El problema…
La privatización de las pensiones es el principal problema al que se enfrenta el Sistema Público de Pensiones por la reforma exigida por Bruselas y puesta en marcha por el ministro Escrivá.
El punto más preocupante de la reforma son los planes privados de empresa que se proponen impulsar desde el gobierno mientras se degradan y recortan las pensiones públicas.
Aunque el acuerdo para la reforma de las pensiones alcanzado a finales de junio reconoce algunas de las exigencias del movimiento en defensa de las pensiones públicas, como la revalorización con el IPC, se penalizan las prejubilaciones y queda por negociar la segunda parte de la reforma que contiene las principales medidas que las recortan y las degradan. Desde elevar a 35 los años para el cálculo de la cuantía de la pensión al nuevo mecanismo llamado de “equidad intergeneracional”… Un conjunto de medidas que supondrá un nuevo recorte de más del 15% de las pensiones públicas.
Degradación y privatización son dos patas de la reforma cuyas consecuencias (recortes, penalizaciones y condiciones cada vez más duras para tener una pensión pública con garantías) no solo afectan a los 9 millones de pensionistas actuales sino a toda la sociedad.
El problema de las pensiones afecta a todos los ciudadanos, recorre todas las clases y sectores sociales, todos los territorios, autonomías, ciudades, barrios y pueblos hasta la última aldea y todas y cada una de las familias…, no hay ninguna a la que no afecte de forma más o menos inmediata el recorte y degradación de las pensiones públicas y repercuta en sus condiciones de vida.
… Y nuestra alternativa
El de las pensiones es un problema social y económico de las familias que tiene que tener una solución política.
La clave es la UNIDAD.
Unidad de toda la sociedad: de todos los ciudadanos y ciudadanas, de cada uno de las personas y de sus familias. Es fundamental que todos tomemos conciencia del problema al que nos enfrentamos, de que tiene solución y de que requiere de la UNIDAD de toda la sociedad sin distinción de ideologías, credos o siglas para resolverlo.
Unidad entre todas las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos del país y unidad de todas y cada una de las fuerzas sociales y políticas de cada lugar, grandes y pequeñas…
Unidad para conquistar un objetivo común, básico y fundamental que afecta a uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad y al bienestar de todos: Que las pensiones se blinden en la Constitución, prohibiendo de forma explícita su privatización y la pérdida de poder adquisitivo, transformándolas en un derecho fundamental, para que nadie las pueda “tocar, recortar o privatizar”. Ni ahora, ni en el futuro.
Y el objetivo: que esta campaña llegue hasta el último rincón del país.
El “candado constitucional” ha de ser una campaña que se extienda por las ciudades, barrios y pueblos de todo el país. Hay que llevar ese candado no solo a cada calle, institución o asociación, sino hasta la última finca o vivienda y a cada familia, con todo tipo de iniciativas, charlas, debates, folletos o carteles murales.
¡Que llegue la campaña! El “candado de las pensiones” tiene que entrar en cada vivienda del país.
¡Que la gente conozca el problema! Quieren que las pensiones privadas ocupen el espacio de las pensiones públicas y por eso las recortan y degradan.
¡Que la gente conozca la alternativa! Blindar las pensiones en la Constitución como un derecho fundamental.