Religión

Los obispos, el aborto y la crisis.

La Conferencia Episcopal acaba de presentar una declaración sobre el anteproyecto de ley del aborto, titulada: «Atentar contra la vida de los que van a nacer, convertido en derecho». Los obispos reclaman a sus fieles en el Parlamento que se opongan a la ley. ¿Qué es lo que mueve a las altas instancias de la Iglesia española a lanzar una carta de advertencia en este momento?, ¿es que son la expresión del sentir de sus bases?. Desde estas lí­neas se ha subrayada en numerosas ocasiones el papel que juega el enfrentamiento con la Iglesia: despiste, división e izquierdización de las propuestas del Gobierno. Pero a parte de la sintoní­a de la Conferencia Episcopal con la lí­nea encabezada por Benedicto XVI, el desgaste que buscan los actuales movimientos no son precisamente apolí­ticos, ni deben entenderse al margen de la coyuntura de crisis.

"El anteroyecto presentado constituye un serio retroceso respecto de la actual legislación despenalizadora, ya de por sí injusta. Por tanto, de acuerdo con la doctrina de la Iglesia, ningún católico coherente con su fe podrá aprobarla ni darle su voto” Los obispos se quejan también de la indefensión en la que quedarían los profesionales sanitarios que quisieran ejercer su derecho "justo" a la objeción de conciencia. Martínez Camino, el portavoz de la Conferencia, recordó la excomunión inmediata y automática de cualquiera "que participe directamente en un aborto que relamente se ejecute", es decir, como mínimo, de la mujer que aborto y los médicos que lo practiquen.En un artículo reciente Juan José Tamayo, presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, decía: “Apenas una palabra sobre la crisis económica o una referencia a los sectores que más están sufriendo y sufrirán los efectos de dicha crisis. Parece que esos temas no entraban en la agenda ni del Vaticano ni del Gobierno, cuando están en el centro de las preocupaciones de los ciudadanos y en el escenario internacional, y constituyen el núcleo del cristianismo. ¡Qué alejamiento de la realidad y del Evangelio!”Por otra parte no puede entenderse el enfrentamiento sin partir de dos fuerzas sociales y de clase enfrentadas por coger las riendas del país. No es que el PP “dirija” la Conferencia Episcopal, o que ésta se pliegue a los objetivos de Rajoy, es que sirven a intereses comuness, aunque puedan en momentos, ir por separado, como ha intentado puntualmente el líder popular para evitar el excesivo rechazo de la parte más progresista de sus electores.Por último. No se trata aquí sobre el tema del aborto en sí mismo, sino desde donde se trata; como dice Tamayo “el centro de las preocupaciones de los ciudadanos”. No es el aborto. Sino no tener la opción de tener familia numeorsa… si se quisiese. De eso se trata, de poder elegir.