Según informa The Wall Street Journal, el Fondo Monetario Internacional (FMI) trabaja en una propuesta de cara a la próxima cumbre del G20 los días 3 y 4 de noviembre, que pondría a disposición de España e Italia una línea de crédito a corto plazo de 100.000 millones de dólares para prevenir un potencial contagio de la crisis griega.
A cambio de estas líneas de crédito, el FMI exigiría según los expertos, un fuerte ajuste en las mayores partidas presupuestarias del Estado y en aquellas que sean de más rápida ejecución.La primera de ellas, como ya insinuó la número dos del PP, Dolores de Cospedal, la semana pasada en una entrevista televisiva, consistiría en reducir 10.000 millones de euros en el gasto en subsidios de desempleo, rebajando las prestaciones tanto en el número total de parados que las perciben como en la cuantía de las mismas.«El FMI contempla una rebaja para el año 2012 de las actuales pensiones» Una de las propuestas que se baraja es que la indemnización por despido cuente como meses de prestación que le correspondería al parado. Es decir, si un trabajador recibe en su finiquito, indemnización por despido, el equivalente a cuatro meses de sueldo, no empezaría a cobrar la prestación por desempleo hasta transcurrido ese tiempo, que a todos los efectos contaría como subsidio de desempleo cobrado.La segunda medida que se contempla es una rebaja para el año 2012 de las actuales pensiones, con la que los expertos del FMI consideran que se puede producir un ahorro de 30.000 millones de euros. Se rebajarían de manera inversa a la edad (es decir, a más edad, menor reducción) y de forma progresiva según la cuantía de la pensión (es decir, a más pensión, más reducción). El dinero ahorrado (30.000 euros cada año) iría directamente a un Fondo especial para las futuras pensiones y no podría disponerse para gastar en ninguna otra cosa. Gracias a ello, los expertos del FMI calculan que podría abordarse una rebaja de las contribuciones empresariales a la Seguridad Social.La tercera medida contemplada es un aumento de las recaudaciones por los impuestos directos. Pero como su plan es reducir las cotizaciones sociales de los empresarios, este aumento sólo podría venir de una subida generalizada del IRPF, con lo que calculan que se podrían recaudar otros 30.000 millones de euros anuales.Un ajuste de 30.000 millones de euros en el gasto público, que al haber actuado ya sobre pensiones y desempleo, tendría que ir a cuenta de nuevos recortes en sanidad y educación, rebajas salariales a los funcionarios, despidos, etc…El 3 y 4 de noviembre se reúne en Cannes (Francia) la cumbre del G-20. Y en ella es donde, según el TWSJ, la directora gerente del FMI, Cristhine Lagarde, pretende alcanzar un consenso de las grandes potencias para aplicar la nueva línea de “créditos” a España e Italia. Habrá que estar muy atentos a lo que allí se cuece, pues ya se sabe que cuando hay asamblea de zorras, debe ponerse en guardia el gallinero. Y más con un presidente de gobierno que, a la espera de su retirada definitiva de la vida política activa tras el 20-N, ha emprendido un camino de descenso hacia el infierno de la entrega completa de la soberanía nacional, como se ha puesto de manifiesto con la reforma de la Constitución exigida por Merkel y la cesión de Rota al escudo antimisiles de Obama.