Estamos en 2022, el año del centenario de dos hechos clave en la historia de la literatura contemporánea. En 1922 se produjo, en efecto, la muerte de Marcel Proust y salió a la luz la primera edición del Ulises de Joyce. Tanto En busca del tiempo perdido como la genial obra del escritor dublinés figuran como hitos fundamentales de la escritura literaria; aunque se las cita constantemente, sin embargo son dos obras poco leídas. Intimida el esfuerzo que requiere su lectura, meses, a veces años de dedicación, para alcanzar los 8.000 metros de su cumbre. ¿Lectura veraniega entonces? Sí, si uno quiere empezar un largo camino haciendo una primera etapa. ¿Cómo? Asomándose al primer tomo de En busca…, Por el camino de Swann, y leyendo sus dos primeras secciones: Combray (donde Proust hace emerger prodigiosamente el recuerdo de su infancia del sabor de una magdalena en una taza de té) y Unos amores de Swann (donde el lector recibirá un primer impacto acerca de la singular y hondísima teoría proustiana sobre el amor). Y lo mismo puede hacerse con el Ulises (para el que recomiendo la traducción de José María Valverde para Lumen): una primera etapa consistiría en leer los tres primeros capítulos que conforman la primera parte del libro, la que tiene como protagonista a Stephen Dedalus (para muchos el alter ego del autor). Estoy convencido de que la experiencia resultará tan estimulante para muchos lectores como lo es para el caminante hacer una etapa del camino de Santiago. La mayoría, luego querrán seguir.
En 1922 murió Marcel Proust y salió a la luz la primera edición del Ulises de Joyce
Para los que no quieran hacer este homenaje a la gran tradición literaria, recomiendo sumergirse directamente en las novelas de dos de las grandes escritoras de lengua española del momento: La memoria del alambre, de la valenciana Bárbara Blasco (Tusquets, 2022) y Trilogía de la pasión, de la argentina Ariana Harwicz (Anagrama, 2022). Son dos libros donde el lector va a encontrar los ingredientes básicos de una buena narración: intensidad narrativa y argumental, imágenes literarias muy potentes, un lenguaje preciso y muy trabajado y visiones bastante hondas (y a veces perturbadoras) de la condición humana y del mundo en el que vivimos. De estilo muy diferente y situadas en contextos bastante dispares, son obras capaces de colmar al lector más exigente. En el caso de la Trilogía de la pasión, el libro reúne además las tres novelas breves, escritas entre 2012 y 2015, con las que Harwicz marcó un hito singular en un panorama literario tan complejo y tan rico como el argentino: Matate, amor, La débil mental y Precoz. Todo un lujo.
Igualmente recomendable es la última novela del gran escritor centroamericano Horacio Castellanos Moya: El hombre amansado (Random House, 2022), donde se continúan las peripecias de un salvadoreño emigrado en EEUU, que ya protagonizó su obra maestra Moronga (2018), y en la que insiste en los temas de la violencia, el desarraigo, la paranoia, y la imposibilidad de encontrar un lugar donde la existencia no les sea siempre negada, un refugio donde olvidar la persecución, las frustraciones y la amenaza de la locura.
Entre los muchos buenos libros de relatos que se han publicado este año, quizá merecería la pena decantarse por la escritora boliviana Liliana Colanzi y su Ustedes brillan en lo oscuro (Páginas de Espuma, 2022), libro galardonado con el Premio Ribera del Duero, y en el que la autora va construyendo mundos extraños aunando las claves de ciencia ficción y realismo para llevar a cabo una crítica que nos sitúa ante el desconsuelo e inquietud de la vida.
En el campo del ensayo, convendría perderse durante un tiempo por las magníficas, entretenidas e ilustrativas páginas de La condición despistada (Candaya, 2022), del profesor y ensayista Jesús García Cívico, un trabajo único e insólito que recorre todos los aspectos, recovecos y posibilidades del despiste (desde el mítico de Epimeteo, el titán que se distrae, con consecuencias funestas, en el momento de la creación del hombre, hasta el muy filosófico y trascendente “olvido del ser” de Heidegger), y pone la “condición despistada” ante el espejo de nuestra cultura y nuestra sociedad, otorgándole un espacio muy relevante y lindando casi con la reivindicación frente al mundo de lo clausurado, lo administrado y lo inamovible. El “despiste” es una puerta abierta a la libertad, aunque cruzarla pueda ser muchas veces doloroso.
2022: año del centenario de dos hechos clave en la historia de la literatura
Respecto a la poesía, me atrevo a recomendar al lector el recién publicado número 100 de la histórica revista literaria Barcarola. Allí el lector puede encontrar no solo una magnífica selección de inéditos de casi 50 poetas contemporáneos, sino también un impresionante dossier, de 150 páginas, dedicado íntegramente a la figura y a la poesía de Antonio Gamoneda, premio Cervantes de literatura y una de las potencias líricas más destacadas de nuestro tiempo, elaborado por una quincena de especialistas en la obra del poeta leonés. Una verdadera joya.
Por último en el campo de la historia, no puedo sino apostar decididamente por el libro El sueño de Ulises: El Mediterráneo, de la guerra de Troya a las pateras (Taurus, 2022), del historiador José Enrique Ruiz-Doménec, una ilustradora reflexión sobre nuestro mar como escenario de la historia y como ideal del mundo.