«A pesar del problema en el Mar Meridional China que existe durante largo periodo de tiempo, esta zona es la más activa de la navegación internacional y otras actividades marítimas, y la navegación libre en el mar no está amenazada. Casi todas las alertas de amenaza han prevenido de los EEUU, país muy distante de la zona disputada, en vez de los países alrededor del mar ni de la mayoría de los países desarrollados.»
En su artículo ublicado el domingo en la página web del rotativo Philipinne Daily Inquirer, Bobby Tuazon, estudioso del grupo filipino de expertos, el Centro Filipino de Estudio de la Participación Popular en el Poder, dice que es posible que se aproveche la disputa territorial para justificar el fabuloso presupuesto militar para la modernización de las fuerzas armadas filipinas, la compra de equipos militares y mantener el tratado militar firmado en 1999 por los EEUU y Filipinas. (DIARIO DEL PUEBLO) THE WALL STREET JOURNAL.- Dentro de unos días, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) pondrá fin a uno de sus principales programas para reactivar la economía. El esfuerzo, no obstante, ha hecho poco para resolver el problema original: las personas y el gobierno siguen gravemente endeudados. La incapacidad de los gobiernos y las familias en todo el mundo para reducir su deuda sigue ensombreciendo el panorama de las economías occidentales y la salud financiera de las personas. Las deudas hipotecarias y de tarjetas de crédito de los estadounidenses, por ejemplo, son más altas ahora que hace cinco años, lo que coincide con un deterioro del déficit fiscal del país. China, Diario del Pueblo Lo que está oculto detrás del clamor de “libre navegación marítima”… Chen Hu Al informar de las recientes disputas en el Mar Meridional de China, los medios estadounidenses han usado más el término “libre navegación marítima”. Al reunirse el 23 de junio con el canciller filipino Albert del Rosario, la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton expresó su preocupación por que los recientes sucesos en el Mar de China Meridional puedan socavar la paz y estabilidad de la zona, diciendo que están amenazados los intereses estatales de EEUU en lo referente a la libre navegación marítima y a la ley internacional. En los últimos meses, semejantes declaraciones y comentarios han aparecido con frecuencia en los principales medios estadounideses, según ellos, quizá, la vía fluvial internacional se encuentra en un peligro inminente. ¿Es realmente así? Según informó Xinhua l 26 de junio, al reunirse el consejero de estado chino Dai Bingguo y el enviado especial y el vice ministro de Vietnam Ho Xuan Son, ambas partes están comprometidas a resolver las disputas sobre el Mar Meridional de China a través de negociaciones y consultas pacíficas y amistosas. Los medios internacionales creen que esto muestra que las relaciones entre ambos países tienden a distenderse a pesar de la tensa situación en las últimas semanas. BBC reveló en su web que las armadas de EEUU y las Filipinas planeaban comenzar el 28 las maniobras conjuntas de 11 días en la zona disputada del Mar Meridional China. Analistas locales afirman que se trata de una postura de EEUU de apoyo a su socio en la referida zona. Los dos sucesos ocurridos casi simultáneamente muestran las dos vías de resolver los problemas: la primera muestra que los países alrededor del mencionado mar tienen la voluntad de resolver los problemas de manera pacífica y bajo la condición previa de eliminar las interferencias foráneas y que pueden resolver las disputas mediante las negociaciones bilaterales. Y la otra corrobora que con la interferencia foránea las disputas entre los países de la zona tienden a escalar, lo que empeora la situación. Entonces, ¿qué está oculto detrás de este fenómeno inusual? A pesar del problema en el Mar Meridional China que existe durante largo periodo de tiempo, esta zona es la más activa de la navegación internacional y otras actividades marítimas, y la navegación libre en el mar no está amenazada. Casi todas las alertas de amenaza han prevenido de los EEUU, país muy distante de la zona disputada, en vez de los países alrededor del mar ni de la mayoría de los países desarrollados. Prácticamente, no son pocos los sucesos semejantes en los asuntos internacionales. Se ven con frecuencia los casos de intervenir en los asuntos de otros países so pretexto de “la crisis humanitaria”, “la amenaza terrorista”, “el apoyo al movimiento por la libertad” y otros por el estilo. Y finalmente, los intervencionistas resultan beneficiados, y a los países involucrados y las zonas vecinas solo les queda sufrir el caos causado por la guerra y la turbulencia. En su artículo publicado el domingo en la página web del rotativo Philipinne Daily Inquirer, Bobby Tuazon, estudioso del grupo filipino de expertos, el Centro Filipino de Estudio de la Participación Popular en el Poder, dice que es posible que se aproveche la disputa territorial para justificar el fabuloso presupuesto militar para la modernización de las fuerzas armadas filipinas, la compra de equipos militares y mantener el tratado militar firmado en 1999 por los EEUU y Filipinas. “¿Acaso esto no es precisamente lo que desean los belicistas del Pentágono que trabajan por formar un cerco estratégico contra China, valiéndose de los tratados militares firmados con Filipinas y otros países del Este Asiático para fortalecer y ajustar el despliegue de sus fuerzas armadas?”, y “¿No es ésta la fuente de mayor tensión y conflictos en el Mar Meridional China?”, pregunta el erudito filipino. DIARIO DEL PUEBLO. 29-6-2011 EEUU. The Wall Street Journal El excesivo endeudamiento complica la recuperación gobal Tom Lauricella Dentro de unos días, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) pondrá fin a uno de sus principales programas para reactivar la economía. El esfuerzo, no obstante, ha hecho poco para resolver el problema original: las personas y el gobierno siguen gravemente endeudados. La incapacidad de los gobiernos y las familias en todo el mundo para reducir su deuda sigue ensombreciendo el panorama de las economías occidentales y la salud financiera de las personas. Las deudas hipotecarias y de tarjetas de crédito de los estadounidenses, por ejemplo, son más altas ahora que hace cinco años, lo que coincide con un deterioro del déficit fiscal del país. Al mismo tiempo, los gobiernos europeos se han visto obligados a concederle miles de millones de euros adicionales en ayuda a Grecia para mantenerla a flote. Es probable que los coletazos se sientan durante años, en la forma de un crecimiento desigual, una mayor intervención de los gobiernos en los mercados (como la decisión de la semana pasada de los países consumidores de petróleo de liberar más crudo) y frecuentes vaivenes en los mercados financieros. Círculo vicioso El problema fundamental es que para revertir la tendencia a acumular deuda se necesita una combinación de recortes de gastos, mayores ingresos o un repunte de la economía, e inflación. Sin embargo, los salarios se han estancado y los precios de las viviendas, el origen de buena parte del problema de deuda en EE.UU. y otros países desarrollados, siguen cayendo. Mientras tanto, en un círculo vicioso, las empresas no están contratando ni invirtiendo porque saben que los consumidores ya agotaron sus recursos. Los bancos, por su parte, están acumulando efectivo y son conservadores con los nuevos préstamos. A diferencia de lo que suele ocurrir después de recesiones típicas, limitarse a bajar las tasas de interés no ha sido suficiente para volver a la senda del crecimiento, dicen los economistas. Los esfuerzos de los bancos centrales impulsaron los mercados financieros en el corto plazo —haciendo subir los precios de las acciones y bajando significativamente las tasas de interés— pero no han logrado que los consumidores y los gobiernos reduzcan sus deudas. Más bien ha ocurrido todo lo contrario. El menor costo de los préstamos ha permitido que individuos y gobiernos demoren la adopción de medidas para cambiar la forma de gastar y ahorrar. Dadas las dificultades para pagar las deudas, "hay que hacerse a la idea de que a los mercados les va a llevar mucho tiempo ajustarse y que la economía tardará en volver a tener una base sólida", dice Tom Luster, director de investigación sobre bonos con grado de inversión en Eaton Vance Investment Managers. Carmen Reinhart, investigadora del Instituto Peterson de Economía Internacional, ha dicho que la experiencia de crisis financieras pasadas sugiere que la eliminación de las deudas toma en promedio siete años, y que los niveles de endeudamiento no se reducen significativamente hasta tres años después de una crisis. Reinhart estudió 15 crisis financieras posteriores a la Segunda Guerra Mundial y encontró que en siete de ellas hubo una recaída en la recesión. Según la investigadora, la actual debilidad económica evidencia una característica del paisaje post-crisis financiera a la que inversionistas y empresas deben acostumbrarse: "La capacidad de absorber shocks que en condiciones normales se podían resistir… es mucho más limitada", sostiene. Desde el segundo semestre de 2008, ha habido repetidos intentos de bancos centrales y gobiernos de amortiguar el impacto del proceso de reducción de deudas. En EE.UU., estas iniciativas incluyeron la primera ronda de la llamada relajación cuantitativa, programa en el que la Fed esencialmente se dedicó a imprimir dinero a través de la compra de más de US$1 billón (millón de millones) en valores respaldados por hipotecas. Ha habido múltiples rondas de estímulo por parte del gobierno federal. El Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra también recurrieron a programas de flexibilización cuantitativa. Panorama sombrío Esta semana, la Fed pone punto final a su segunda ronda de relajación cuantitativa, conocida como QE2, que inyectó US$600.000 millones en los mercados financieros desde fines del año pasado. Desde agosto de 2008, la Fed ha inundado los mercados con casi US$2 billones. Sin embargo, los consumidores de EE.UU tienen una deuda 37% más alta por tarjetas de crédito, compras de autos y otras responsabilidades no hipotecarias que hace diez años, sin ajustar a la inflación, de acuerdo con la Fed. Eso es 6% menor que el máximo de US$2,6 billones que registró en septiembre de 2008, pero la mayor parte de ese declive ocurrió en los primeros doce meses. En el último año, el crédito a los consumidores ha estado esencialmente invariable en alrededor de US$2,4 billones.Las cifras son especialmente descorazonadoras cuando se analizan las deudas hipotecarias. Casi 23% de las deudas hipotecarias superan el valor de las viviendas que las originaron, de acuerdo con datos de J.P. Morgan Chase. Mientras tanto, hay todavía más deudas hipotecarias pendientes que hace cinco años, aproximadamente US$9,9 billones, según la Fed. El resultado es que a los consumidores les resulta más difícil conseguir líneas de crédito o vender sus casas. Bombear dinero al sistema financiero "no elimina la necesidad de que el sector privado también se sanee", observa Dominic Wilson, economista jefe para mercados globales del banco de inversión Goldman Sachs Group Inc. "Seguimos enfrentando los vientos en contra de una economía que pasa apuros para levantarse sin estímulos". En el frente fiscal, las perspectivas están empeorando. La relación deuda-Producto Interno Bruto en EE.UU. llegará a 100% este año, superando el 62% de 2007, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). El centro neurálgico de Europa también está viendo cómo empeoran sus cuentas. Se espera que la relación entre la deuda y el PIB en Alemania llegue a 80% este año, por encima de 65% en 2008. En Francia, ascenderá a 88%, por encima del 64% de 2008, según el FMI. Fuerte contraste La Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU. pronosticó la semana pasada que el volumen de la deuda soberana llegará a su máximo en relación al tamaño de la economía desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Este entorno marca un fuerte contraste con la denominada "Gran Moderación" de fines de la década de los 80 y los 90 cuando los ciclos de alzas y bajas eran menos pronunciados. Esa capacidad de resistencia "tenía mucho que ver con una mayor facilidad para acceder a los mercados de crédito", señala Jason DeSena Trennert, estratega jefe de inversión en Strategas Research Partners. "Sin los beneficios de ese colchón, la volatilidad del crecimiento económico será mayor", advierte. El desequilibrado desempeño económico se traduce en frecuentes cambios de ánimo muy pronunciados en los mercados. Wilson, de Goldman Sachs, dice que eso es más evidente en los mercados de bonos a corto plazo. THE WALL STREET JOURNAL. 27-6-2011