«Y lo ha hecho renunciando a los grandes fundamentos simbólicos de su acción política. Zapatero ha dejado atrás las ocurrencias para apostar por lo seguro. Ha renunciado a su conocida alergia hacia los veteranos del PSOE para apoyarse en ellos en el final de su segundo mandato. Le ha hecho caso a las voces que dentro de su partido le pedían un Gobierno más sólido y que supiera explicarse bien»
Teniendo en cuenta que el residente se mueve en una resbaladiza baldosa, en la que tiene escaso margen de maniobra, Zapatero intenta con esta remodelación comprar tiempo de calma interna para la que se le avecina en las elecciones catalanas y en las municipales y autonómicas. (EL MUNDO) EL PAÍS.- Varios meses después del horario previsto, José Luis Rodríguez Zapatero se ha dado el último impulso posible para recuperar el inconmensurable terreno perdido tras dos años de grave crisis económica y sonoros bandazos políticos. Como todo el PSOE había previsto, el presidente ha buscado en Alfredo Pérez Rubalcaba, el mejor valorado, de largo, en las encuestas, el remedio a los males que acosan al Gobierno. Ningún ministro ni vicepresidente de los gobiernos democráticos que ha tenido España ha gozado de tanto poder y protagonismo como el que Zapatero ha otorgado hoy a Rubalcaba. Tampoco nunca nadie tuvo en sus manos una responsabilidad tan grande en un momento tan difícil ABC.- Zapatero vuelve a negarse a sí mismo para intentar perpetuarse. Su capacidad de transmutación, sin soluciones de continuidad, dice bastante poco de la solidez de sus convicciones, pero habla mucho de su instinto de luchador, una cualidad (veremos si es virtud en este caso) que sus adversarios no deberían menospreciar, como han venido haciendo con frecuencia de los últimos tiempos. La remodelación del Gobierno anunciada esta mañana supone una rectificación de la misma envergadura que el cambio de política económica de mayo pasado. Significa, como aquella, una enmienda a la casi totalidad de lo que el propio presidente del Gobierno había practicado hasta ahora CINCO DÍAS.- Hay plan alternativo para el supuesto de que el año que viene no se creciera el 1,3%, se vieran perjudicados los ingresos tributarios o se produjeran desviaciones en el objetivo de déficit previsto. Elena Salgado emitió ayer un mensaje de tranquilidad a los mercados: el Gobierno no vacilará en adoptar medidas adicionales, si hicieran falta, para ayudar a la consolidación presupuestaria. Después de negar la existencia de esta especie de plan B, Economía ha considerado oportuno ofrecer nuevas garantías a los mercados para eliminar incertidumbres. Y ayer se ocupó de ello Elena Salgado. Opinión. El Mundo La segunda metamorfosis de Zapatero Lucía Méndez En el peor momento de su mandato, cuando mucha gente le da por amortizado, el líder del PSOE ha llevado a cabo la remodelación más profunda de su Gobierno desde que se instaló en La Moncloa. Y lo ha hecho renunciando a los grandes fundamentos simbólicos de su acción política. Zapatero ha dejado atrás las ocurrencias para apostar por lo seguro. Ha renunciado a su conocida alergía hacia los veteranos del PSOE para apoyarse en ellos en el final de su segundo mandato. Le ha hecho caso a las voces que dentro de su partido le pedían un Gobierno más sólido y que supiera explicarse bien. En definitiva, ha dejado atrás del glamour de la juventud, la renovación a toda costa y las originalidades para poner a personas que en el PSOE son consideradas serias y solventes. El único resto de su política creativa que hay en esta remodelación es la incorporación de Rosa Aguilar, que seguramente le sentará como un tiro a Izquierda Unida. Ha renunciado asimismo a apuestas personales tan simbólicas para él como el Ministerio de Igualdad o el de Vivienda, ambas creaciones suyas. La paridad, banderín de enganche de la acción política de Zapatero, también ha pasado a la Historia El ascenso de Rubalcaba, que vuelve a La Moncloa quince años después no es más que, como dijo Suárez. elevar a la categoría de normal lo que ya era normal. El ministro del Interior ya era vicepresidente, mal que le pesara a la hasta ahora titular del departamento. He aquí a uno de los pocos políticos capaz de reinventarse a sí mismo por toda la eternidad. No hay muchos asi. La salida de María Teresa Fernández de la Vega de la Vicepresidencia primera era un clamor en el PSOE. El nombramiento de Ramón Jáuregui como ministro de la Presidencia le habrá sorprendido más a él que a ningún otro, ya que sus relaciones con Zapatero nunca fueron idílicas. Con Trinidad Jiménez el presidente tenía una deuda moral -después de embarcarla en las primarias de Madrid- que ha saldado dándole el Ministerio de Exteriores, el que más le ha apetecido siempre. El nombramiento de Marcelino Iglesias como secretario de Organización del PSOE garantiza que los lunes los votantes socialistas se van a ver mejor reflejados en él que en Leire Pajín. Zapatero no podía dejar tirada a quien él puso como número tres del PSOE y por eso la ha nombrado ministra. Teniendo en cuenta que el presidente se mueve en una resbaladiza baldosa, en la que tiene escaso margen de maniobra, Zapatero intenta con esta remodelación comprar tiempo de calma interna para la que se le avecina en las elecciones catalanas y en las municipales y autonómicas. EL MUNDO. 20-10-2010 Opinión. El País Gabinete Rubalcaba José Manuel Romero Varios meses después del horario previsto, José Luis Rodríguez Zapatero se ha dado el último impulso posible para recuperar el inconmensurable terreno perdido tras dos años de grave crisis económica y sonoros bandazos políticos. Como todo el PSOE había previsto, el presidente ha buscado en Alfredo Pérez Rubalcaba, el mejor valorado, de largo, en las encuestas, el remedio a los males que acosan al Gobierno. Ningún ministro ni vicepresidente de los gobiernos democráticos que ha tenido España ha gozado de tanto poder y protagonismo como el que Zapatero ha otorgado hoy a Rubalcaba. Tampoco nunca nadie tuvo en sus manos una responsabilidad tan grande en un momento tan difícil: levantar el ánimo de un partido metido en un profundo agujero y recuperar el tono de un Gobierno aplastado por más de cuatro millones de parados. Y pese a este sombrío panorama, algunos ven una gran oportunidad de resucitar al moribundo con el "Gabinete Rubalcaba". Con la banda terrorista ETA muy debilitada, el actual ministro del Interior se puede convertir en el político que puso fin a una pesadilla que dura más de 40 años. Y si eso ocurre, Rubalcaba podrá celebrar el éxito sentado en el segundo sillón del Consejo de Ministros, y acomodado en la mesa del portavoz desde la que, cada viernes, el Gobierno publicita sus logros; y ocupando el despacho del Palacio de la Moncloa desde el que se coordina la acción de todos los ministerios. Será un presidente bis, aunque casi nadie sabe si el desenlace final de esta historia le convertirá, además, en el sucesor natural de Zapatero. Ni siquiera Rubalcaba, que repite a gritos desde hace tiempo que él está de retirada aunque nadie le crea demasiado. Si el jefe del Ejecutivo renuncia a seguir, la decisión de nombrar a Rubalcaba vicepresidente primero es casi un señalamiento como candidato en las próximas elecciones generales. Aunque Zapatero nunca utilizará el "dedazo", como vaticina la ministra de Defensa, Carmen Chacón, todos los que mandan en el PSOE han entendido el recado que esconde el ascenso de Rubalcaba. De los tres vicepresidentes que tiene ahora el Gobierno, hay dos, Manuel Chaves y Elena Salgado, claramente eliminados para una hipotética carrera por la sucesión. Rubalcaba puede ser la muleta que ayude al renqueante Zapatero a llegar con alguna esperanza a la próxima cita electoral. O algo más. Hasta ahora, el ministro del Interior mandaba más alla de su ministerio, lo hacía desde la sombra e influía, sin hacer ruido, en las decisiones que adoptaba Zapatero; ahora todos los focos le iluminan a él y, de golpe, le han abierto el armario con los trajes de todos los ministros, que puede vestir como mejor le convenga para explicar a España las políticas del Gobierno. Los dirigentes socialistas a los que consulté mientras se desayunaban con la noticia adelantada por EL PAÍS, encajaron la decisión de Zapatero con alivio y esperanza: "A estas alturas del partido, Rubalcaba parece el único capaz de sacarnos del pozo". EL PAÍS. 20-10-2010 Opinión. ABC La segunda negación de ZP Eduardo Sanmartín Zapatero vuelve a negarse a sí mismo para intentar perpetuarse. Su capacidad de transmutación, sin soluciones de continuidad, dice bastante poco de la solidez de sus convicciones, pero habla mucho de su instinto de luchador, una cualidad (veremos si es virtud en este caso) que sus adversarios no deberían menospreciar, como han venido haciendo con frecuencia de los últimos tiempos. La remodelación del Gobierno anunciada esta mañana supone una rectificación de la misma envergadura que el cambio de política económica de mayo pasado. Significa, como aquella, una enmienda a la casi totalidad de lo que el propio presidente del Gobierno había practicado hasta ahora; lo que le había reclamado del presidente de Castilla-La Mancha hace una par de semanas y por lo cual casi le despellejan algunos de sus compañeros que hoy seguro que se suben al carro de ese cambio de rumbo. Hay entre ambas, sin embargo, una diferencia importante: la de mayo le enajenó el apoyo de muchos de sus electores; la de hoy esta destinada a recuperarlo. Se trata de una rectificación en toda regla porque hasta ahora Zapatero no había querido un gobierno, sino, como lo definió un compañero de partido, "un grupo de secretarios de despacho" que le riesen las ocurrencias. La promoción de Rubalcaba a la primera vicepresidencia y portavocía del Ejecutivo y la entrada de Jaúregui y Rosa Aguilar van en la dirección contraria. También la desaparición de esos dos "ministerios florero" (Igualdad y Vivienda) a los que Zapatero había prestado una importancia símbolica; como fenecieron en mayo las tan cacareadas "políticas sociales", así se van ahora al basurero de las extravagancias inútiles algunos de los signos de identidad que hasta ayer el presidente defendía como irrenunciables. Y sin pestañear, como entonces. Pero Zapatero dejaría de ser quien es sino no hubiera introducido en esta remodelación algún nuevo capricho personal. El nombramiento, por ejemplo, de Trinidad Jiménez para Exteriores. Sigue así la misma pauta de recompensas que concede a sus candidatos fracasados, como en el caso de Miguel Sebastián. Y el desenlace puede ser el mismo. El ministerio de Exteriores es la cara externa del país, no sólo del Gobierno y, sinceramente y con todos mis respetos a la ministra, no parece, al menos por ahora, que esté a la altura de ese papel. O la recompensa a Leire Pajín con un ministerio por una gestión en la organización del PSOE que era contestada por un gran número de compañeros de partido y cuyas comparecencias públicas les ponía al borde del ataque de nervios. Pero uno no puede negarse a sí mismo, aunque sea dos veces, hasta ese punto. El cambio contiene, por lo demás, una advertencia para Mariano Rajoy y el PP: Zapatero no va arrojar la toalla y un presidente de Gobierno, por demediado que se encuentre, dispone siempre de recursos inestimables para recuperar parte de la iniciativa perdida. Que se desengañe Rajoy: este partido no lo va a ganar por abandono del equipo contrario. Y puede que la fruta no esté lo suficientemente madura como para que caiga por sí sola en sus manos, como le aconseja Pedero Arriola. Al igual que Zapatero, también el presidente del PP se deja convencer por los hacedores de encuestas. Pero a las encuestas muchas veces se les dobla el pulso. Que le pregunte a Tomás Gómez. O el PP se pone pronto las pilas, o el partido no está aún acabado, aunque la oposición aún disponga de una ventaja de varios goles. ABC. 20-10-2010 Presupuestos. Cinco Días Salgado a los mercados: habrá más ajustes si es necesario Federico Castaño Hay plan alternativo para el supuesto de que el año que viene no se creciera el 1,3%, se vieran perjudicados los ingresos tributarios o se produjeran desviaciones en el objetivo de déficit previsto. Elena Salgado emitió ayer un mensaje de tranquilidad a los mercados: el Gobierno no vacilará en adoptar medidas adicionales, si hicieran falta, para ayudar a la consolidación presupuestaria. Tal vez este es el mensaje que le hubiera gustado escuchar hace algunas semanas al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuando pidió al Gobierno en el Congreso un plan alternativo para afrontar posibles desviaciones en el objetivo de déficit. Después de negar la existencia de esta especie de plan B, Economía ha considerado oportuno ofrecer nuevas garantías a los mercados para eliminar incertidumbres. Y ayer se ocupó de ello Elena Salgado. La vicepresidenta reconoció que la previsión de crecimiento del 1,3% para 2011 es "algo más optimista" que la contemplada por los organismos internacionales y por el consenso privado, principalmente porque en el escenario del Gobierno la demanda externa neta tiene una aportación mayor gracias a la mejora de la competitividad y también porque espera una recuperación más rápida del consumo privado sobre la base de una mayor confianza y de una tasa de ahorro muy elevada para los parámetros habituales en España: un 18% de la renta disponible en 2009. Como es evidente que la economía mundial está todavía sujeta a una "elevada incertidumbre", argumentó la vicepresidenta, y a pesar de que el Gobierno considera realistas sus previsiones, "si llegara a ser necesaria alguna actuación adicional para cumplir el objetivo de déficit, se adoptaría sin vacilar", anunció Salgado. La orientación de la política económica "se va a mantener", aseguró. Al tiempo, ya se percibe algo que Economía considera fundamental: "Los inversores comienzan ya a discriminar, aunque todavía no completamente, en función de la situación económica real de cada país y están ya diferenciando a España de otras economías con unas finanzas menos sólidas", enfatizó la vicepresidenta. Las medidas presupuestarias que ha adoptado el Ejecutivo tienen como objetivo reducir el déficit público desde el 11,1% de 2009 al 9,3% en 2010, el 6% en 2011, el 4,4% en 2012 y el 3% en 2013. Salgado recordó que todas las administraciones públicas "están implicadas" en este proceso de reducción del déficit, con sendas de consolidación fiscal precisas que deben cumplirse. A juicio del Gobierno, la economía española ha sentado ya las bases para la recuperación. Salgado señaló que los datos de actividad económica correspondientes a los dos primeros trimestres confirmaron la salida de la recesión, con un crecimiento del PIB del 0,2%. En su opinión, los principales motores de la reactivación están siendo el consumo privado, impulsado por la mejora de la confianza y la progresiva estabilización del empleo, así como la inversión en bienes de equipo, que aumentó un 4,6% en el segundo trimestre. Más empleo indefinido La vicepresidenta valoró también el nivel de empleo, que tiende a estabilizarse. De hecho, ve posible crear 43.000 puestos de trabajo el año que viene, pese a que la tasa de paro no bajará del 19% como consecuencia del aumento de la población activa. El Gobierno confía también en su reforma laboral. Como botón de muestra, la vicepresidenta señaló que la conversión de empleos temporales en fijos ha subido diez puntos desde junio. "No caben atajos ni milagros para reducir el desempleo", señaló Salgado en el contexto de una apuesta decidida por las reformas estructurales pendientes. La de las pensiones, en concreto, la calificó de "esencial". Economía se mantiene en su intención de retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, a pesar de algunas voces en contra que se oyen dentro del propio Gobierno. De los 74.000 millones de coste de estas prestaciones en 2004 se ha pasado a 112.000 en 2011. Una vez alcanzadas tasas positivas de crecimiento, Salgado espera que en los próximos trimestres se consolide la recuperación con una tasa interanual que iría ganando dinamismo a lo largo de 2011. Salgado prevé concluir este año con una ligera reducción del PIB del 0,3%. Incluso en el supuesto de que no se consiguiera en 2011 un crecimiento del 1,3%, advirtió Salgado, las previsiones de ingresos apenas sufrirían quebranto. Según sus cálculos, la recaudación por el IRPF crecerá el año que viene un 6,2%, la de Sociedades un 3,9%, la del IVA un 7,3% y la de los impuestos especiales un 2,3%. Después de las cesiones a las comunidades, los ingresos del Estado descenderán, en todo caso, un 12,8%. El Gobierno remitirá al Congreso un nuevo plan en el que actualizará su compromiso de consolidación fiscal. CINCO DÍAS. 20-10-2010 Opinión. La Vanguardia Papa está de viaje de negocios Enric Juliana Cuaderno de situación: una progresiva sensación de vacío político y la caricatura de Zapatero exprimido por los vascos. El País Vasco es el gran ganador de la fase zapaterista de la gobernación de España. ETA está a punto de desaparecer y la entente de socialistas y populares en el Parlamento de Vitoria obliga al nacionalismo a un saludable ejercicio de realismo. Lejos de subir al monte con el trabuco y la capa del general Zumalacárregui, el Partido Nacionalista Vasco ha aprovechado la creciente debilidad de Zapatero para apoderarse de la segunda legislatura del PSOE posmoderno. Los presupuestos del 2010 quedaron en sus manos. Y los del 2011 vuelven a llevar su firma. Si el año pasado lograron blindar jurídicamente el privilegio fiscal heredado del antiguo régimen, este año han contratado un buen catálogo de incentivos para una ventajosa política industrial (traspaso de las bonificaciones a las cotizaciones empresariales de la Seguridad Social, gestión de los recursos de formación profesional –mayor control de los sindicatos, por tanto–, inspección de trabajo, fondo de garantia salarial…). Una buena caja de herramientas para la competitividad de la industria vasca en el mercado internacional, sin costes adicionales de solidaridad con el resto de España. Todo ello adornado con el entierro de la toponimia castellana de las tres provincias vascas. Guindilla picante en el tea party madrileño, que ayer ya comenzó a trinar. Los improperios de la extrema derecha son el mejor certificado de garantia que Josu Erkoreka e Íñigo Urkullu pueden exhibir en Bilbao. Y, sin embargo, España no se rompe. No se rompe, porque el acuerdo PSOE-PNV no hace otra cosa que asentar el statu quo de 1977, articulado por tres excepciones en eje vertical: el fuero vasco-navarro, la poderosa capitalidad radial de Madrid y el deber moral de subvencionar al Sur, sin reglas precisas ni mecanismos de revisión. Esta es la estructura profunda del poder territorial en España y uno de los principales legados de José Luis Rodríguez Zapatero será el de haber contribuido a su refuerzo. ¿No se lo creen? A los hechos. El País Vasco y Navarra son hoy más confederales que nunca (muy hábilmente, el PSOE ha desplazado al PP en el apuntalamiento del tradicionalismo como fuerza gobernante en el Reino de Navarra); no se ha adoptado ninguna decisión estratégica importante, ni una sola, que merme o enmiende el poder radial de Madrid (el corredor ferroviario mediterráneo recibe hoy muchos parabienes, es verdad, pero observe el lector que su concreción presupuestaria será irrelevante en el 2011); y la pena de excomunión sigue vigente para quien cuestione, ni que sea parcialmente, la intensidad de las transferencias de renta al sur. (En un artículo de opinión de muy notable calado publicado antes del verano en el diario El País, Felipe González y Carme Chacón afilaban el anatema: será calificado de extrema derecha quien perturbe ese pilar del sistema.). Cuaderno de situación. Los vacíos. A la espera del debate del martes en el Congreso, las fuerzas catalanas han decidido ser irrelevantes en el presupuesto del 2011. Piensan en las elecciones. Los socialistas catalanes –¿cada día más resignados a perder?– miman su afonía. Y CiU ha regalado el campo de maniobras al PNV –¿se lo agradecerán los de Sabin Etxea?–, para no mancharse la camisa con la congelación de las pensiones. Podría ser el gran momento del Partido de los Exportadores, especialmente concentrados en la franja mediterránea (Catalunya, Valencia y Murcia suman más del 50%), ya que el comercio exterior es la única esperanza de la malograda economía española. La improbable emergencia de un eje levantino (me refiero a una cierta complicidad orgánica de las fuerzas sociales y económicas mediterráneas, no a un partido convencional), incidiría en otro de los grandes vacíos del momento: la radical crisis de liderazgo en la patronal CEOE, por cuyo control la derecha regional madrileña va a luchar a muerte en las próximas semanas. Y es que en el interior de ese vacío, hay otra ausencia de materia, sobre la que se escribe poco. Muy poco. ¿ ¿Qué papel están jugando las empresas del Ibex 35 en la deliberación del grave momento español? ¿Qué piensan? ¿Qué aconsejan? ¿Cómo influyen sobre el discurso general, además de procurar por sus intereses particulares? Políticamente, la gran élite española está siempre en viaje de negocios. Las principales firmas del Ibex 35 (Telefónica, Banco de Santander, Endesa, BBVA, Endesa, Repsol, Inditex, ACS, FCC, Ferrovial…) facturan más en Europa, Asia y Latinoamérica que en España. Hasta ayer, les interesaba mucho más la evolución de Brasil que el eterno enredo hispánico. Hasta ayer. Conviene precisarlo, porque la preocupación por el riesgo país –el riesgo España– cada vez pesa más en sus deliberaciones internas. Sus acciones podrían cotizar mejor si no fuesen de matriz española. Y uno los dos grandes bancos se ha visto en la obligación de insertar un anuncio en un diario anglosajón para subrayar que España sólo representa el 23% de su negocio. Alejamiento o implicación. Distancia o mayor intervención en el debate político interior. He ahí un dilema nada teórico para la élite transoceánica; el eje de todos los ejes. LA VANGUARDIA. 17-10-2010