Se puede decir que el debate entre las fuerzas parlamentarias, una de las citas claves de la campaña electoral, fue un paseo para Susana Díaz. Ni siquiera las agrias críticas sobre los casos de corrupción por los ERES descoloraron a la candidata. La disputa entre PP y Cs y la indolencia de Teresa Rodríguez marcaron un debate que se dejó fuera los temas más importantes.
Ninguno de los candidatos puso negro sobre blanco lo importante en el bloque de economía. Si Andalucía es la tercera comunidad que más riqueza genera, ¿por qué es la 17ª en renta per capita? ¿Dónde está el dinero? Aunque se levantaba la bandera de la precariedad, ningún candidato planteó ninguna medida de redistribución de la riqueza concreta para crear empleos productivos vinculados a la reindustrialización y a la modernización del tejido productivo. El debate manifestó la nula voluntad de los candidatos de poner los recursos de Andalucía al servicio de las necesidades de la región y de la población.
La alternativa no pasa por dar una ocupación a los parados, como se defendió tímidamente en el debate, ni de bajar los impuestos, sino por poner en tensión todas las potencialidades de Andalucia para crear otro modelo económico, productivo y energético para Andalucía.
La defensa del PP de que aumente la inversión extranjera con lo que supone de expolio de riquezas no se encontró sorprendentemente con la oposición y la denuncia de Teresa Rodriguez, como tampoco la venta al capital extranjero de empresas estructurales como la aceitera Deoleo y la eólica Abengoa, solo hubo tímidas alusiones a Cabify.
A pesar de que el paro fue uno de los centros del debate, la reforma agraria integral y los problemas estructurales del campo contra el paro y el subempleo de los 131.000 jornaleros andaluces no tuvieron ninguna cabida en el debate, en una comunidad con una importante actividad ganadera y agrícola.
Ni la inmigración o la participación de Andalucía en la política de guerra de EEUU fueron mentados en el debate. El presidente del PP, Pablo Casado, se ha presentado en Andalucía para volver a pedir que Estados Unidos instale en Rota la sede operativa de la Sexta Flota, pero para los sectores más a la izquierda, como se manifestó en el debate, las bases americanas son un tema tabú.