En las últimas semanas los agricultores y ganaderos se manifiestan a lo largo y ancho de la geografía española. Ha sido una convocatoria unitaria de las tres principales organizaciones agrarias, ASAJA, COAG y UPA. Aunque en cada zona las movilizaciones expresaban las reivindicaciones asociadas a la producción propia -sean el aceite, los cítricos, la leche…-, todas ellas han tenido una reivindicación común: la exigencia de acabar con los injustos precios en origen, que llegan a estar por debajo de los gastos de producción.
Eduardo Madroñal
El sector olivarero de Jaén -que concentra la principal producción de aceite de oliva del mundo- ha mantenido una movilización generalizada, donde las manifestaciones convocadas unitariamente han sido apoyadas por otras entidades como las Cooperativas Agro-alimentarias e Infaoliva, reforzando la unidad expresada en “si el olivar pierde, perdemos todo en la provincia de Jaén”. Comercios, ayuntamientos y consejos reguladores de la denominación de origen del aceite de oliva jiennense se han sumado incluso con una huelga simultánea al día de la manifestación. Todos reclaman lo mismo, precios justos en origen.
Los agricultores y ganaderos extremeños se han movilizado en Don Benito (Badajoz) reclamando precios justos en el campo, denunciando los bajos precios de los productos en origen y exigiendo que se fijen unos precios mínimos; y también reclamando una respuesta frente a los aranceles impuestos por EEUU, que afecta a las exportaciones de sus productos.
En Zamora más de 2.000 agricultores y ganaderos -unos 200 de ellos andando en sus tractores- se han manifestado “por unos precios justos y por el respeto al medio rural”, debido a la falta de rentabilidad por los bajos precios en origen y el aumento exponencial de los costes de producción; a lo que han añadido las dificultades en la exportación por el Brexit y la subida de aranceles de la administración Trump.
¿Qué reivindicación ha unido a todas las movilizaciones? ¡Precios justos en origen! Porque aquí reside la clave. Porque aquí se produce la sangría principal. La diferencia que existe entre los precios que se pagan en origen a los agricultores y ganaderos, y los que se cobran a los consumidores, diferencia que ha llegado en algún caso hasta el 1.000%. Porque los bajísimos precios en origen son el mecanismo principal y la expresión concentrada del dominio que ejercen los monopolios sobre la distribución y comercialización de los productos agrícolas y ganaderos, lo que supone una sangría directa a los pequeños y medianos agricultores y ganaderos.
En el cuadro que acompaña al artículo puede verse al detalle la sangrante diferencia en 26 productos agrícolas y 7 ganaderos. Veamos primero los datos globales. ¿Por cuánto se multiplican? Prácticamente se quintuplican, es decir, el precio medio de venta de las frutas, hortalizas, productos cárnicos, leche y huevos en España se multiplicó por cinco -exactamente aumentó en 4,67 veces- respecto a los precios en origen. El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) -elaborado por organizaciones del campo y de consumidores- diferencia que los productos agrícolas se multiplicaron por 5,07 y los ganaderos por 3,16. Por destacar tres ejemplos: la patata, uno de los alimentos más consumidos, aumentó su precio un 533% entre origen y consumidor; la carne de cerdo, un 359%, y la mandarina, un 472%.
En el caso concreto del aceite de oliva, el precio que perciben los olivareros españoles ha caído tanto que es el más bajo de los grandes países productores. En 2019 ha bajado respecto a 2018 siendo solo de 2,20 euros por kilo. En Túnez es de 2,33 euros y en Grecia de 2,55 euros. En Italia llega hasta los 4,74 euros. No hay razones para tales diferencias entre Italia y España, más allá del mayor grado de dominio de los monopolios de la distribución en nuestro país.
La situación extrema se produce cuando los monopolios hunden los precios en origen más allá de su coste de producción. Además, los gastos en medios de producción se incrementan continuadamente -una media del 3,6% en el último año- en fertilizantes, piensos, semillas, energía y maquinaria. Es, por ello, en los precios en origen donde se debe intervenir para dar una verdadera alternativa.
Es necesaria una legislación que proteja al sector, en la línea de lo que proponen organizaciones agrarias como la UPA: “Necesitamos reformar la Ley de Cadena Alimentaria, introduciendo Ley de Márgenes Comerciales, contratos con precios mínimos ligados a los costes de producción, la catalogación de la venta a pérdidas como una práctica comercial desleal y la posibilidad de establecer por convenio, dentro de las Interprofesionales, unos precios justos».
Es necesaria una legislación que proteja el sector, frente al actual dominio de los monopolios de la distribución de alimentos, que incluso abocan al cierre de explotaciones de muchos pequeños y medianos agricultores y ganaderos. Más de 50.000 productores han echado el cierre en el último año. Una de las principales causas de la España vaciada.
Otras reivindicaciones son la revisión completa del sistema de almacenamiento para terminar con la “venta a pérdidas” cuando los precios en origen se desploman, especialmente con el aceite de oliva, la eliminación de los aranceles con Estados Unidos, y la regulación del mercado para impedir las prácticas monopolistas.
Eduardo Madroñal dice:
Estimado AnarcoÑ,
Quizá no hayamos sido capaces de expresar adecuadamente la esencia del artículo. La esencia es que la burguesía monopolista en España, en este caso, en concreto los monopolios que dominan la distribución y comercialización de los productos de alimentación que ejercen la extorsión sobre los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, generan mediante sus prácticas monopolistas una sangría con la imposición de unos precios en origen radicalmente injustos, es decir, nada que tenga que ver con la supuesta competencia del mercado. Esta es la posición argumentada con los hechos de este artículo. Señala a una clase concreta, a un sector de la burguesía monopolista. Su posición ignora, no lo mencionada en ningún momento ni lo critica, el blanco al que dispara el artículo. Y además lo hace mientras señala otros blancos «culpables». Por lo que los monopolios de la alimentación estarán de acuerdo con usted.
anarkoÑ dice:
Comprendo. Mi matiz reside en la responsabilidad, por parte de la distorsión sobre el mercado, de cara a la situación posterior: como la política agraria común, primero de la CEE i luego de la UE, compraba producto nacional sin salida de mercado (las famosas montañas alimentarias europeas) a un precio igual al precio de las importaciones sí competitivas, entonces han sido muchos años de distorsión burocrática acomodando a los agricultores a un simulacro de producción, con salida artificial fuera del mercado (comprar para quemar producto). Esa situación fijó esos precios injustos, pero que en aquel entonces al productor le parecían «bien» (o mejor que tener que competir, situación alternativa en la que no habrían vendido aquel monto de remesa por el que Bruselas les iba ingresando una «compra» falsa). Al cambiar las condiciones burocráticas de subsidiariedad, el agricultor se encuentra con la realidad producida por aquel «paraíso de protección». A saber: que la oferta (a esos precios irrisorios) acabó creando su demanda correspondiente (Ley de Say) a tales precios (pues, efectivamente, el mercado no va a pagar mayor precio QUE EL REFLEJANTE DEL VALOR, esto es, DEL VALOR DEL TRABAJO SOCIALMENTE NECESARIO A UNAS CONDICIONES DE PRODUCTIVIDAD marcadas por la oferta exterior). Gracias!
Carlos dice:
Gracias a los agricultores :Espanya, pais donde se come buena paellita, se toma buen kalimotxo y de postre buenas naranjas por 1€.Joder, ahi si que me hago patriota espanyol
Carlos dice:
El consumidor paga 8 veces mas de lo que ellos producen! !!no me extranya que los grandes monopolios como Mercadona hagan el Agosto (el de Mercadona es el segundo mas rico del mundo, primero Zara -Inditex),si los kiwis valen a 3 euros el kilo en este monopolio realmente por lo que reivindican los agricultores lo comprariamos regalado. Es una lucha que nos afecta a todos
anarkoÑ dice:
No lo veo tan claro: si no intervinieran tantos actores en el embolsamiento del Valor, entonces serían los consorcios agropecuarios quienes directamente centralizarían el Valor, pero no por ello los precios bajarían sustancialmente. La mercancía es un hecho independiente a la ordenación de sus cuotas de beneficio en Ganancia, Beneficio comercial, Interés del intermediario, etc.
anarkoÑ dice:
Dicho de otra manera: los propietarios rurales no están luchando para que su producto llegue sin abusos al consumidor; sino para ampliar su cuota en la distribución de la Ganancia total, a costa de otros actores propietarios, y siempre a precios tan elevados como el mercado pueda responder a la hora de dineralizar el plusvalor.
AnarcoÑ dice:
La UE ha garantizado durante casi 50 años el pago fuera de mercado a un precio por lo menos igual al mínimo de mercado ante la competencia exterior. Como más caro no iban a vender, se conformaban con tal compensación y eso paró la competitividad y por tanto el futuro del campo. TÚNEZ PRODUCE por menos: pero mientras había compra central por Bruselas, todos iban tirando. Con la subvención, este era el porvenir. El comprador final, currante, tiene derecho a comprar por menos.