«Mientras la atención sigue centrada en los datos macroeconómicos, las empresas siguen a lo suyo, que es obtener beneficios, y de nuevo han logrado superar el resultado del año anterior, tanto en el balance trimestral como el de los primeros seis meses del año. Por tercer trimestre consecutivo la variación del beneficio neto agregado de las empresas del Ibex es positiva.»
Las 27 emresas que ya han presentado resultados, entre ellas las más grandes como Telefónica y Santander, obtuvieron entre enero y junio de este año 21.208 millones de euros de beneficios neto, lo que supone un 8,9% más que en el periodo equivalente de 2009. (CINCO DÍAS) EL CONFIDENCIAL.- Despedir será más fácil. O dicho en términos más precisos. Las empresas podrán desprenderse de una parte de sus plantillas con sólo acreditar ante el juez “una situación económica negativa”. Y para ser todavía más exactos, podrán despedir con solo justificar “la existencia de pérdidas actuales o previstas, o la disminución persistente de su nivel de ingresos, que puedan afectar a su viabilidad o a su capacidad de mantener el volumen de empleo”. Esta enmienda supone abrir ya una sima insalvable con los sindicatos, que ayer hablaron sin tapujos de ‘la reforma laboral más regresiva de la democracia’, toda vez que la nueva legislación pretende generalizar las causas de despido objetivo por causas económicas. Para CCOO y UGT, el texto definitivo, “constituye el mayor ataque a los derechos laborales de los últimos 30 años” EL PAÍS.- La realidad laboral en España es que, con una tasa de paro que ronda el 20%, las empresas no pueden cambiar, mediante una negociación, salarios por despido, de forma que estén en condiciones de despedir a menos trabajadores a cambio de reducir el salario. El viejo paradigma de que la negociación se aproxime a las empresas todavía es solo un deseo lejano. Es discutible que la reforma laboral fuese prioritaria. Pero una vez que el Gobierno aceptó que la solvencia financiera española mejoraría con una reforma laboral, la peor decisión es dejarla a medio camino, entre la irritación creciente de los sindicatos y el rechazo de la patronal. Si el texto aprobado ayer no se mejora, será una oportunidad gastada en balde. Ibex-35. Cinco Días Las grandes empresas logran un beneficio un 8,9% más alto que en 2009 Carlos Gómez Abajo Las grandes compañías españolas mantienen su mejoría en el segundo trimestre con beneficios cercanos a los dos dígitos. A falta de que ocho de ellas presenten sus resultados, los miembros del Ibex 35 han obtenido un Ebit un 15,6% mayor en el primer semestre que en el mismo periodo de 2009, con un beneficio neto un 8,9% más alto. Mientras la atención sigue centrada en los datos macroeconómicos, las empresas siguen a lo suyo, que es obtener beneficios, y de nuevo han logrado superar el resultado del año anterior, tanto en el balance trimestral como el de los primeros seis meses del año. Por tercer trimestre consecutivo la variación del beneficio neto agregado de las empresas del Ibex es positiva. Las 27 empresas que ya han presentado resultados, entre ellas las más grandes como Telefónica y Santander, obtuvieron entre enero y junio de este año 21.208 millones de euros de beneficios neto, lo que supone un 8,9% más que en el periodo equivalente de 2009. La variación viene dada principalmente por ArcelorMittal, que pasa de 1.097,6 millones de euros de pérdidas a 1.410,1 de beneficios, compensada en parte por el resultado de ACS, que ha ganado 501,4 millones, frente a los 1.540,2 del año anterior, en los que se contabilizó la plusvalía de la venta de su participación en Unión Fenosa. Atendiendo al resultado de explotación (Ebit), el balance es de un 15,6% más en el semestre, aunque casi la mitad de esa mejoría corresponde a ArcelorMittal. Que la mayor parte de ese incremento corresponde a la cifra de negocio lo demuestra que las ventas suben casi en la misma medida, un 13,3%. Las empresas tienen de plazo hasta el 31 de agosto para presentar resultados, pero la mayoría han preferido adelantarlos. A falta de que hoy presenten sus datos Acciona, BME, Criteria y Red Eléctrica, de las tres que lo harán en agosto (Iberia, Técnicas Reunidas y Abengoa), e Inditex (que tiene un calendario distinto), dos de las empresas del Ibex han pasado de pérdidas a beneficios (ArcelorMittal y Acerinox), una ha reducido sus pérdidas (Ferrovial), nueve aumentan sus ganancias y 15 las reducen entre ellas todos los bancos, que han tenido que aumentar sus provisiones para prevenir la morosidad. Especialmente notable es la caída del beneficio de Sacyr Vallehermoso, que pasa de 418,3 millones a 81,6, afectado por la crisis inmobiliaria. Con todo, el balance del trimestre abril-junio es algo menos positivo que el global del semestre. El beneficio neto ha aumentado un 7,7% respecto al periodo abril-junio de 2009, pero respecto al primer trimestre de 2010 las ganancias son un 4,1% menores. La deuda neta crece en torno al 6,5% Los esfuerzos de las compañías españolas por reducir su alto apalancamiento permiten que en este primer semestre la deuda neta crezca un 6,5%, por debajo del Ebit, a falta de que publiquen sus resultados empresas con caja como Técnicas Reunidas, BME, Iberia e Inditex. En valor absoluto los principales contribuyentes a esta subida de la deuda son las constructoras, como ACS (11,4%) y OHL (37,2%), así como Telefónica (9,9%). En cambio lo ha reducido notablemente Gas Natural, que el año pasado compró Unión Fenosa. En términos relativos destaca Gamesa, que ha más que duplicados su deuda neta: de 127 a 345 millones de euros. Telefónica supera en ventas a ArcelorMittal Santander sigue siendo la compañía con un beneficio neto más alto, 4.445 millones de euros, un 1,6% menos que el año pasado, por encima de Telefónica, con 3.775,4 millones. Por su parte, la empresa presidida por César Alierta ha superado en esta ocasión a ArcelorMittal en cuanto a cifra de negocios, con 29.052,5 millones de euros frente a 23.847,9 de la siderúrgica (que presenta sus resultados en dólares y al que aplicamos un cambio de 1,30 dólares por euro). En cifras relativas, Acerinox es la empresa que más ha aumentado su facturación, con un 68,1%, y Telecinco la que más ha aumentado su beneficio, con un 72,7%. Previsiones positivas para 2010 y 2011 Los analistas prevén que los beneficios de las empresas del Ibex sigan creciendo en 2010 y 2011. Para este año prevén que el beneficio neto agregado se acerque a los 45.000 millones de euros, lo que supone más de 6% de crecimiento respecto al año pasado. Para 2011 la previsión es de cerca de 50.000 millones, es decir, más de un 11% que este año. El peso de este crecimiento lo llevará el negocio exterior. A falta de conocer los datos de negocio por países de Iberdrola, Santander y BBVA, las empresas del Ibex han tenido un 5,8% más de negocio exterior en este semestre, mientras que el doméstico ha caído un 2,5%. CINCO DÍAS. 30-7-2010 Opinión. El Confidencial El PSOE se quita los complejos y da barra libre al despido Carlos Sánchez Despedir será más fácil. O dicho en términos más precisos. Las empresas podrán desprenderse de una parte de sus plantillas con sólo acreditar ante el juez “una situación económica negativa”. Y para ser todavía más exactos, podrán despedir con solo justificar “la existencia de pérdidas actuales o previstas, o la disminución persistente de su nivel de ingresos, que puedan afectar a su viabilidad o a su capacidad de mantener el volumen de empleo”. En la reforma laboral publicada en el BOE el pasado 17 de junio se restringía las causas de despido a la existencia de una “situación económica negativa”, pero sin mayores precisiones. Tan sólo se hablaban de que las empresas debían justificar los excedentes con un mínimo de “razonabilidad”. La enmienda a la reforma laboral fue ayer aprobada en la Comisión de Trabajo con los votos a favor del Grupo Socialista y gracias a las abstenciones del PNV y de CiU, y supone una vuelta de tuerca más a la hora de facilitar el despido en las empresas por causas objetivas de carácter económico. La enmienda, de hecho, permite despedir con 20 días (frente a los 45 que marca el despido improcedente) cuando se pretenda “preservar o favorecer su posición competitiva en el mercado”. Es decir, que ya no se trata sólo de cuantificar los resultados económicos de una empresa, sino que se introduce un criterio totalmente subjetivo, como es calificar la ‘posición competitiva’ de un empresa en su respectivo mercado. Serán los jueces quienes interpreten esa redacción. Esta enmienda supone abrir ya una sima insalvable con los sindicatos, que ayer hablaron sin tapujos de ‘la reforma laboral más regresiva de la democracia’, toda vez que la nueva legislación pretende generalizar las causas de despido objetivo por causas económicas. Para CCOO y UGT, el texto definitivo, “constituye el mayor ataque a los derechos laborales de los últimos 30 años y aunque cueste afirmarlo”, dijeron “este ataque se ha llevado a cabo de la mano de un gobierno socialista, jaleado para la ocasión por las organizaciones empresariales”. En su opinión, la enmienda socialista facilita a las empresas la extinción del contrato por razones económicas, técnicas, organizativas y productivas, “haciéndola más fácil, más rápida y más barata”. Por su parte, el portavoz del Partido Popular en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso, José Ignacio Echániz, anunció el voto en contra del PP al texto resultante de un proceso que calificó como "improvisado, caótico e histérico". A su juicio, es de la "máxima irresponsabilidad" que el grupo socialista haya promovido este procedimiento "en un texto de tanta delicadeza". Dicho texto tendrá que someterse ahora a votación en el Senado y, en la primera semana de septiembre, volver al Congreso para ser ratificado en la Comisión de Trabajo. Contra las bajas por enfermedad Las enmiendas aprobadas ayer contienen otra ‘bomba’ de relojería respecto de la situación actual. Se abre la posibilidad de que la inspección de los servicios públicos de salud revisen las bajas por enfermedad. En concreto se establece que la inspección médica “podrá solicitar los datos médicos necesarios para el ejercicio de sus competencias”. Dicho en roman paladino, esto significa que la inspección podrá dictar el alta médica a partir del cuarto día de baja, frente al decimocuarto actual. En este sentido, la nueva legislación incorpora una nueva disposición final que endurece las faltas por asistencia al trabajo. En concreto se establece que aún siendo justificadas, pero intermitentes, y siempre que alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses, y siempre que el índice de absentismo total de la plantilla del centro de trabajo supere el 2,5% en los mismos periodos de tiempo. La nueva legislación abre, igualmente, otro futuro frente de batalla en relación a la percepción del desempleo, aunque todavía sin concretar. Se dice textualmente que “en el momento en que el empleo inicie su recuperación, el Gobierno adoptará las medidas necesarias para reformar la normativa que regula las prestaciones por desempleo con el objetivo de aumentar la vinculación de éstas con las políticas activas de empleo”. Quiere decir esto que el Ejecutivo tiene en cartera vincular el cobro del desempleo a la realización de cursos de formación. No se dice ni cómo ni cuándo, pero se trata de un mensaje para navegantes con el doble objetivo de mejorar la cualificación de los trabajadores en paro y reducir las listas de desempleo, ya que el hecho de acudir a cursos es uno de los requisitos para dejar de ser considerado como desempleado en las listas oficiales. EL CONFIDENCIAL. 30-7-2010 Editorial. El País A mitad de camino El texto del proyecto de reforma laboral que ayer aprobó la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso apenas mejora la redacción inicial que presentó el Gobierno. Es cierto que el PSOE y el PNV pactaron a última hora una enmienda que precisa las causas económicas del despido, de forma que aquellos con indemnización de 20 días podrán tramitarse cuando la empresa prevea una disminución persistente de los ingresos que ponga en riesgo su viabilidad o una previsión fundada de pérdidas; pero, al margen de esta clarificación parcial, el proyecto de ley de reforma que se envía al Senado sigue sin decidirse por una eliminación total de la dualidad del mercado de trabajo (tan solo incentiva un poco más los contratos con 33 días de indemnización por despido) y no entra en el cambio legal de la negociación colectiva, que se emprenderá en los próximos seis meses. No se puede decir que la reforma sea un fracaso, pero este no es el cambio en profundidad que se sugirió como el complemento laboral necesario para aprovechar la recuperación económica en ciernes. La política de incentivos de los contratos fijos con derecho a 33 días de indemnización es un avance sobre la legislación anterior, pero no cierra la brecha entre asalariados con contratos fijos con despidos caros y un gran número de contratos rotatorios, con despido barato. El endurecimiento de las normas contra el absentismo está bien, pero es un problema secundario en relación con los dos mencionados; lo mismo cabe decir de la propuesta de CiU de vincular en el futuro la prestación por paro a las políticas de empleo. Hay mejoras evidentes en aspectos periféricos y pocas en los sustanciales. Porque la realidad laboral en España es que, con una tasa de paro que ronda el 20%, las empresas no pueden cambiar, mediante una negociación, salarios por despido, de forma que estén en condiciones de despedir a menos trabajadores a cambio de reducir el salario. El viejo paradigma de que la negociación se aproxime a las empresas todavía es solo un deseo lejano en el mercado español y no son pocos los economistas que explican la destrucción de empleo en los últimos tres años como una causa directa de esta inflexibilidad. La percepción política tampoco es buena. El proyecto apenas se salvó por la abstención de PNV y CiU. Es discutible que la reforma laboral fuese prioritaria, o, al menos, tan perentoria como la financiera o el plan de austeridad pública. A nadie le hubiera extrañado que se encauzara políticamente (una vez fracasada la negociación entre sindicatos y empresarios) con más calma, con las expectativas de recuperación un poco más claras y con criterios más firmes. Pero una vez que el Gobierno aceptó que la solvencia financiera española mejoraría con una reforma laboral, la peor decisión es dejarla a medio camino, entre la irritación creciente de los sindicatos y el rechazo de la patronal. Si el texto aprobado ayer no se mejora, será una oportunidad gastada en balde. EL PAÍS. 30-7-2010