bloquearon la salida de un buque militar que llevaba armas a Israel. Y las protestas y escraches contra Blinken y destacados congresistas -tanto demócratas como republicanos- no dejan de producirse.
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Gigantescas marchas en Europa a pesar de las prohibiciones de varios gobiernos
Europa: rebelión contra la censura de las cancillerías
En Reino Unido, de nada ha servido las patéticas llamada del gobierno conservador de Risi Sunak a la policía, exigiéndole mayor dureza en la represión de las marchas, o las inauditas advertencias de Downing Street de que ondear la bandera palestina puede ser un delito. En Londres -por cuarto fin de semana consecutivo- una manifestación de 500.000 personas ha colapsado la capital británica, siendo las mayores en el continente europeo. Otras ciudades británicas como Edimburgo, Glasgow, Liverpool o Manchester también han registrado marchas gigantescas.
En Francia, el gobierno de Macron ha llegado a prohibir las manifestaciones en apoyo a la población palestina, algo que en palabras de Amnistía Internacional es «un ataque grave y desproporcionado al derecho a la protesta». Una atropello a las libertades que podría ser mayor si prospera la proposición de ley que contempla meter tres años en la cárcel y multar con 75.000€ los insultos al Estado de Israel.
De nada ha servido eso en un país acostumbrado a echarse a la calle, y donde hay cerca de 7 millones de personas musulmanas o descendientes de migración de países islámicos. Más de 10.000 manifestantes llenaron el la Plaza de la República en París, y el centro de ciudades como Toulouse, Nimes, Burdeos, Nantes, Lyon, Grenoble...
Recortes de libertades similares se viven en Alemania, donde una clase política perpetuamente acomplejada por la herencia del III Reich y volcada en el apoyo a Israel han prohibido las marchas propalestinas. Pero no han podido impedir que 92.000 personas realizaran en Berlín o Munich protestas por una «Palestina libre”, exigiendo el fin de los bombardeos sobre Gaza.
Con decenas o cientos de miles de asistentes, masivas manifestaciones para parar la guerra han recorrido capitales europeas como Roma, Atenas, Copenhage, Bruselas, Oslo, Estocolmo.… Especialmente numerosas están siendo igualmente las movilizaciones en Irlanda y en España.
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Manifestaciones antibelicistas en Israel
Gritando ¡No a la Guerra! en el vientre de la bestia
En una abarrotada sala de oración de una mezquita en Haifa, al norte de Israel, cientos de árabes e israelíes pacifistas se reunían para mostrar su rechazo a la genocida operación militar en la Franja de Gaza.
Horas antes, en Tel Aviv, un grupo de cientos de valientes de la izquierda antibelicista se manifestaban por el Alto el Fuego, ante la residencia del primer ministro, al grito de «Bibi asesino», frente a los golpes de la policía y las amenazas de muerte de la ultraderecha sionista.