Vox se fundó con un millón de euros del exilio iraní

La financiación americana de VOX

Vox se ha colado en todas las salsas de la campaña electoral, en las tertulias y en todos los medios… Pero nadie habla de un temas que solo algún medio destapó después de las elecciones andaluzas y que parece estar encerrado bajo siete llaves en el cajón de “lo que no se debe hablar” estas elecciones. Nadie habla de la financiación extranjera de Vox.

“Vox se fundó con un millón de euros del exilio iraní”. Así titulaba el diario El País un artículo el pasado 21 de enero: Según la información publicada por el diario, el partido de la ultraderecha no solo financió con 800.000 euros aportados por los “seguidores de un grupo iraní” el 80% de su campaña electoral en las europeas de 2014, sino que las donaciones de ese grupo sirvieron también para financiar a Vox desde el mismo momento de su nacimiento.

La primera transferencia exterior se hizo el mismo día que se inscribió en el registro de partidos políticos el 17 de diciembre de 2013. Y las donaciones extranjeras continuaron hasta el inicio de la campaña electoral en abril de 2014.. Casi un millón de euros que sirvieron para pagar desde la fianza, el alquiler y el mobiliario de la sede central en Madrid, hasta el sueldo de Santiago Abascal, actual presidente.

Según El País, la cuenta de Vox recibió 146 donaciones de  “más de una quincena de países –entre los que destacan Alemania, Italia, Suiza, EEUU y Canadá-“, todos ellos partidarios del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), una organización que hasta 2012 era considerada como una organización terrorista por EEUU.

El diario cita como fuente de su información “la hoja de cálculo secreta de las donaciones a la que ha tenido acceso El País”. Y su veracidad está reconocida por los propios dirigentes del partido ultra. Alejo Vidal-Quadras, procedente del PP, primer presidente y candidato en 2014, ha reconocido que “Santiago Abascal estaba al corriente de todo. Estaba encantado con la financiación iraní”.

Abascal aseguró tras divulgarse la noticia que “los donativos fueron legales” porque así lo habría refrendado el Tribunal de Cuentas. Una mentira corroborada por el Tribunal de Cuentas al País y el Mundo, ya que Vox no obtuvo diputados en esas elecciones y “la ley no obliga a auditar la contabilidad de los partidos que no obtienen representación”.

¿Pero quiénes son estos extraños iraníes, que por absurdo e increíble que parezca financian el parto, la puesta en marcha, los sueldos y las campañas de un partido ultra en España?

El CNRI es un oscuro grupo de “oposición iraní” bajo el que se cobija otro grupo armado, el Muyahidin-e Jalq (MJ). Hasta 2012 figuró en la lista de organizaciones terroristas de EEUU. También estuvo incluido entre las organizaciones terroristas por la UE.

Diversos medios internacionales cifran en miles de muertos sus acciones terroristas, entre 12.000 y 17.000 muertos desde su fundación en 1965. Actuaron al servicio de Sadam Hussein en la guerra contra Irán. La cadena norteamericana NBC, citando información de los servicios secretos, vincula al MJ con el asesinato de cinco científicos nucleares iraníes en 2012 organizada por el Mossad israelí.

La invasión de Irak lo cambió todo. La Administración norteamericana pasó a considerarlos “personas protegidas” y permitió su continuidad en la Base Ashraf. En 2012 EEUU no solo retira a CNRI del listado terrorista, sino que permite el traslado de su sede central a Albania.

Con la llegada a la Casa Blanca de Trump y de los ideólogos de la nueva línea, John Bolton y Steve Bannon, “muchos halcones de Washington parecen haber puesto sus esperanzas en el CNRI para liderar una futura transición en Irán”, según documenta un artículo publicado en El Confidencial.

Ahora CNRI celebra reuniones todos los años en las afueras de París donde las “estrellas invitadas” son los nuevos halcones de Washington como el asesor de seguridad nacional John Bolton, el abogado de Trump y ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, exdirectivos de la CIA  y presidentes y políticos de los países “donantes”, pero con asistencia de expresidentes como Aznar y Zapatero.

Según la ley de Régimen Electoral, «queda igualmente prohibida la aportación a estas cuentas de fondos procedentes de entidades o personas extranjeras». O sea, las donaciones del exilio iraní fueron ilegales. Pero más allá de eso ¿por qué en cada debate, cada tertulia…, no se dice cuál es el origen de Vox, su financiación, el aliento extranjero, norteamericano sobre todo, en la cuna de nacimiento de estos patriotas bajo “bandera de barras y estrellas”?