Paloma del Río Cañadas ha sido la responsable de retransmitir 16 JJOO y 60 competiciones europeas, especialmente en gimnasia rítmica, gimnasia artística, patinaje artístico e hípica. En 2015 se le otorgó la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo.
Su última retransmisión fue recibida con un homenaje en el pabellón por el público, con carteles, el reconocimiento de decenas de gimnastas ya retiradas y espectadores del otro lado del charco. Hablar con ella es comprender el deporte femenino y cuáles son las bases de la respuesta social que han despertado las 23 jugadoras de la Selección Nacional de Fútbol.
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¿Por qué te ha conmovido tanto el cartel con tu nombre en el público en tu última retransmisión?
Todos los reconocimientos que he recibido son pensados por personas, asociaciones, clubes, instituciones, diputaciones… pero lo que pasó en el pabellón es que dos chicas en su casa hacen una pancarta y estaban en lo más alto del pabellón. Cada vez que podían la desplegaban hasta que el realizador se da cuenta, aparece en el marcador central y el público responde.
Es algo que no está estudiado y es espontáneo en uno de los mundos en los que he estado 38 años, y viene de gente muy joven. Es algo más puro. También estaban allí gimnastas a las que les he retransmitido sus competiciones y ahora son mujeres maduras. Fue algo espontáneo y bonito. Luego hay gente de Sudamérica que me han mandado cantidad de mensajes. Llevo una semana contestándolos, no llego… las redes sociales están para comunicarse y cuando se produce de manera tan sana es de agradecer.
Recuerdo los tiempos de espera para ver las competiciones de Judo en La 2, y la voz que acompañaba las competiciones de gimnasia era la tuya. Es una forma de estar en la vida de la gente construyendo su memoria.
Ha sido una labor didáctica sin quererlo. Me di cuenta de que los deportes tan técnicos la gente no los entendía, el fondo del deporte, qué estaba bien y qué mal. Porque la gente veía todos los ejercicios iguales. Por suerte me han tocado disciplinas, como gimnasia artística, la rítmica y el patinaje, que son muy técnicas. Cuando estoy en hípica y un caballo tira una barra, se ve, pero en estos deportes, a no ser que sea muy grosero, no se distingue cuando está bien hecho o no el ejercicio. Es lo que me hubiera gustado que me explicaran a mí, por qué los jueces decidían eso o lo otro. Pensé que era lo que la gente quería, que les explicara por qué le daban una nota u otra a un ejercicio.
Me ha supuesto estudiar mucho, hacer cursos de jueces, estar al día de los cambios del reglamento. La gente se piensa que te sientas en una retransmisión e improvisas, una semana antes estudias y listo. Cuando nos sentamos Almudena (la exgimnasta Almudena Cid que retransmite con Paloma del Río) y yo para hacer las retransmisiones nos hemos visto los ejercicios, las diferencias, las músicas, y luego hay una parte que hace ella y otra yo. Nos repartimos el trabajo.
‘Me di cuenta de que los deportes tan técnicos la gente no los entendía’
¿Por qué te emocionaste tanto en la clausura de los JJOO de Tokio?
Yo sabía que eran mis últimos JJOO. Tenía mi vida planificada y yo sabía que me iba a jubilar con 63 años. Los de París en principio no los voy a hacer, desde luego, con RTVE, porque no me pueden contratar, aunque sí lo pueden hacer otros medios. Mi casa de toda la vida son los JJOO y eran los últimos. Según la ley, como me acojo a la jubilación anticipada, RTVE no me puede volver a contratar como colaboradora hasta los 65.
Llevo 16 ediciones, 9 de verano y 7 de invierno, desde los de Seul ‘88, además de la gimnasia y el patinaje, por eso me vino la emoción. Mis compañeros lo sabían y lo grabaron.
¿Cuál es el significado que tiene para ti la retransmisión de la medalla de bronce de la patinadora Joannie Rochette?
Está ligada al olimpismo y a la condición humana. He pensado mucho en esa retransmisión y en esa mujer. En el mejor momento de su carrera, que es optar a una medalla olímpica, sus padres viajan a verle y esa noche su madre fallece de un infarto. Todavía le sigo dando vueltas y han pasado 13 años.
Pienso en el momento en el que me pongo en su lugar: su madre viene a verte, fallece, y tienes que hacer la mejor competición de tu vida, en tu casa. ¿Qué hubieras hecho? Hizo un ejercicio de reflexión y de madurez muy grande, y compitió. Lo aplaudo.
Lo supimos después, cuando hizo la rueda de prensa. El Comité Olímpico le excusó de estar en las ruedas de prensa previas hasta que no terminara la competición. Cuando ella puso el pie en el pabellón para hacer el programa corto, el pabellón se vino abajo. Todo el mundo estaba llorando, yo estaba llorando, trascendió, y no sabíamos cómo iba a salir. Supo aislarse mentalmente. A los dos o tres días tenía que hacer el programa libre, y cuando lo hace y consigue la medalla de bronce, se derrumba y se ve el lado humano, y que era una chiquilla de veintitantos años. Luego dijo que pensó qué le hubiera dicho su madre… que compitiera, y eso es lo que hizo.
Se junta, no solo el espíritu olímpico y la épica, sino la capacidad humana de superar una situación como la muerte de su madre.
Has hablado antes del trabajo que hay detrás de una retransmisión, pero tú también has sido la responsable de coordinar a las 66 federaciones españolas…
Es el trabajo de mesa que le llamamos. Hace 38 años no había internet, y cuando viajaba fuera me iba a países con más consonancia con el deporte, como el patinaje o la gimnasia, y conseguía revistas, compraba libros… aquí había revistas de fútbol como mucho. No sabías distinguir los saltos de patinaje y solo lo sabían quienes practicaban el deporte. Encontré varias revistas y me suscribí, y compré libros en varios idiomas.
Sigo siendo curiosa y muy ratón de biblioteca. Si tuviera que hacer los JJOO del año que viene ya me estaría poniendo a estudiar. No puedes hacer una retransmisión con los papeles encima de la mesa porque no vas a encontrar lo que necesitas.
Luego está lo que concierne a la coordinación de las federaciones, que ha sido mi trabajo en los últimos años. Tienes que recibir, hablar con ellas y con todo aquel que tenga un producto deportivo que quiera emitir en Teledeporte: cómo nos llega, en qué condiciones, cuáles son las competiciones importantes, si tienen patrocinio, porque estamos en una televisión que no permite la publicidad, solo el patrocinio deportivo. Cada competición que se emite debe estar registrada y en perfecto orden de revista para los controles que hay en RTVE. Me llama la atención cuando me llaman y me dicen que este fin de semana hay una competición… trabajamos con tres o cuatro meses de antelación.
‘Una retransmisión necesita semanas de preparación, no se improvisa’
¿La razón de la desigualdad entre hombres y mujeres en el deporte es que generan menos ingresos, o que no tienen las oportunidades para hacerlo?
Si tuviéramos que emitir solo lo que genera ingresos no emitiríamos más que fútbol, y en las privadas Fórmula 1 y Moto GP. El deporte es una pérdida constante, nunca es rentable, ni siquiera el fútbol. Hay un estudio de cuando Tele5 compró el Mundial de 2010, con las mejores condiciones, ganó España, y aun así perdieron dinero. Y fíjate que hubo publicidad, de los 15 minutos de descanso era todo publicidad. Perdieron como 28 millones de euros. El deporte no es rentable publicitariamente, pero como servicio público que es RTVE debe darlo. Jamás ha habido un acontecimiento que haya sido rentable, ni siquiera los JJOO, no los quieren otras cadenas y se compra con un presupuesto extra autorizado por el Consejo de Ministros, porque si se saca de la partida que se otorga no podríamos hacerlo.
La forma más concentrada de explicar las desigualdades en el deporte te la he escuchado a ti ‘¡a los hombres chuletón y a las mujeres filete empanado!’
Eso lo vivió Dori Ruano en el campeonato del mundo de ciclismo. Pero no solo en la comida, en las dietas que recibían, ellos cobraban y ellas no, en el equipamiento, la nutrición… cuando ella, que es una mujer con carácter, protesta le dicen que es lo que hay. Pero eso se ha dado en otros acontecimientos. Había un club de Primera División que enviaba a sus jugadores en avión y a la jugadoras en autobús. Empiezas a rascar y te das cuenta de la injusticia. También de cuando se generaliza. El otro día me llamó un presidente diciendo que les metían a todos en el mismo saco y hay federaciones que son ejemplares con todo el mundo.
Por una parte, lo que ha salido con la RFEF es excepcional, un mundo aparte de las otras 66 federaciones deportivas, no se puede equiparar; pero por otra, alguna de ellas también tiene sus cosas. El otro día me decía una máxima dirigente: ‘que se vayan tentando la ropa’. Evidentemente, que alguien tire del hilo puede hacer que salgan otras cosas, aunque no similares, porque lo del fútbol es extraordinario.
Te he escuchado decir que hay tres acontecimientos que han supuesto un cambio social: el asesinato de Ana Orantes, que fue quemada viva por el marido a los pocos días de aparecer en televisión, el de la Manada, y este.
Son tres momentos históricos en España donde la sociedad ha dicho hasta aquí. Ha sido con desgracias, porque con Orantes se empezó a tomar conciencia de qué pasaba con las mujeres. Fue tremendo lo que contó en Canal Sur y a los pocos días la mató. Lo de la Manada fue brutal. Y a las jugadoras de la selección vamos a tener que agradecerles el hasta aquí, el ‘Se acabó’ de Alexia Putellas, de sostener una situación insostenible.
Si hablas en petit comité con las profesionales te cuentan esto y más, aunque no sea publicable. Estos menosprecios que han tenido que ir tragando de 20 a 35 años para acá en una federación que se ha atrincherado con un sistema clientelar, porque el presidente está puesto por los presidentes territoriales. ¿Van a ser los presidentes quienes hagan caer el castillo de naipes y algunos digan hasta aquí hemos llegado?, si quieren sanear lo tienen que hacer. En ello les va además mucho dinero, porque lo que les llega desde el Estado es calderilla.
A las grandes marcas españolas e internacionales no les gusta unir su imagen a esos comportamientos. Ha habido veces que se han retirado, y les honra, y se van a otros deportes con la imagen más limpia. Esta junta que han formado en la RFEF tiene que hacer una moción de censura y decir que hasta aquí, porque les va su imagen como presidentes territoriales. Si no dices algo… el que calla otorga.
La dignidad hay que ponerla encima de la mesa.
‘¡A los hombres chuletón y a las mujeres filete empanado!’
¿Qué hace especial el deporte femenino?
Soy una consumidora compulsiva de deporte, menos el de motor que no le veo la gracia, aunque ahora le estoy cogiendo el gusto a la Fórmula 1. Me parece una cuestión de dinero invertido, a más dinero y mejor motor, mejor todo.
Pero el fútbol no me llamaba la atención. Para ver un partido bueno hay que ver muchos. Hay algunos que son muy aburridos. Sin embargo en el fútbol femenino siempre me he divertido mucho. El mundial me pareció maravilloso. En el 2015 pensé que jugaban muy bien, las japonesas, el juego de EEUU es muy divertido, sin tanto teatro como en el masculino. Se asemeja al rugby, donde nadie cuestiona al árbitro, no se le acorrala. En el fútbol femenino veo ese fair play, juego bonito. La final fue de tiralíneas.
El deporte femenino tiene épica, porque van contracorriente, como los salmones, tienen todo en contra. Las horas de entrenamiento, el equipamiento, los salarios, los convenios… y aun así llegan a la competición, lo hacen bien y ganan medallas. Reconozcámoslo en los medios para que algún patrocinador quiera apoyarles.
Por eso me he posicionado ahí y he sido muy militante con Teledeporte, que es un escaparate de 24 horas al día para ir concienciando de lo bonito que puede ser el deporte femenino.
En una entrevista con Federico Armenteros de la Fundación 26 de Diciembre, me decía que los avances feministas son un camino para los derechos LGTBI
Sin duda. Yo estoy en la Junta Directiva de la Fundación 26 de Diciembre, que es un proyecto maravilloso, siempre he colaborado. Efectivamente, van de la mano. Uno de los últimos trabajos que he hecho en la tele con César Vallejo, de Play, es ‘Ya no quiero esconderme’, sobre el deporte con el mundo LGTBI, y en el olimpismo y el deporte de base sobraba gente, pero el fútbol es hermético.
Hay un colectivo LGTBI y cada vez trabajando más tranquilamente. En cada edición se contabilizan los que lo dicen abiertamente y no pasa nada. No importa con quién quieras compartir tu vida, y no tiene por qué mezclarse con el resultado deportivo. Que lo hay, sí, otra cosa es que quieran significarse.
‘El deporte femenino tiene épica, porque van contracorriente, como los salmones’
Un tesoro que nos quieras descubrir o recomendar
Cuando ocurra en Valencia con un campeonato de Europa de rítmica no me lo perdería. Hasta la Federación se sorprende de la fidelidad, del conocimiento de los espectadores de la rítmica. Un pabellón de 6 mil personas y la mayoría son españolas (en agosto se celebró el Mundial en Valencia). Alejandro Blanco, el presidente del comité olímpico siempre lo dice, se aplaude a todas las gimnastas, y si hay un fallo se les aplaude más para levantar el ánimo. Es espectacular.
Y luego, las dos veces que se ha celebrado el Gran Prix de patinaje artístico en Barcelona, en 2014 y 2015, con las mejores patinadoras del mundo. Es difícil que ocurra en España porque hay que pagar un canon, cuesta mucho dinero y España no es una potencia tradicional del patinaje artístico. Pero todo el que tuvo oportunidad se lo lleva de recuerdo.