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Los peligros de la presidencia de Hillary Clinton

Hillary Clinton da señales de estar tan lista como el resto de sus colegas para ir de lleno por la locura

The New York Times 30-10-16

(…) Los peligros de la presidencia de Trump son tan peculiares como el mismo candidato (…)

Pero no querer al candidato que pretende estrellar el avión no significa que deban ignorarse los peligros de su rival.

Los peligros de la presidencia de Hillary Clinton (…)

Se trata de los peligros de analizar todo desde la perspectiva del grupo de élite, de rendirse ante las estructuras de poder, de dar culto a acciones presidenciales al servicio de ideales dudosos.

La invasión a Irak (…) fue obra de un consenso intervencionista de dos partidos, con gran apoyo de George W. Bush, pero al que también se adhirió (…) más de la mitad de los demócratas del senado en Washington.

Lo mismo ocurrió con la crisis financiera (…) Es el mismo caso del euro (…) También es el caso de Angela Merkel y su grandioso e imprudente gesto de abrir las fronteras el año pasado (…)

Clinton se distingue, incluso más que Obama o Bush, por haberse desviado solo en contadas excepciones del consenso de la élite en cuestiones de gobierno.

Estuvo a favor de la invasión a Irak cuando todo el mundo lo estaba, en contra cuando todos dieron a Irak por perdido, y de nuevo actuó como una irreprensible liberal de línea dura en Libia solo unos años más adelante.

Actuó como conciliadora con Rusia cuando los medios hicieron burla de Mitt Romney por ser de línea dura con ese país; ahora ha apoyado la línea dura hacia Rusia al igual que el resto de Washington (…)

La buena noticia es que (…) es poco probable que haga algo que las capitales cosmopolitas del mundo pudieran considerar eminentemente radical, peligroso o tonto.

Sin embargo, en aquellos casos en que la postura cosmopolita no es razonable o segura, en aquellas instancias en que la élite occidental puede volverse medio loca sin siquiera notarlo, Hillary Clinton da señales de estar tan lista como el resto de sus colegas para ir de lleno por la locura.