Cáritas presentaba hace unos días su VII informe del Observatorio de la Realidad Social. En él se recoge que el número de personas atendidas en sus Servicios de Acogida y Asistencia ha pasado de 370.251 personas en 2007 a 1.015.276 personas en 2011, un incremento de más del 174%.
La media de ingresos de las personas atendidas es de 322 euros al mes, cuando el umbral de pobreza está en 651,5 euros. El 55% son parados de larga duración, es decir, que llevan más de un año buscando empleo, más del doble del año 2007, que eran el 22,7%. Las parejas jóvenes con niños pequeños y las familias monoparentales aparecen ahora como las más vulnerables ante la crisis. Cáritas describe una situación en la que no sólo los jóvenes no se van de casa, sino que unidades familiares enteras se van a vivir al domicilio de los abuelos para ahorrar gastos, con el hacinamiento que ello supone. Pero de no ser por estas ayudas familiares, dice el informe, la pobreza se convertiría en miseria. «¿Pero qué gente es esta que permitimos que nos gobierne, insensible ante la pobreza y el sufrimiento de millones de personas, mientras da dinero a espuertas a un puñado de multimillonarios ladrones financieros?»
Los recortes en el gasto público, no sólo están afectando de forma dramática a las familias sin empleo, sino que al ejecutarse también sobre las organizaciones humanitarias repercuten directamente sobre la ayuda que éstas pueden ofrecer. En el último año, Cáritas ha tenido que reducir algunas de sus actividades de asistencia al mínimo, se ha visto obligado a pedir créditos para mantener otras, ha reducido su personal y suspendido proyectos y servicios.
Mientras tanto, el gobierno airea ufano que el sistema financiero español ‘sólo’ necesitará una inyección de 52.000 millones de euros de los fondos europeos, dinero que acabaremos pagando nosotros en forma de nuevos recortes y subidas de impuestos.
¿Pero qué gente es esta que permitimos que nos gobierne, insensible ante la pobreza y el sufrimiento de millones de personas, mientras da dinero a espuertas a un puñado de multimillonarios ladrones financieros? ¿Hasta cuándo lo vamos a consentir?
Hay quienes al conocer estos datos del informe de Cáritas, ha clamado inmediatamente para que los poderes públicos hagan lo posible para evitar la exclusión social. Nosotros decimos que hay que arrebatarle el poder a esta gente para hacer, como decía García Lorca, “que se cumpla la voluntad de la tierra, que da sus frutos para todos”.