Barrenderos y jardineros han conseguido, manteniendo firme su lucha, doblegar a tres de los mayores monopolios del país -ACS, FCC y OHL-, obligándoles a renunciar a los despidos y una draconiana rebaja salarial. Reproducimos íntegra la entrevista hecha por la revista Chispas a Francisco José Palacios, responsable del sindicato de Limpieza Viaria de Madrid de CGT y miembro del Comité de Empresa.
A veces se dice sí se puede, vosotros lo habéis hecho. Felicitaros primero por el resultado de vuestra lucha, por el acuerdo conseguido, supongo que el conjunto de los trabajadores estará celebrándolo como lo que es, un triunfo en toda regla…JP: Evidentemente.En la rueda de prensa remarcaste que esta lucha tiene que servir para que otros sigan este camino y no resignarse. ¿Qué enseñanzas sacáis de vuestra lucha?«Incluso haciendo recortes las concesionarias ganan beneficios» JP: Lo primero es que en nuestro caso particular se dan circunstancias que nos han facilitado el trabajo. ¿Cuál? Que si nosotros no trabajamos se nota, así de sencillo. Hay otros compañeros que, por desgracia, en su fábrica o en su sector no lo tienen como nosotros. Si cierra un bar, una peluquería, o empresas como Edesa o Fagor, la fábrica deja de funcionar, no se hacen más electrodomésticos pero no pasa nada más que eso.A nivel sindical, CGT habéis defendido siempre una línea unitaria, asamblearia y combativa; el hecho de que el movimiento haya sido democrático ¿es lo que ha permitido aguantar la lucha hasta el final y que se ganara?JP: Antes de que se iniciara la lucha, los dos sectores, los de limpieza viaria y jardinería, estaban completamente al tanto de cómo iban las negociaciones en cada uno de los casos. En cada centro de trabajo, ha habido una información diaria y continua. En cada centro los trabajadores sabían lo que estaba pasando. Es fundamental que no haya oscurantismo en ninguna negociación y que la gente sepa en todo momento qué es lo que se está haciendo y cuáles son las situaciones que se van dando.En este caso en particular también se dan condiciones especiales, en los dos sectores. Las anteriores luchas han sido para conseguir mejoras salariales, económicas o sociales. Esta es la primera vez que nos encontramos ante una lucha totalmente diferente, por la que ya han pasado millones de trabajadores pero nosotros todavía no. Es la primera vez que nos pasa.Algo así recuerdo que ha pasado recientemente en el aeropuerto de Barajas, donde también estuvimos en dos concesionarias en huelga, que también estuvo CGT presente, y yo personalmente, en ellas. En universidades también ha habido que entrar en este tipo de lucha contra los recortes. Todas las administraciones y empresas contratadas para dar los servicios están haciendo lo mismo en todos los sectores. Se están dando las mismas condiciones en todos los sitios,recortes en los servicios, a las empresas les da igual, entran en el recorte y luego nos lo hace pagar a nosotros, los trabajadores y los usuarios.«Es fundamental que no haya oscurantismo en ninguna negociación y que la gente sepa en todo momento qué es lo que se está haciendo» Ya habíamos tenido otras peleas de ese tipo anteriormente, pero esta vez han sido miles de trabajadores los metidos en la lucha. En otros casos son muchos menos.Ana Botella afirma que hay que cambiar la ley de huelga para que los ciudadanos no sufran los efectos de la huelga. Sin embargo vosotros agradecéis al pueblo madrileño su apoyo. ¿Cómo lo habéis sentido?JP: Lo hemos comprobado en muchos mensajes de apoyo; porque ha habido manifestaciones en algunos de los barrios en apoyo a nuestra lucha; en especial las asociaciones de vecinos que nos han expresado su gratitud porque la pelea siga adelante, porque ven que la gente no se amolda a lo normal que es rendirse, ven que peleas que aguantas todo los chaparrones que te van cayendo, y en muchos casos nos han llamado para que fuéramos a dar charlas a sus locales para informar al barrio, o sea, lo más cerca posible de los propios ciudadanos, de cuáles eran nuestras premisas, nuestras problemas y del por qué la única opción que nos ha quedado era la de hacer una huelga.Sobre todo en la limpieza, da igual que sea en la recogida de basuras, en la limpieza de las calles, de hospitales, de universidades y centros de enseñanza, las huelgas perjudican irremediablemente a los ciudadanos. Pero es que no tenemos otra manera de reivindicar, tenemos que parar. Y eso son problemas para los usuarios, ojalá pudiéramos pelear sin que eso ocurriera, pero es imposible.En el fondo esta es una lucha para que mejore un servicio que se está viendo degradado por los recortes. Esa es otra. Nuestra dura lucha no ha sido sólo para defender nuestras condiciones. Ha sido para mantener nuestros puestos de trabajo, nuestras condiciones y por supuesto el servicio. Que si nos echan a más de mil compañeros el servicio se deteriora y muchísimo. Y ya está deteriorado. En los últimos tres años hemos perdido ya más de dos mil personas entre los servicios de jardinería y limpieza viaria del ayuntamiento de Madrid. Eso es mucha gente, y ahora quieren perdermuchos más. Incluso haciendo recortes las concesionarias ganan beneficios. Esto es un negocio entre las concesionarias y el Ayuntamiento de Madrid.¿Por qué entre ellos? Porque el Ayuntamiento al final se sale con la suya, eso es, recortar los gastos. Lasempresas por su lado siguen haciendo su negocio al quedarse con los contratos del Ayuntamiento y al final ganan lo que tienen que ganar. Y la factura de que no pierdan la pagamos nosotros y los vecinos de Madrid. Es así. Las calles acaban más sucias, o se limpian menos.Hay que tener muy poca vergüenza para hacer las declaraciones que ha hecho Ana Botella inmediatamente después del acuerdo, al decir que esto ha sido gracias a la reforma laboral que ha aprobado el PP, por la flexibilidad que da. Pero la verdad es que con la reforma laboral que han hecho quieren que todos los trabajadores, con la amenaza encima de sus cabezas de perder el puesto de trabajo que es lo más sencillo pero lo más cruel que se les puede hacer, acepten bajar hasta límites insospechables sus condiciones laborales. Y nosotros, al fin y al cabo, ¿qué hemos hecho? Rebelarnos contra eso. Lo que hemos hecho, contra lo que diga Ana Botella, es pasar por encima de la reforma laboral.¿Dónde está la siguiente batalla?JP: Seguramente en hacer cumplir los pactos. Ya nos lo han demostrado en otras muchas ocasiones. De hecho, una de las cosas que se han resuelto en este conflicto es el pago de los atrasos del convenio anterior de limpieza viaria, que las empresas no habían efectuado. Con eso hemos empezado, no con las condiciones del nuevo convenio. Sino con un convenio que no se había finiquitado. Y lo hemos conseguido. Así que la batalla final va a ser en hacer cumplir los acuerdos. Y luego, ayudar a compañeros que van a estar en la misma situación que nosotros a que puedan salir adelante.Seguramente serán los de la recogida de basuras.¿Quieres añadir algo más?JP: Importante es pedir disculpas a aquellos que se hayan podido ver perjudicados por nuestra lucha; que entiendan que no teníamos otra manera de defender los derechos nuestros y que el servicio de limpieza y jardinería siga siendo de calidad en Madrid; y agradecer a todos aquellos colectivos que nos han ayudado, nos han apoyado y han entendido que no teníamos otra alternativa para luchar por nuestro empleo, tener un futuro y que nuestros hijos puedan sentirse orgullosos.