Este trágico suceso ha levantado la simpatía de muchos de sus compañeros riders, al igual que la indignación. Convocados por la organización RidersXDerechos, un centenar de trabajadores se concentraron enfrente de la sede de Glovo en Barcelona al día siguiente por la tarde, en protesta contra unas condiciones de trabajo precarias que defienden que son responsabilidad del fallecimiento del ciclista. Y al día siguiente volvieron a concentrarse otra vez, esta vez al mediodía.
Colocaron velas y flores en recuerdo del repartidor fallecido ante la puerta de la sede, además de quemar varias mochilas de Glovo en la calle como protesta ante lo sucedido. “Sabíamos que esto pasaría antes o después porque este modelo de negocio te obliga a trabajar muchas horas” expresó Javier Morata, antiguo repartidor de Glovo.
Esta tragedia, y la oleada de solidaridad que ha despertado, llegó justo pocos días antes de que se reanudase el juicio contra la multinacional británica de reparto a domicilio Deliveroo.
La Tesorería General de la Seguridad Social llevó a juicio a Deliveroo en diciembre de 2018 por poseer empleados como “falsos autónomos”. Pero un recurso de la plataforma Alsoriders, formada por la propia compañía, como denunció en su momento UGT, obligó a retrasar el juicio hasta el 31 de mayo, en un intento de la empresa para ganar tiempo.
Es un caso fundamental ya que afecta a los 517 riders que trabajan para Deliveroo en Madrid. La Tesorería General de la Seguridad Social llevó a los juzgados a la empresa británica tras recibir una denuncia de Inspección de Trabajo donde acusa a Deliveroo de tener a sus repartidores como “falsos autónomos”.
Ya ha habido denuncias previas. Víctor Sánchez, rider valenciano de Deliveroo, ya había denunciado a la compañía por ser tratado como “falsos autónomos”. Quedó probado que en su caso la empresa decidía prácticamente todo, determina horarios, turnos, costes y todas las características esenciales sobre cuándo y cómo se realiza los repartos. Y sin embargo, la relación era de autónomo. Cuando a Deliveroo ya no le interesaba, despidió a Víctor Sánchez sin compensación alguna y éste presentó la denuncia. El tribunal sentenció a su favor y la compañía tuvo que compensar al afectado.
Desde entonces, se han sucedido los juicios contra la empresa, la mayoría fallando a favor de los riders, pero hasta ahora todos han sido casos individuales. Si la sentencia de Madrid falla a favor de los trabajadores, la jurisprudencia que se crearía obligaría a la empresa a acabar con el modelo de “falsos autónomos” y la precariedad laboral que ésta genera. Tras ver las consecuencias, ya va siendo hora…