Nadie confía a estas alturas en las palabras de Rajoy en la TVE: «No tocaré las pensiones». Mucho menos cuando su ministro de Economía, De Guindos, acaba de comprometerse ante el Eurogrupo a que el gobierno aprobará «más reformas estructurales» para cumplir con los objetivos del déficit, siguiendo las «recomendaciones» de la UE. «Recomendaciones» (¿no nos acordamos?) de obligado cumplimiento.
Todas las “recomendaciones” planteadas por la Unión Europea para retrasar un año el objetivo del 3% del déficit, hasta 2014, se aplican ya o están a punto de hacerlo. Desde la subida del IVA, rebaja salarial, recorte a los parados, copagos y recortes en sanidad y educación, eliminación de la deducción por vivienda y el recién aprobado “banco malo”. La nueva reforma de las pensiones está ya en el ojo del huracán y es sin duda una de las exigencias fundamentales de quienes tienen de hecho intervenido el país y preparan la intervención general a través del BCE.«Quieren hacernos un 40% más pobres a los futuros pensionistas» Nos quieren convencer de que si el gobierno pide la intervención del BCE para la compra masiva de deuda “no tendrá que cumplir condiciones adicionales”; bastará con “profundizar y agilizar” las reformas ya emprendidas. ¿Pero qué significa esto en el caso de las pensiones? ¿Qué está exigiendo la “troika” del FMI, la UE y el BCE?Acelerar la reforma y los recortes, preparar la privatizaciónPara Bruselas y el FMI se quedó corta la reforma de Zapatero y quieren llevarla hasta el final, acelerando todos los plazos para aplicar el cien por cien de los recortes previstos en ella. La nueva reforma de Rajoy profundizaría la de 2011 en cuatro aspectos fundamentales.
Adelantar la aplicación del retraso en la edad de jubilación a los 67 años, eliminando los períodos transitorios e imponiendo su aplicación inmediata frente al plazo de 2027 previsto en la reforma de ZP. Ampliar a 25 años el período computable para tener derecho a la pensión, frente a los 15 actuales. Introducir el llamado “factor de sostenibilidad” para seguir retrasando la edad de jubilación más allá de los 67 años, 70 o más, en función de la previsión de la esperanza de vida. Y acabar con la revalorización automática de las pensiones en función del IPC, eliminado uno de los derechos fundamentales adquiridos, la garantía de revalorización anual con el coste de la vida para mantener el poder adquisitivo de las pensiones.«Las pensiones están en el objetivo del FMI y Berlín» La aplicación inmediata de estos cambios significan por sí solos una rebaja de las nuevas pensiones en más de un 35% ó 40%, respecto a lo que cobrarían con la ley actual. ¿A quién quieren engañar? Quieren hacernos un 40% más pobres a los futuros pensionistas y pretenden hacernos tragar que será una simple “profundización y agilización” de las reformas, como si más o menos todo fuera a seguir igual.Pero no sólo eso, ¿acaso están seguras las pensiones actuales? ¿Se van a actualizar según el incremento del IPC? ¿Se va a mantener el poder adquisitivo en 2013, 2014…? La “troika” también presiona en este sentido. La crisis de liquidez de la Seguridad Social, fruto de la recesión económica, el paro y la caída de afiliados a la SS, no hará más que abonar el terreno para aumentar las presiones. El gobierno ya tuvo que echar mano del dinero del Fondo de las mutuas de accidentes laborales, 4.800 millones de euros, para pagar la paga extra del verano a los pensionistas. Ya se habla de que el gobierno tendrá que echar mano del Fondo de Pensiones, los 67.000 millones de euros ahorrados por la SS, para las próximas pagas que compensen el desvío del IPC de 2012 o la extra de Navidad. Aunque a estas alturas nada es seguro. ¿Pagará el gobierno la desviación del IPC –se prevé un 2,7% de IPC en noviembre- a cambio de congelar las de 2013, lo mismo que hizo Zapatero con las de 2011? Incluso ya hay quienes piden que España aplique un recorte de la paga de Navidad, quizás para 2013, como en Portugal.Con las pensiones futuras reducidas a la mitad, liquidada la hucha de las pensiones y con los ingresos reducidos de la SS (más aún cuando entre en vigor la rebaja de las cotizaciones patronales) se allana todavía más el camino para dar un salto en la privatización de las pensiones, el sueño de la gran banca, aseguradoras y los grandes fondos de inversión extranjeros.«Exigir un referéndum para que se blinden las pensiones en la Constitución» El sistema público de pensiones actual mueve más de 110.000 millones de euros anuales y, a pesar de sus limitaciones, garantiza como pensión el 80% del sueldo que estuviera cobrando un trabajador antes de su jubilación. Un sistema privatizado condenaría a muchos millones de pensionistas a pensiones aún más reducidas que las actuales, porque no podrían pagarse una pensión privada aparte.Las pensiones a ReferendumEn la medida que las pensiones están cada vez más en el punto de mira del hegemonismo y se convierten en el próximo objetivo central de las exigencias del FMI y Berlín, la alternativa propuesta por Unificación Comunista de España, exigir un referéndum para que se blinden las pensiones en la Constitución, empieza a calar entre la población y se convierte en una exigencia de primer plano.En el reciente Debate sobre el Estado de la Región de Madrid, celebrado en los primeros días de septiembre, el dirigente madrileño y portavoz del PSOE en la Asamblea, Tomás Gómez planteó la necesidad de este “blindaje constitucional”. Gómez pidió “elevar una petición al Gobierno de la nación que suponga el blindaje del sistema actual de las pensiones…, para que las prestaciones actuales, las futuras, pase lo que pase en nuestro país, sean intocables”.Nosotros exigimos que sea el pueblo el que decida en un referéndum. Zapatero y Rajoy nos impusieron una reforma de la Constitución en pleno agosto, con nocturnidad y alevosía, para que cualquier gobierno tenga que cumplir antes con los pagos a la banca extranjera por la deuda y el déficit que con las pensiones de los jubilados o la prestación de los parados. Ahora el pueblo tiene que imponer por referéndum su propio cambio constitucional para garantizar el futuro de las pensiones, el sistema público y el poder adquisitivo.Una reforma de la Constitución que garantice:En primer lugar, el poder adquisitivo de las pensiones y, por lo tanto, la imposibilidad de que ningún tipo de medida (congelación, recortes, copagos…) pueda afectar a los pensionistas y recortarlo.Y segundo, el sistema público, con la prohibición expresa que pueda ser privatizado total o parcialmente.