Al menos 30 personas más morían el 16 de febrero a causa de un nuevo ataque de aviones no tripulados norteamericanos contra supuestos objetivos integristas en las áreas tribales de Pakistán. Es el segundo de estas características que se registra en sólo dos días.
Esta es la “nueva” estrategia de “acificación” de Washington para recuperar el control de la frontera, vital para el abastecimiento de las tropas de la OTAN acantonadas en Afganistán.En el último ataque, cuatro misiles lanzados por aviones espía de EE UU impactaron contra la vivienda de un presunto comandante talibán en la zona de Sarpal, situada en el sur y acabaron con la vida de una treintena de personas, según distintos medios paquistaníes.El pasado sábado, otras 30 personas, la mayoría de ellos insurgentes uzbekos, murieron en una acción militar similar, registrada esta vez en la demarcación de Waziristán del sur.Estos ataques suscitan un fuerte rechazo popular en Pakistán y críticas por parte de las autoridades políticas, aunque todo parece indicar, según fuentes militares, que existe un acuerdo tácito entre Pakistán y EEUU. Recientemente la senadora norteamericana Dianne Feinstein afirmó incluso que los aviones parten desde una base aérea situada en territorio paquistaní.La población rechaza los ataques de Washington porque dejan numerosas víctimas civiles, lo que el Pentágono llama "daños colaterales".En 2008 hubo 32 ataques de ese tipo contra militantes islamistas en ambos lados de la frontera en los que murieron 216 combatientes y 84 civiles, según un informe del Instituto de Estudios de Paz de Pakistán.Más de 34 civiles murieron por ataques de misiles en territorio pakistaní. Ningún país del mundo ha sido sometido a una campaña similar con aviones teledirigidos.Las víctimas civiles se multiplican consiguiendo una creciente animadversión a las tropas de la OTAN tanto en Afganistán como en Pakistán. Una cuestión clave para el franco avance de las zonas talibanes.Durante la conferencia de Munich el general David Petraeus, nuevo responsable de la campaña afgana de EEUU, anunció que la batalla principal en la guerra de Afganistán no es contra los talibanes, sino la conquista del apoyo de la población civil.Pero los ataques nos hablan de todo lo contrario. La continuación de la agresiva política de EEUU en la zona.Mientras las autoridades paquistaníes ante el auge de la violencia integrista en el valle de Swat y firmaron un acuerdo con un grupo islamista para implantar un sistema de justicia basado en la ‘sharía’ o ley islámica.Pero mientras continúen los bombardeos indiscriminados, la ocupación y la violación flagrante de la soberanía de Pakistán y Afganistán, este tipo de medidas se quedarán en papel mojado.