Debate del Estado de la Nación

Lo que la nación y el pueblo necesitamos es otra cosa

¿Cómo que no estamos intervenidos? ¿Entonces por qué se pasean los "hombres de negro" de la Troika por España impartiendo órdenes?

En el Debate sobre el Estado de la Nación «que se supone es la discusión con mayor calado polí­tico de toda la legislatura- han desaparecido el principal problema del paí­s y sus principales responsables. Entre el sorprendente triunfalismo de Rajoy y las crí­ticas de la oposición a «los excesos de un gobierno de derechas» han borrado el saqueo exterior y la intervención polí­tica de Washington y Berlí­n. Y también han silenciado el sangrante atraco a la población por parte de la oligarquí­a española. Lo que la nación y el 90% necesitamos es otra cosa. Y no la vamos a encontrar en el Parlamento. Debemos tomar la iniciativa para imponer un programa de redistribución de la riqueza, ampliación de la democracia y defensa de la soberaní­a nacional.

Rajoy ha mentido descaradamente en el parlamento. Pero nadie se lo ha reprochado.

Ha comenzado su discurso recordando los titulares de la prensa extranjera de hace un año, donde se afirmaba que “España está cerca del abismo”. Y ha afirmado que, gracias a su política, “se ha evitado el rescate, se ha salvado a España de la intervención”. «Hay que poner al servicio del desarrollo del país y el bienestar de la población los enormes recursos que ahora monopolizan oligarcas y el capital extranjero»

¿Cómo que no estamos intervenidos? ¿Entonces por qué se pasean los “hombres de negro” de la Troika por España impartiendo órdenes? ¿O qué es el memorándum firmado con la UE para entregar 40.000 millones a la banca, y que es el auténtico programa de gobierno de Rajoy, impuesto desde fuera?

Lo primero que tienen que ocultar es que sufrimos un ataque que viene del exterior, de las principales potencias imperialistas encabezadas por la superpotencia yanqui y su virrey europeo, el imperialismo alemán. A través de él buscan degradar políticamente a España y aumentar su capacidad de intervención sobre nosotros con el objetivo de saquear al 90% de la población y apoderarse de la riqueza del país.

Es cierto que se ha evitado caer al mismo escalón que Grecia o Portugal, pero ha sido a cambio de que el gobierno de Rajoy aceptara el grueso del proyecto hegemonista, ejecutando los recortes contra la población y entregando las riquezas españolas a precio de saldo al capital extranjero.

Rajoy también ha mentido cuando ha afirmado que “gracias a la reforma laboral, en 2014 veremos creación neta de empleo”. Se ha ralentizado el ritmo de destrucción de empleo, pero a costa de más precariedad, menos empleo fijo y salarios más bajos.

El presidente del gobierno nos ha engañado cuando ha presentado como “medidas estrellas” de “rebaja de impuestos” que los trabajadores que ganen menos de 12.000 euros no pagarán IRPF, o que, para incentivar el empleo, se aplicará a las empresas una “tarifa plana” de 100 euros en las cotizaciones a la Seguridad Social.

Porque los trabajadores con salarios inferiores a 11.266 euros ya están exentos del IRPF. Y esta medida en ningún caso compensa los 172.000 millones que hemos perdido desde 2010 a causa de las rebajas salariales, los recortes y las subidas de impuestos.

Y porque las pymes o los autónomos no necesitan una pequeña rebaja en las cotizaciones sociales, sino poder tener acceso al crédito que la gran banca les niega.

La reforma fiscal que necesitamos no es la que ha empezado a presentar Rajoy. Sino la que acabe con el escándalo de que bancos y monopolios paguen solo el 3,5% de sus beneficios… cuando deberían pagar el 30%.

Pero la solución a los desmanes de Rajoy no está en la oposición. Cuando Rubalcaba repite una y otra vez que “otra política es posible”, recordamos que fue él, como vicepresidente de Zapatero, quien encendió la maquinaria de los recortes.

Pero es que, además, la principal crítica que Rubalcaba hace a Rajoy es que “la crisis es una coartada de la derecha para hacer lo que siempre han querido hacer”:

E incluso se atreve a decir que si España está mejor que hace un año “es gracias a Mario Draghi (presidente del Banco Central Europeo) y al cambio de prioridades en la UE, que han traído la recuperación a toda Europa”.

¿Eso es lo que nos propone Rubalcaba? ¿Entregar “la recuperación” al mismo hombre de Goldman Sachs y Merkel que nos ha hundido?

Pero también las alternativas de izquierdas contra el bipartidismo se confunden y nos confunden a todos. Porque extravían el blanco y nos llevan a un callejón sin salida.

Cayo Lara, por parte de IU, denunció que Rajoy “viola los derechos humanos con sus políticas”. Y le acusó de estar “completamente alejado de la realidad y de los problemas que sufren los ciudadanos”, presentando “un relato de Alicia en el País de las Maravillas Neoliberales”.

El portavoz de Iniciativa per Catalunya, Joan Coscubiela, fue más directo, al acusar a Rajoy de “amparar un capitalismo confesional, rentista y parásito”.

¿Pero es que puede existir un “capitalismo laico, productivo y redistribuidor”?

El problema de Rajoy no es que sea “de derechas” o “neoliberal”. Sino que es el representante político de los intereses del hegemonismo y la oligarquía. Por eso acepta el saqueo y la intervención de Washington y Berlin, o permite que la oligarquía española vampirice al país y la población.

Lo que necesitamos es una alternativa que no se plantee “limitar los desmanes neoliberales” o “poner freno a los excesos de la derecha”, sino que ponga al servicio del desarrollo del país y el bienestar de la población los enormes recursos que ahora monopolizan oligarcas y el capital extranjero.