Hablamos con el profesor Vicení§ Navarro sobre «Lo que España necesita» (Ediciones Deusto), escrito junto a Juan Torres y Alberto Garzón, con quien publicó también «Hay Alternativas». Difundidos por la web, salvando las dificultades editoriales, el pensamiento vertido en estos libros forma parte de la lucha contra el discurso único en torno a las alternativas para salir de la crisis.
Vicenç Navarro es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, en la Universidad Pompeu Fabra, y profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU). Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University, y dirige también el Observatorio Social de España.Se exilió por razones políticas, viviendo y trabajando en diversos países, como Suecia, Gran Bretaña y EEUU. Fue Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona. Ha asesorado a las Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud y a muchos gobiernos incluyendo: el gobierno chileno de Salvador Allende, el gobierno cubano (en su reforma sanitaria), el gobierno socialdemócrata sueco, el gobierno socialista español, los gobiernos tripartitos y “d’entesa” catalanes, así como al gobierno federal de EEUU, habiendo sido miembro del grupo de trabajo sobre la reforma sanitaria de la Casa Blanca.Ha publicado 24 libros que han sido traducidos a varios idiomas. En 2002, recibió el premio de ensayo de la Editorial Anagrama por su libro Bienestar Insuficiente, Democracia Incompleta. De lo que no se habla en nuestro país. Según la Agencia de Información Científica Internacional de la Universidad de Pensilvania (Lauder Institute of Management and International Studies), el profesor Navarro es uno de los científicos españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales.Ustedes plantean en el libro que debería dejarse caer a los bancos en quiebra, nacionalizarlos y recuperar las Cajas de Ahorro. ¿Qué supondrían estas medidas en beneficio para el conjunto de la sociedad, frente a qué pérdidas supone la actual política?Una de las medidas más erróneas que han ocurrido durante esta crisis ha sido “las ayudas” a las instituciones financieras. Hay que darse cuenta de que tales instituciones han recibido ya unas ayudas equivalentes a un 10% del PIB de España. Además, desde diciembre, el Banco Central Europeo ha prestado a unos intereses muy bajos, un 1%, casi 500.000 millones de euros, junto con los bancos italianos. Y ahora se está hablando de 30.000 millones más hasta alcanzar un límite de 100.000 millones. Y mientras, el crédito ni existe ni se le espera. Es un escándalo.Es obvio que esa estrategia de ayudar a la banca no sirve para conseguir que la banca realice su función más importante, que justifica su existencia, que es la provisión de crédito. De ahí la enorme urgencia de que el sector público intervenga con el establecimiento de bancas públicas, tanto a nivel central como autonómico y municipal, así como el establecimiento de cooperativas de crédito que ayude a los ciudadanos y a las pequeñas y medianas empresas a conseguir el crédito que necesitan. Fíjense ustedes lo que podría haberse hecho con las enormes cantidades de fondos que se han dedicado a la banca privada.Abordan la necesidad de equipara los impuestos de la banca y las grandes fortunas a los de las pymes. ¿Qué supondría esta medida en ingresos para el Estado?«Lo que podría haberse hecho con las enormes cantidades de fondos que se han dedicado a la banca privada»La mejor información fiscal en este país procede de los técnicos de la Agencia Tributaria española (GESTA). Lo que debería hacerse no es sólo equiparar los impuestos de la banca y las grandes fortunas a los de las PYMES, sino homologarlas a lo que pagan tales entidades financieras y grupos de presión en la mayoría de países del centro y norte de Europa. No hay conciencia suficiente en este país de que el fraude fiscal está muy centrado en unos grupos muy minoritarios de la población, que incluyen las grandes fortunas, las grandes empresas que facturan más de 150.000.000 de euros al año y la banca, que es la mayor delincuente en el fraude fiscal a través de los paraísos fiscales. Es una vergüenza la complicidad que el Estado (y, por cierto, también los medios) tienen con los grandes defraudadores del fisco. La complicidad entre la banca y el poder político es un síntoma más de las enormes limitaciones de la democracia española.En esta misma línea, ¿sería posible abordar la misma política en torno a la distribución salarial, con máximos y mínimos?, y ¿dispone de datos para saber cuánto podría elevarse el salario medio?Las enormes diferencias salariales en la economía española no pueden justificarse por razones de eficiencia económica. Tales diferencias salariales son incluso mayores que en EEUU. Los dirigentes de las grandes empresas alcanzan unos niveles de ingresos que no tienen nada que ver ni con el mercado ni con la eficiencia económica, sino con las conexiones y relaciones interpersonales dentro de una camarilla limitadísima de poder. Una de las empresas más eficientes hoy en España es la Cooperativa de Mondragón en que el abanico salarial es de 6 a 1. Las mayores diferencias están en la banca, cuyo altísimo nivel de ineficiencia ha quedado demostrado con la crisis. Por otra parte, el salario mínimo de España es excesivamente bajo. En realidad, es de los más bajos de la UE-15.Tal y como afirman en el libro, y como se ha dicho después con el “rescate” de 100 mil millones impuesto a España y aceptado por el gobierno del PP, esto busca “rescatar a los bancos” para que “paguen su deuda con los extranjeros”. En los hechos las decisiones que nos afectan se toman fuera de España, ¿no?Es una vergüenza que los enormes recortes que se están dando en España se deban a que hay que pagar una deuda que la ciudadanía española nunca aprobó. Hoy gran parte de las políticas financieras y monetarias se toman en Bruselas y en Frankfurt con plena complicidad del Estado español, sin que al ciudadano normal y corriente se le consulte sobre tales políticas. En el libro mencionan las políticas llevadas a cabo en América Latina con la deuda, y recientemente muchas organizaciones, como Syriza en Grecia, o el 15-M en España, están poniendo encima de la mesa el término “deuda odiosa” y ejemplos de países como Ecuador. ¿Existen datos que puedan apuntar al volumen de “deuda odiosa” que tiene España?No puede obtenerse esa información porque no existe un análisis ni oficial ni privado de la distribución de la deuda española. Sólo hay estimaciones. Pero incluso de éstas se puede concluir que gran parte de esta deuda corresponde en este momento a intereses excesivamente elevados, intereses manipulados por el Banco Central Europeo, que es el que en definitiva define los intereses de esa deuda pública.