Quique Villalobos, Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM)

La subida del precio de la vivienda: “La tormenta perfecta”

"La experiencia en Viena y otras ciudades demuestra que el parque de vivienda público puede ser rentable y funciona perfectamente", afirma Quique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM)

Las movilizaciones por el derecho a la vivienda exigiendo la bajada de precios, se extienden por varias ciudades españolas. En Madrid el pasado 13 de octubre la manifestación “La vivienda es un derecho, no un negocio” llenó las calles y desbordó el recorrido previsto.

Entrevistamos a Quique Villalobos Juan, uno de los promotores e impulsores de la plataforma convocante en Madrid formada por más de 40 organizaciones. Quique Villalobos tiene una amplia experiencia en el movimiento asociativo de la región, participando en diferentes luchas y movimientos. Es formador de profesión y lleva en la junta directiva de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) desde enero de 2011. En julio de 2015 fue elegido presidente de la entidad y ha sido reelegido en tres ocasiones más. En la actualidad sigue en la junta directiva de la entidad y es el responsable de vivienda, medio ambiente y formación.

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¿Por qué ha estallado en estos momentos el problema de la vivienda?

Lo que ocurre tiene que ver con el estallido de la crisis del 2008. En aquel momento se le dijo a muchísima gente que no podía ser propietaria, hubo muchísimos desahucios….Y eso movió a muchos al mercado del alquiler.

Al mismo tiempo Mariano Rajoy recorrió países anunciando a los grandes fondos de inversión que España era un lugar excepcional para invertir. Y desembarcaron en nuestro país.

Los “fondos buitre” se hicieron con distintas empresas del sector, llegando a tener un parque, que aunque no es mayoritario, sí es suficiente para controlar el precio del alquiler y subirlo de forma totalmente artificial.

Pero también hay otras circunstancias que se suman. La “turistificación” ha hecho que un sector de rentistas vea en los pisos turísticos un negocio. También una serie de cambios legales en la ley que han ido a proteger al propietario y no al inquilino. Se ha generado miedo a alquilar por si te ocupan el piso… Y así tenemos la “tormenta perfecta”.

En la manifestación de Madrid se gritaba “Madrid será la tumba del rentismo” y por otra parte “Fuera Fondos Buitre de nuestros Barrios”. ¿A la hora de luchar dónde debemos poner el “foco”, en todos los rentistas o en los grandes tenedores?

Es difícil responder a esta pregunta. Si nos atenemos a los números, en el parque de vivienda la mayoría de propietarios no son los grandes bancos ni fondos de inversión. Pero, si estos suben el precio del alquiler y esta práctica no se penaliza, entonces el pequeño propietario dice:“Pues si a mi lado alquilan un piso a mil euros… ¿por qué no lo voy a alquilar yo también a ese precio?”. Los causantes no son los pequeños propietarios, aunque sí participan del problema.

¿Qué medidas hay que tomar para bajar el precio de la vivienda?

La solución en lo inmediato es topar. En las zonas tensionadas hay que topar los precios, aunque hay que acompañarlo de otras medidas, quien considere que esto se soluciona sólo con una medida se equivoca.

¿Aparte de las medidas inmediatas, la alternativa es un parque público de vivienda?

Sí, claro. El parque público no sólo pasa por construir vivienda, también se pude reformar y rehabilitar. Además hay que tener en cuenta que los ayuntamientos tienen suelo público urbano de diferente tipo que no se utiliza y que se puede convertir en parque de vivienda, por ejemplo polígonos vacíos…

A veces se dice que el parque público no es rentable…

Eso no es cierto, depende de la gestión. Hay muchos ejemplos como Viena y otras ciudades en las que hay empresas públicas, algunas de participación mixta, adheridas a un parque de vivienda público y funciona perfectamente. Las experiencias de España no permiten sacar conclusiones porque esta política no se ha desarrollado.

Decimos que la vivienda es un derecho, no un negocio. Pero hay que concretarlo. ¿Te parece correcto establecer que el precio de la vivienda no supere el 30% del SMI? ¿Por ejemplo: que una vivienda de unos 60 metros cuadrados no cueste más de 375 euros?

Me parece un criterio “holgado”. Cuando se hizo el plan de remodelación de barrios en Madrid, a principios de los 80 ,se estableció como criterio que debía ser el 20% del salario. Ahora se reconoce el 30%, es un cálculo holgado para que no pierdan los bancos. Como límite de referencia se puede aceptar.

Hay que tener en cuenta que el dinero que se invierte en vivienda, aunque se considere un activo es casi un “pasivo”. Por una parte, la gente no lo dedica a mejorar sus condiciones de vida y, por otra, económicamente no se invierte en crear industria o en ciencia, que son motores de desarrollo.

¿Cuál es ahora mismo la perspectiva del movimiento?

Es importante que haya nuevas movilizaciones, pero también dar conciencia de cuáles son las razones que provocan que se dispare el precio de la vivienda, de cuál es la causa del problema y de las alternativas.