La posición de España en la guerra declarada por Israel en Gaza tras el atentado terrorista de Hamás tiene una especial relevancia, tanto porque España ocupa en estos momentos la presidencia del Consejo Europeo, como por la presencia militar directa en la zona liderando desde 2022 una misión de la ONU en la frontera entre Líbano e Israel, y la implicación de las bases americanas en el despliegue militar de EEUU.

España ha contribuido a fijar la posición de la Unión Europea en el conflicto, denunciando el terrorismo de Hamás, pero también exigiendo que Israel respete el derecho internacional, condenando los bombardeos indiscriminados y el corte de agua, luz, suministros y alimentos en Gaza. La ayuda humanitaria. Y defendiendo la solución de los dos Estados.

Frente a las posiciones proisraelíes que en un primer momento adoptaron Ursula von der Leyen, y algunos comisarios anunciando que la UE congelaba la ayuda humanitaria a Palestina.

El español Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores condenó desde el primer momento “las matanzas de civiles, las haga quien las haga”, tanto el ataque terrorista de Hamás en Israel, como el bombardeo de Gaza violando el derecho internacional.

Proclamaba Borrell ante el Europarlamento. “Cortar el agua, la electricidad o los alimentos y el ultimátum dado a la población “violan el derecho internacional humanitario”. Defendiendo incrementar la ayuda humanitaria a Palestina. La UE ya ha anunciado que triplicará esa ayuda este año.

En la misma línea intervino el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, como representante del Consejo de la UE, cuya presidencia ostenta este semestre España, defendiendo la condena del terrorismo de Hamás y la respuesta israelí en Gaza que vulnera el derecho internacional. Y la solución de los dos Estados “ que goza de consenso en el seno de la UE”.

El presidente Sánchez ha sido rotundo condenando “el ataque terrorista de Hamás contra la población civil” y exigiendo la”liberación inmediata de los rehenes”. El derecho de Israel a defenderse de los ataques terroristas no avalan el ultimátum dado a la población palestina para el abandono de Gaza”. Israel ha de actuar “siempre dentro del derecho internacional, garantizando la protección de la población civil y el acceso a la ayuda humanitaria”.

Insistiendo en la solución política de “los dos Estados, Israel y Palestina, para que puedan coexistir en paz, tal y como dice la ONU y las Cortes Generales”, en referencia a una proposición aprobada en 2014 en el Congreso por todos los grupos parlamentarios por 319 votos a favor y solo uno en contra.

Implicación militar más allá de la ONU

España forma parte de la misión militar de la ONU en Líbano desde 2006, cuyo objetivo es mantener la paz y la seguridad en la frontera entre Líbano e Israel. Una misión creada por la ONU tras las incursiones del ejército israelí en Líbano en 1978 contra las milicias de la OLP. Situación que se agravó en 2006 con enfrentamientos entre Israel y la milicia chiita apoyada por Irán Hezbollah. En la actualidad un general español lidera la misión de la ONU con 650 militares, actualmente en estado de alerta.

Sin embargo el pricipal problema para nuestro país es el aumento de la implicación militar de las bases norteamericanas en nuestro país en las acciones militares de EEUU en escenarios de guerra. La última la participación de la Base Naval de Rota en el despliegue militar de EEUU de apoyo a Israel.

EEUU está desplegando una flota naval compuesta por dos portaaviones y sus respectivos grupos de combate integrados por destructores, cruceros y otros tipos de barcos de apoyo y 150 cazas. Una implicación sobre la que el gobierno de coalición y los grandes medios mantienen un clamoroso silencio.

Según el diario La Voz de Cádiz “las unidades norteamericanas en la base de Rota están en estado de alerta”. Y entre los destructores enviados uno tiene su base en Rota, el ‘USS Roosevelt’.

Una implicación muy diferente de la que España mantuvo en la guerra de Yom Kippur en 1973, cuando impidió a EEUU emplear sus bases militares en territorio español para enviar armamento a Israel.

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