Italia gobernada por el eje Washington - Parí­s - Berlí­n

Libertí  vigilada

“Las instrucciones confeccionadas entre Parí­s, Berlí­n y Washington fueron entregadas a Berlusconi en sobre cerrado. El gabinete supranacional de crisis tuvo su bautismo de fuego”.

Italia ha pasado a formar parte del grupo de paí­ses con dificultades de la Unión Europea. En las últimas semanas, la prima de riesgo italiana superó a la española. El gobierno de Berlusconi, acorralado, ha anunciado un severo plan de ajuste que ahorrará 45.000 millones de euros. Los italianos se suman así­ a portugueses, irlandeses, griegos y españoles que estamos pagando con nuestras pensiones, sanidad, educación, y disminución de salarios y rentas, las exigencias de Washington, que Parí­s y Berlí­n se encargan de ejecutar en Europa. Paí­ses formalmente independientes, pero en realidad, gobernados por un directorio internacional con sede en Washington.

Las instrucciones confeccionadas entre París, Frankfurt, Berlín y Washington fueron entregadas a Berlusconi en sobre cerrado. El gabinete suranacional de crisis tuvo su bautismo de fuego”. Así cerraba su artículo el editorialista para asuntos europeos del diario italiano La Republicca, Federico Rampini. En él, y bajo el título El Tesoro USA entra en juego y pone al BCE de comisario de Berlusconi”, el articulista demuestra la existencia de un directorio extranjero gobernando la política italiana: EEUU, Francia y Alemania, con la intermediación del Banco Central Europeo y su director, Trichet, le han dictado a Berlusconi la agenda: “El BCE ha puesto Italia bajo su tutela. Trichet ya gobierna en Roma por mandato de Alemania y Francia”. Rampini nos desgrana, haciendo gala de la “finezza” italiana, los entresijos que precedieron a la decisión del BCE de comprar bonos italianos y españoles y que ha calmado, por el momento, la tormenta desatada en las últimas semanas sobre estos dos países. En su análisis, deja al descubierto las verdaderas relaciones de poder en la UE. Por su interés, reproducimos un amplio extracto del mismo, los textos en cursiva corresponden al citado artículo. La madre del duro plan de ajuste italiano: Wall Street sabe las órdenes que recibirá y ejecutará el gobierno de Italia; sus ciudadanos las ignoran “Son las 13.00 horas en Wall Street y falta hora y media para la rueda de prensa de Silvio Berlusconi en Italia. Un "gabinete de crisis" supranacional ha dado mandato al BCE para que sea este organismo quien fije la agenda del gobierno italiano. A saber: "Adelanto de los ajustes del déficit; respeto a los presupuestos constitucionales; liberalización de los mercados". La bolsa de Nueva York sabe de estas nuevas órdenes. Los ciudadanos italianos las ignoran. Así lo asegura la agencia Dow Jones, tras consultar fuentes del Tesoro norteamericano y de la Reserva Federal. Los índices de la bolsa comienzan a recuperarse.” Los recaudadores locales: Merkel y Sarkozy mantienen a los tributarios obedientes. “En la tarde noche del viernes, Barack Obama llama por teléfono a Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, a los que "agradece su liderazgo". A la medianoche hora italiana no había confirmación de conversación telefónica alguna con Berlusconi.” Receta del FMI “a la tailandesa” para Italia: intervención a cambio de ayudas. “El Secretario del Tesoro de los USA Tim Geithner (…) está familiarizado en este tipo de tesituras, ya que se formó en el FMI y en la diplomacia USA cuando los focos de crisis eran Tailandia, Argentina y Brasil. Para apagarlos, llegaban los expertos del FMI con los dictados del "Washington consensus" en sus maletines. Ponían bajo su tutela a gobiernos pocos fiables a cambio de ayudas. Esa es la misma receta que Geithner presentó a Berlín, París y Frankfurt para que fuera seguida en el caso de Italia.” Correveidiles de Washington: las instituciones europeas hacen llegar el mensaje. “El presidente de la UE, Herman Van Rompuy, y el comisario de Economía, Olli Rehn, fueron los encargados de adelantar a Berlusconi la decisión final: "Italia debe acelerar su plan de ajuste", sin otra posibilidad. Sarkozy y Geithner obligaron al primer ministro italiano a convocar la rueda de prensa.” Alemania se resiste, Francia se pliega. “Mucho más difícil fue convencer a Merkel. (…) Alemania se oponía a la compra de bonos, pero Sarkozy presionó de forma contundente a Berlín para que accediera a la petición de los EEUU una vez que, ese mismo viernes por la mañana, la prima de riesgo de la deuda francesa se disparó.” Manejando los “mercados” para forzar voluntades. “Trichet, en una estrategia muy medida, puso la guinda (…) las compras se habían limitado a bonos portugueses e irlandeses. La decepción por la falta de apoyo a Italia contribuyó al derrumbe del Dow Jones, la madre de todas las caídas. El jueves negro "sirvió". El BCE había enseñado sus músculos a Merkel y a Roma. Un pulso jugado en el filo de la navaja para obligar a Berlusconi a tragar cualquier imposición externa; para enseñar a Merkel hasta dónde podía llevar el pánico en los mercados.” Italia gobernada por el eje Washington – París – Berlín. “Hoy es todavía peor: EEUU está al borde de otra recesión, así que resulta imperioso evitar el default de Roma. Las instrucciones confeccionadas entre París, Frankfurt, Berlín y Washington fueron entregadas a Berlusconi en sobre cerrado. El gabinete supranacional de crisis tuvo su bautismo de fuego.” Estados independientes, sólo formalmente. Con la sutileza característica de la diplomacia italiana, el analista de la Republicca nos ha dejado al descubierto la existencia de un “gabinete supranacional”, que está por encima de los gobiernos e instituciones nacionales y que actúa con independencia de ellos. Un gabinete dirigido por las necesidades de Washington que ha de aumentar el pago de sus estados tributarios europeos porque su economía resulta incapaz de sostener los desorbitados gastos que provoca su estatus de superpotencia mundial.En el otro pie del gabinete supranacional, un Estado tributario del Imperio y socio preferente, Alemania, que ha de cumplir con su papel de recaudador local, pero ha de preservar sus propios intereses. EEUU está conduciendo a la economía mundial a una segunda recesión, y las exportaciones alemanas tienen mucho que perder. Berlín se resiste a aplicar las recetas que exige Washington y, pese a su dependencia, la nueva correlación de fuerzas mundial está permitiendo que cada vez más se pongan de manifiesto el choque entre ambos. Y como tercera pata una Francia que a la desesperada cultiva el acercamiento a EEUU, pero que está muy necesitada de que Alemania le siga manteniendo la cobertura económica.Por el camino, un BCE que actúa siguiendo el plan de las exigencias norteamericanas y una instituciones europeas, -el presidente de la UE, el comisario de economía-, auténticos monigotes de escaparate encargados de ejecutar órdenes ajenas. También, un secreto a voces puesto al descubierto: las subidas y bajadas de la prima de riesgo no son mas que un arma de destrucción masiva contra la economía de los países a los que se pretende secuestrar.La finezza italiana, con su toque de cinismo, ha destapado la la realidad de las instituciones y gobiernos europeos, un club de tributarios obedientes, a los que el Imperio en su decadencia ha de recortar antiguas prebendas y concesiones. ¿Y España qué? Un decano diario español afirmaba estos días: “Fuentes europeas confirman también que el Gobierno español, como el italiano, ya ha recibido por carta “instrucciones” de Trichet”. Pero entre sus páginas no era posible encontrar ningún artículo similar al italiano. Ni en este, ni en ninguno de los diarios de tirada nacional. No provoca escándalo ni estupor el hecho de que al gobierno de la nación se le den instrucciones desde el exterior. Ningún parlamentario, ningún editorialista, ha sido capaz de mostrar el grado de intervención que padecemos. Un país secuestrado y controlado por unas élites políticas y sociales que obedecen órdenes del exterior. La soberanía y la independencia nacional son una cuestión de primer orden para acabar con el saqueo del país y de nuestros salarios y rentas.