El gobierno negocia con Estados Unidos la acogida de cinco resos de Guantánamo en vez de los dos inicialmente anunciados por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.Zapatero da un paso más para cumplir con su propia máxima copiada del presidente John F. Kennedy: “No debemos preguntarnos lo que Obama puede hacer por nosotros, sino lo que nosotros podemos hacer por Obama”.Mientras el resto de países europeos como Francia, Italia o Portugal apenas se comprometen a la acogida de uno o dos presos, Zapatero se ha erigido en abanderado de la acogida de presos.Pero la acogida de presos de Guantánamo no es más que una muestra más de la subordinación que Zapatero hace de nuestro país a la nueva estrategia norteamericana, cuya manifestación más evidente es el envío de nuevas tropas -511 soldados más- a la guerra de Afganistán.Zapatero no acoge más presos de Guantánamo como contribución a la lucha contra la tortura y los delitos imperialistas contra los derechos humanos perpetrados por la CIA y otras agencias secretas norteamericanas, sino como demostración de subordinación. De echo, Guantánamo no se cierra mientras no le interese a la administración norteamericana, 190 prisioneros seguirán presos indefinidamente y un número indeterminado van a ser juzgados por tribunales militares yanquis. Zapatero calla ante lo que Guantánamo significa mientras cumple los deseos del nuevo emperador “Nobel de la Paz”.