La república de las aceitunas

«El semanario estadounidense, hasta hace unos meses propiedad del Washington Post, acaba de publicar un sugerente informe del geógrafo y publicista Joel Kotkin, que se atreve a catalogar el desorden planetario en 17 entidades; unas de nuevo cuño, otras de vieja reverberación. España formarí­a parte de las Olive Republics, junto con Portugal, Italia, Eslovenia, Kosovo, Montenegro, Macedonia y Grecia.»

Cuadro de mando: la Alianza Norteamericana; la Gran India; el Reino del Centro; la Nueva Hansa y un renacido Imerio Ruso. A continuación, un segundo nivel con poderes y vocaciones imperiales de desigual intensidad: Brasil; Japón y Corea del Sur; la Gran Arabia; Iranistán; los Nuevos Otomanos. Unas pocas ciudades estado muy influyentes. En Europa, mandaría la Nueva Hansa, flanqueada por un cinturón periférico de países tentados por una nueva tribalidad nacional. En el sur de esta ruda periferia estarían los recogedores de aceitunas: portugueses, españoles, italianos, griegos y balcánicos ortodoxos y católicos, todos ellos endeudados hasta las cejas y con la población cada vez más envejecida. Glups. (LA VANGUARDIA) EL PAÍS.- La huelga general del pasado miércoles ha dañado al PSOE, ya diezmado en sus expectativas de voto por la crisis económica y los recortes sociales. Los efectos de la protesta de los sindicatos contra la reforma laboral han llevado a los socialistas a uno de sus peores resultados electorales. Su desventaja respecto al PP en estimación de voto es de 14,5 puntos porcentuales, según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS. El sondeo fue realizado el pasado jueves, justo al día siguiente de la huelga, hecho que los responsables del sondeo consideran determinante. Y es esta perspectiva la que explica que el PSOE se encuentre en este momento con un 28,5% en estimación de voto, tras una caída de 4,5 puntos porcentuales en un mes. EL CONFIDENCIAL.- Las cosas parecen mejorar en las últimas semanas para el sector financiero español: el interbancario vuelve a funcionar, se han abierto los mercados mayoristas, las cotizaciones suben en bolsa, las fusiones de cajas avanzan… Sin embargo, los primeros espadas de los bancos se han mostrado muy pesimistas sobre el futuro de su negocio en dos recientes conferencias sectoriales celebradas sin presencia de periodistas en Barcelona y Londres. Y no sólo a corto plazo: no esperan ver luz al final del túnel hasta dentro de dos años como mínimo. Opinión. La Vanguardia La república de las aceitunas Enric Juliana Dice el último número de Newsweek que formamos parte de la región de las aceitunas en el nuevo atlas del mundo. El semanario estadounidense, hasta hace unos meses propiedad del Washington Post, acaba de publicar un sugerente informe del geógrafo y publicista Joel Kotkin, que se atreve a catalogar el desorden planetario en 17 entidades; unas de nuevo cuño, otras de vieja reverberación. España formaría parte de las Olive Republics, junto con Portugal, Italia, Eslovenia, Kosovo, Montenegro, Macedonia y Grecia. Podría ser la obra de un cantamañanas con ganas de provocar, pero el currículo de Kotkin no parece el de un indocumentado. Profesor en California y Londres, autor de varios ensayos de prospectiva, ha colaborado en medios de comunicación influyentes (desde el liberal The New York Times hasta la muy conservadora cadena Fox), dirige una web relevante (Newgeography.com), y en los últimos meses ha polemizado con el ensayista Richard Florida a propósito del papel de las ciudades en el siglo XXI. El profesor Florida defiende la teoría de las ciudades creativas, áreas urbanas o corredores geográficos que emergerían por su capacidad de atraer a los profesionales con roles creativos en la nueva división internacional del trabajo. Bohemia, medio ambiente y alta tecnología. Publicados recientemente en España, los ensayos de Florida han llamado la atención en la Barcelona que cada mañana se pregunta ante el espejo cuál es su lugar en el mundo (la recogida de aceitunas, al parecer). Kotkin no es un progresista. Con un ángulo de visión muy propio del añejo realismo norteamericano, sostiene que las ciudades creativas del optimista Florida acabarían convirtiéndose en capitales efímeras, temporalmente atractivas para turistas y nómadas ricos, cuya glamurosa y provisional hegemonía expulsaría a las clases medias tradicionales, sin las cuales no hay riqueza urbana. La gracia del informe de Newsweek está en los nombres que el autor otorga a las 17 regiones planetarias. Cuadro de mando: la Alianza Norteamericana (Estados Unidos y Canadá); la Gran India; el Reino del Centro (China, Hong-Kong y Taiwán); la Nueva Hansa (Alemania, Holanda, Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia, rememorando la Liga Hanseática que controló el comercio del Báltico durante la edad media); y un renacido Imperio Ruso (Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Moldavia y Armenia). A continuación, un segundo nivel con poderes y vocaciones imperiales de desigual intensidad: Brasil; Japón y Corea del Sur; la Gran Arabia (con Egipto, Líbano, Jordania y los territorios palestinos); Iranistán (con Iraq y Siria); los Nuevos Otomanos (Turquía más una parte de Asia Central). Unas pocas ciudades estado muy influyentes: Londres, París, Singapur y Tel Aviv. El gigante latinoamericano escindido en dos bloques: los liberistas (Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú) y los bolivarianos (Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba). Una África dividida en tres grandes segmentos poco comunicados entre sí: el Imperio Sudafricano, el Subsáhara depauperado y el Cinturón Magrebí. En el Extremo Oriente, el Cinturón de Caucho (Indonesia, Tailandia, Camboya, Vietnam, Laos, Malasia y Filipinas) y los Países Afortunados (Australia y Nueva Zelanda). Y una gran región gamberra para preocupación de todos: el Salvaje Este, con Afganistán, Pakistán, el Cáucaso desmandado y otros fragmentos fuera de control del Asia Central. En Europa, mandaría la Nueva Hansa, flanqueada por un cinturón periférico de países tentados por una nueva tribalidad nacional, en el que Kotkin tiene el coraje de incluir a Inglaterra (sin Londres), junto con Irlanda, la escindida Bélgica, Hungría, Chequia, Rumanía, Polonia y las empobrecidas repúblicas del Báltico, ahora excluidas de la Liga Hanseática. En el sur de esta ruda periferia estarían los recogedores de aceitunas: portugueses, españoles, italianos, griegos y balcánicos ortodoxos y católicos, todos ellos endeudados hasta las cejas y con la población cada vez más envejecida. Glups. ¿Y Francia? El autor ubica a Francia en el grupo de los stand-alone, los solitarios y autónomos de fuerte perfil (Brasil y Japón reciben la misma consideración). Francia resiste el empuje cultural anglosajón, no cumple todos los requisitos para formar parte de la Nueva Hansa y sería un pecado desterrarla a los olivares del sur. El informe Kotkin es muy discutible. Seguramente contiene inexactitudes y errores de apreciación. Quiere llamar la atención vistiendo de novedad la geopolítica pesimista de toda la vida. Pero es sugestivo. Muestra lo importante que es dar nombre a las cosas en una época de gran confusión. Demuestra la relevancia que vuelve a tener la geografía como instrumento para pensar el mundo. Mapas, mapas, mapas. Y nos vuelve a recordar, por si lo habíamos olvidado, que España está atravesando una gravísima crisis de prestigio en el mundo anglosajón. Podría ser imaginada en el interior de una Nueva Columbia transoceánica y la mandan a recoger aceitunas. Las agencias de relaciones públicas que el Gobierno acaba de contratar en Londres y Nueva York nos van a costar un dineral. LA VANGUARDIA. 3-10-2010 Encuesta. El País El PSOE cae aún más tras la huelga F. Garea La huelga general del pasado miércoles ha dañado al PSOE, ya diezmado en sus expectativas de voto por la crisis económica y los recortes sociales. Los efectos de la protesta de los sindicatos contra la reforma laboral han llevado a los socialistas a uno de sus peores resultados electorales. Su desventaja respecto al PP en estimación de voto es de 14,5 puntos porcentuales, según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS. El sondeo fue realizado el pasado jueves, justo al día siguiente de la huelga, hecho que los responsables del sondeo consideran determinante. Y es esta perspectiva la que explica que el PSOE se encuentre en este momento con un 28,5% en estimación de voto, tras una caída de 4,5 puntos porcentuales en un mes. A falta de comprobar en próximos sondeos si se consolida el desplome o si, por el contrario, se matiza al calmarse el calentón ciudadano, la impresión empieza a ser que la brecha se sigue abriendo y es cada vez más insalvable. Los socialistas parecían haber tocado fondo en junio, cuando se anunció la congelación de las pensiones y la reducción del sueldo de los funcionarios, pero la caída se mantiene. En las elecciones generales de 2000, el PSOE se quedó en el 34,2% de los votos; eso provocó la victoria por mayoría absoluta de José María Aznar y la dimisión del entonces líder socialista, Joaquín Almunia. Ahora, el PSOE está casi seis puntos por debajo de los niveles de aquella crisis, que llevó a nombrar una gestora para dirigir el partido y a un congreso en el que dieron un paso al frente cuatro candidatos (Zapatero, José Bono, Rosa Díez y Matilde Fernández). Desde las elecciones generales de 2008, el PSOE ha perdido 15 puntos porcentuales en estimación de voto. La encuesta atribuye el hundimiento al abandono de los votantes socialistas, debido al desgarro que les ha supuesto la huelga general. Acostumbrados a ir a un lado de la pancarta, ahora las bases del PSOE se han visto enfrente de la protesta y parecen manifestar su disgusto con el sentido de su voto. La semana pasada, el diputado socialista Antonio Gutiérrez le decía a Zapatero la misma frase que le espetó a Felipe González cuando era secretario general de Comisiones Obreras: "Cuando se dejan entrar en el Consejo de Ministros las ideas de la derecha, se termina por facilitar que la derecha se quede con la silla del Consejo de Ministros". La encuesta muestra que la fidelidad de voto socialista ha caído al 45%, 5,5 puntos porcentuales menos en un solo un mes, lo que indica que los votantes no siguen a pies juntillas a Zapatero en su argumento sobre la necesidad de realizar recortes sociales contra la crisis. Enfrente, a Mariano Rajoy le es muy rentable su estrategia de ponerse de perfil ante la huelga, de no arriesgar, de esperar a que Zapatero se cueza en su propia salsa y recoger entonces los frutos. Ha visto la protesta como un asunto que le es ajeno, y ni siquiera se ha conocido cuál era su propuesta de reforma laboral. Pero él sale beneficiado claramente del hundimiento del PSOE. No arriesga y mantiene el 43% en estimación de voto. No es su mejor resultado de la serie histórica de sondeos, pues tuvo mejores datos aún en febrero, marzo y julio, pero el batacazo socialista le concede diferencias que se traducirían en una clara mayoría absoluta. Rajoy no mejora su imagen, que sigue siendo mala. Pero encabeza un partido con un suelo estable y un electorado movilizado y cuya fidelidad sigue superando el 80%. Y con eso le vale de sobra, aunque él no haga nada. La imagen de Zapatero sigue deteriorándose por momentos: un 75% desaprueba su gestión como presidente del Gobierno, 10 puntos más que hace un mes, y un 84% dice no confiar en él. El presidente ha vuelto del veraneo con el convencimiento de que su misión política para lo que queda de legislatura es culminar las reformas que le exigen la Unión Europea y los mercados, y se ha lanzado a ello. El "me cueste lo que me cueste" que pronunció en el Congreso para respaldar los recortes se traduce en un acelerado desgaste. La sensación de final de ciclo político sigue calando: el 72% cree que el PP ganará las elecciones. Otro efecto notable de la huelga general es que ha servido para oscurecer mucho más el panorama y sembrar el desánimo entre los ciudadanos. Los españoles no ven la luz al final del túnel, también como consecuencia de que esta misma semana se han presentado los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que recortan la inversión, prevén un aumento del paro y disminuyen el gasto como nunca se había hecho antes en democracia. Quizá por eso un 91% afirma que aún queda mucho para salir de la crisis económica en España. La huelga general no ha tenido el efecto de catarsis política para ver cerca la recuperación. Los nubarrones oscurecen también la imagen del Ejecutivo en su conjunto. Solo aprueba el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; Celestino Corbacho, abrasado por la huelga antes de irse como candidato en Cataluña, sigue siendo el peor valorado. Un 53% pide un cambio de Gobierno que Zapatero sigue demorando. EL PAÍS. 3-10-2010 Opinión. El Confidencial La banca española espera otros dos años de sufrimiento a pesar de la reestructuración Eduardo Segovia Las cosas parecen mejorar en las últimas semanas para el sector financiero español: el interbancario vuelve a funcionar, se han abierto los mercados mayoristas, las cotizaciones suben en bolsa, las fusiones de cajas avanzan… Sin embargo, los primeros espadas de los bancos se han mostrado muy pesimistas sobre el futuro de su negocio en dos recientes conferencias sectoriales celebradas sin presencia de periodistas en Barcelona y Londres. Y no sólo a corto plazo: no esperan ver luz al final del túnel hasta dentro de dos años como mínimo. "El mensaje global lanzado por los bancos es que quedan al menos otros dos años de sufrimiento, con una crisis que va a ser todavía muy larga, una demanda de crédito inexistente y un empeoramiento de la calidad crediticia", es decir, un mayor aumento de la morosidad, según un asistente a la VI Jornada de Bancos Españoles organizada por Ahorro Corporación la semana pasada en Barcelona. A este respecto, Banesto considera que el pico de la mora se alcanzará en algún momento de 2011, pese a que casi todas las entidades presumieron de haber logrado contener los impagados en la presentación de sus resultados del primer semestre. "En los próximos dos años coincidirá el agotamiento de la provisión genérica con entradas continuadas, si bien a menor ritmo, de morosidad y caída de ingresos", fue el mensaje lanzado por el sector, según otro testigo del encuentro. "Nos queda un año de un año más de deterioro por culpa de la situación macroeconómica, y cuando ésta empiece a mejorar, el BCE retirará la barra libre y empezará a subir los tipos. Eso contraerá todavía más los márgenes, porque se traslada de inmediato a los depósitos mientras que tarda en torno a un año en repercutir en los créditos", pronostica una de las entidades presentes. La rentabilidad, por los suelos La consecuencia de este entorno es que muchas entidades no podrán evitar entrar en pérdidas en los próximos ejercicios, en especial las fusiones de cajas de ahorros, frías o calientes. Pero, aunque no lleguen a tanto, todos los bancos sufrirán un desplome de su rentabilidad. "El ROE (retorno sobre capital) de la banca española no va a superar el 8% en los próximos tres años, mientras que el coste de capital se encuentra entre el 9% y el 10%. Eso significa que los bancos van a destruir valor por culpa de la caída de los ingresos y de la contracción de márgenes", explica una fuente que estuvo presente en la conferencia bancaria organizada por Merrill Lynch en Londres esta semana. En dicha conferencia, en la que estuvieron presentes las principales entidades españolas, se invirtieron las tornas de anteriores encuentros: "Hasta ahora, los inversores temían que España quebrase y eso contrastaba con los mensajes de solidez que lanzaban los bancos; ahora ya han superado ese escenario apocalíptico y tienen ganas de empezar a invertir, y se encuentran con que son los bancos los que se muestran pesimistas", según otro asistente a estas jornadas. Las armas de los bancos Ante este escenario deprimente, las únicas armas con las que cuentan las entidades son una mayor reducción de costes (y de capacidad, es decir, oficinas, excesiva en un entorno de estancamiento del crédito) y un esfuerzo continuado de recuperación de créditos morosos. Asimismo, pueden vender activos industriales, carteras de crédito e inmuebles con operaciones de sale & lease back (quedándose como inquilinos). Algunas entidades también proponen que el Banco de España les eche otra manita con una revisión del calendario para reponer la provisión genérica. Es decir, que les dé más plazo para volver a dotar este colchón una vez que se agote. Si el supervisor permite que se haga de una forma más gradual, permitiría una mayor generación de beneficios. EL CONFIDENCIAL. 3-10-2010