El 45% de la población española que vive de alquiler está en riesgo de pobreza o exclusión social. Es el porcentaje más alto de toda la UE.
Alquilar un piso hoy en España es en muchos casos una condena a la pobreza. Y esa situación es cada vez más grave.
El mes de mayo se cerró una subida de los alquileres del 13,4%. Alcanzando el precio más alto jamás registrado.
¿Por qué sucede esto? Fijémonos en el ejemplo de Madrid.
La capital de España lidera el encarecimiento de la vivienda en Europa, con un ritmo de subida tanto de la vivienda nueva como del alquiler que multiplica por cinco el de Londres y Roma.
Los expertos afirman que la razón hay que buscarla en que “en Madrid las familias compiten con fondos de inversión y patrimonio extranjeros” por las viviendas.
Siempre encontramos la misma ecuación, que se cumple en Madrid o en Barcelona: donde hay mayor penetración de los fondos extranjeros, principalmente norteamericanos, más se dispara el alquiler y el precio de la vivienda.
Donde más dominan los fondos extranjeros más se dispara el alquiler
Gigantes financieros como BlackStone, Cerberus o Lone Star acaparan un bien esencial como la vivienda, para convertirlo en su negocio particular. Propiciando un salvaje incremento de los precios que convierte tener una vivienda en una condena, o directamente hace imposible comprar o alquilar, como le sucede a la mayoría de los jóvenes.
No estamos ante una maldición bíblica. Se puede detener el atraco de la vivienda, garantizando el acceso a ella de quien lo necesite. Solo es necesario voluntad política para enfrentarse a quien se está forrando a costa nuestra.
Hay que limitar por ley la presencia de fondos extranjeros, especialmente los fondos buitres, en el mercado de la vivienda.
Es necesario imponer un tope al alquiler, para que no supere el 30% del sueldo. Ahora la media en toda España está en el 43%, y en algunas zonas, como Madrid, Barcelona o Baleares alcanza el 60%.
Menos fondos extranjeros y más vivienda pública, con un tope YA al alquiler. Esta es la receta para acabar con el atraco de la vivienda.
Y debemos invertir en vivienda pública para igualarnos con la media europea. En España solo el 2,5% de las viviendas son públicas, mientras que en Países Bajos es el 30% o en Dinamarca el 20%.
Menos fondos extranjeros y más vivienda pública, con un tope YA al alquiler. Esta es la receta para acabar con el atraco de la vivienda.