La viruela del mono

“La pobreza es la gran aliada de los virus, y esto se cumple con la mpox”

Con su habitual amabilidad y sensibilidad hacia los problemas de salud de los países más empobrecidos, Amós García nos atiende para explicarnos del devenir de la emergenci internacional que se ha lanzado ante el avance del virus de la viruela del mono (mpox)

Desde 2022 y lo largo de los últimos meses, una nueva alarma sanitaria internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ido ganando importancia y atención en los titulares, así como preocupación entre las autoridades sanitarias. Se trata de la causada por un brote de la viruela de mono (mpox) que ya ha causado miles de casos (67 de ellos mortales) en 70 países, 8000 de ellos en España.

Preguntamos sobre ello a Amós García, que durante los años de la pandemia de covid fue presidente de la Asociación Española de Vacunología, siendo uno de los epidemiólogos con más presencia en los informativos y tertulias. Ha sido jefe del Servicio de Epidemiología y Prevención de Canarias, y actualmente es miembro del Comité Permanente de la OMS para Europa

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Aunque el viris de la Viruela del Mono (mpox) se conoce desde 1970, hasta ahora estaba circunscrito a África Central. Pero desde 2022 ha dado el salto fuera de este continente, y desde agosto de este año la OMS ha declarado una emergencia de salud pública de importancia internacional. ¿Cuál es en estos momentos la situación epidemiológica de la mpox, en el mundo, en Europa y en España?

Antes de responderte, quiero introducir una reflexión de porqué está impactando tanto esta alarma de la mpox en nuestro ámbito, porque la pandemia de la covid-19 ha supuesto un antes y un después en cómo se percibe y se escenifica una alarma sanitaria de una enfermedad transmisible.

Lo primero que hay que aclarar es que la situación de la mpox es totalmente diferente a la del covid. El SARS-CoV2 se transmitía por vía aérea, por aerosoles, lo cual lo hacia muy transmisible y facilitó una rápida diseminación del virus, causando las olas epidémicas. En cambio, el mpox se contagia por contacto estrecho, por contacto muy directo, lo cual hace que su transmisión sea lenta.

Además, cuando apareció la covid-19 no se tenía ni la más remota idea de a qué nos enfrentábamos, ni mucho menos cómo combatirlo. En cambio, como ya has mencionado, la mpox ya se conoce desde los años 70, es una «vieja conocida», y lo es mucho más su pariente, la viruela humana. Cuando inició la covid-19 no teníamos vacunas disponibles, mientras que para la mpox tenemos la vacuna de la viruela humana, que sabemos que nos protege bastante bien.

La mpox es totalmente distinta al covid

Entonces la situación es completamente distinta a la covid, y eso hace muy poco probable que el futuro de la mpox sea similar al tremendo problema que tuvimos con pandemia de coronavirus.

Ojo, no quiero quitarle importancia. Se trata de una enfermedad que está generando un grave problema en países en vías de desarrollo, en Africa Central, fruto principalmente de la pobreza, las condiciones de hacinamiento, de insalubridad, de malnutrición… que facilitan la transmisión de una enfermedad como la mpox.

Pero fuera del contexto de estos países en vías de desarrollo, como Europa, claro que vamos a tener casos importados, e incluso brotes, pero no una situación de olas epidémicas, y que genere una alarma en la ciudadanía como la que supuso el covid.

Entonces, ¿por qué la OMS declara una alarma sanitaria internacional? Por dos cuestiones. En primer lugar porque cuando la OMS habla, se dirige a todos los países del mundo, no sólo a las naciones desarrolladas. Y segundo, porque se trata de dar un toque de atención a los países más ricos, no sólo para que activen sus circuitos de vigilancia, sino para que entiendan que en las naciones en vías de desarrollo se dan este tipo de problemas, y que deben prestarles ayuda in situ. Por ejemplo, para decirles que hay que armarse de vacunas… pero para enviarlas a donde son más necesarias, a los países pobres, a África, donde se está produciendo las olas epidémicas y los contagios masivos.

En España hemos tenido unos 250 casos de mpox este año. Usted insiste en desmentir los titulares que afirman que «los casos se disparan»…

Si, si. Como ya he dicho, casos de la mpox vamos a seguir teniendo en España, incluso es posible que algún brote. Pero se trata de una incidencia que no sale de un margen. Es una situación que en absoluto tiene que ver con lo que vivimos con la covid, pero tampoco con lo que se está viviendo con este virus en África, donde el número de casos no para de aumentar. Y si allí siguen contagiándose, hay una mayor probabilidad de que el virus siga llegando a los países desarrollados. Por tanto, hay que actuar en África, atajar allí con la transmisión del virus. Por beneficio de los europeos… pero sobre todo por solidaridad.

Así es, porque además este virus de la viruela del mono se han identificado dos grandes grupos o clados, el I y el II. El que es responsable de la epidemia mundial es el Clado IIb, que parece más transmisible. Pero hace un año en una región de República Democrática de Congo se identificó un sublinaje del Clado I (Ia), asociado con la forma más grave de la enfermedad y tasas de letalidad más altas, y que ya se extiende por algunos países vecinos…

Sí, pero yo prefiero ser prudente, porque aún no hay acumulada suficiente evidencia científica que permita afirmar que en Congo haya una forma más virulenta de la mpox. Hay que tener en cuenta que en los países en vías de desarrollo no hace falta mucho -por las condiciones de vida precarias e insalubres de su población- para que un virus contagioso provoque una mayor mortalidad. Por eso hay que ser cauteloso al catalogar a los subtipos de la mpox como más virulentos o letales. En realidad la mayor mortalidad puede deberse a la miseria.

La pobreza genera un cóctel terrible para la expansión de los virus

Sí, porque efectivamente donde se está desarrollando la epidemia de este Clado Ia de la mpox es en la República Democrática de Congo, y países vecinos como Burundi o Ruanda, que albergan a millones de personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares a causa conflictos armados, persecución política o desastres naturales.

Efectivamente, muchos de los casos se dan en campos de refugiados, con condiciones de hacinamiento, pobreza e insalubridad insoportables, donde el virus se transmite muy fácilmente.

Mira, yo siempre digo esto: es la pobreza. Es la pobreza. La pobreza es la gran aliada de los virus, de las enfermedades transmisibles y de las epidemias. La miseria lleva aparejada situaciones ideales para el contagio -el hacinamiento, el contacto estrecho- y para la enfermedad, las malas condiciones de vida, la malnutrición que provoca la debilidad del sistema inmune. La pobreza genera un cóctel terrible para la diseminación de enfermedades infecciosas como la mpox, y para que sean más virulentas y mortales.

Bueno, pues saltando a otro virus, el de la viruela humana (Variola mayor) ha sido uno de los más mortíferos de la historia, con tasas de mortalidad del 30%. Se estima que solo en el siglo XX, la viruela mató hasta 300 millones de personas. Y sin embargo, es también el ejemplo más luminoso de lo que pueden hacer las vacunas por la humanidad, porque en los años 80 este virus fue totalmente erradicado de la faz de la Tierra gracias a las exitosas campañas de vacunación.

¡Efectivamente!. Es el ejemplo más luminoso de lo que significa una estrategia global de salud. ¿Qué problema de salud humana se ha conseguido erradicar -no ya resolver o mitigar, sino borrar por completo- gracias a una intervención humana planificada y consciente? Pues ninguno menos esta enfermedad, y fue gracias a las vacunas. Es un hito científico sin parangón.

Las vacunas son una de las herramientas científicas que generan una mayor equidad en salud… siempre y cuando lleguen a toda la población y a todos los países del mundo, que ésa es la cuestión, el verdadero reto.

Las vacunas son una herramienta de equidad

De hecho, el propio nombre -las «vacunas»- está relacionada con el combate a la viruela humana. En el siglo XVIII, el médico inglés Edward Jenner desarrolló una inmunización contta esta enfermedad tan mortífera a partir de la viruela de las vacas…

Así es. Jenner era un médico rural, e hizo una observación genial para la historia de la medicina. Él se fijó en que todos los ganaderos y pastores que ordeñaban vacas, incluso vacas enfermas de viruela vacuna… nunca contraían viruela humana. Estaban extrañamente protegidos.

Y en base a esta observación, se dedicó a coger punciones de las pústulas de las vacas infectadas de viruela y a pinchar con ellas a seres humanos, algo que a los otros médicos de su época les hizo poner el grito en el cielo, pero que funcionó de manera vehemente e incontestable, porque la exposición al virus de la viruela vacuna generaba inmunización contra el virus de la viruela humana.

Siendo el mpox un «pariente» de la viruela humana, y dado que las vacunas contra la viruela humana protegen contra la mpox (al 79% según un estudio español)… ¿no debería lanzarse una enérgica campaña de vacunación mundial -o al menos, en las zonas endémicas- para inmunizar a la población?

Desde luego, esa es la clave. No en un país como el nuestro. Aquí no hace falta inmunizar a toda la población, sino como mucho a algunos sectores de riesgo. Pero hay que lanzar campañas con la vacuna específica para proteger la población de los países donde han estallado los casos de mpox, donde hay una mayor expansión de la enfermedad.

Y aquí quiero señalar un problema, un recordatorio, que a mi me tiene muy preocupado. Hace cuatro años, durante la pandemia de covid-19, dado el fuerte problema de salud pública mundial, se estableció cierto compromiso de que la Organización Mundial de la Salud se dotara de una central internacional de compra de vacunas, que era el Proyecto COVAX, para que las vacunas contra una enfermedad emergente o una pandemia llegaran a todos los países del mundo que lo precisaran.

Hay que intervenir contra los virus, y contra la pobreza.

Amós García en su despacho

Pero todo eso se quedó en proyecto. Aparecieron las vacunas de la covid, y los países desarrollados las acapararon, dejando casi nada para los países en vías de desarrollo. Y muchas de las vacunas compradas masivamente por los países ricos acabaron caducando, mientras la población de los países pobres seguía contagiándose y muriendo por la covid.

Este es un escenario trágico que yo honestamente espero que no se repita con la mpox. Porque es razonable que un país desarrollado como el nuestro tenga cierta reserva de vacunas contra la viruela por si aparecen brotes, pero donde son realmente necesarias -vuelvo a remarcarlo- es en los países en vías de desarrollo donde la mpox está haciendo estragos, fundamentalmente en África.

¿Hay en desarrollo vacunas específicas contra la mpox que mejoren la protección frente a las subvariantes emergentes? ¿Y antivirales para combatir al virus una vez se ha producido la infección?

Si, ambas cosas. Hay algunos antivirales y hay en desarrollo vacunas más eficaces. Pero con las vacunas que disponemos en estos momentos contra la mpox ya tenemos herramientas para atajar la transmisión. Pero este problema va a seguir agravándose si los países desarrollados no se hacen conscientes de que hay que intervenir allí donde se producen los contagios. Mientras no consigamos que la gente en los países empobrecidos tengan unas condiciones de vida y de salud dignas, difícilmente vamos a evitar que enfermedades de este tipo aparezcan y generen grandes olas epidémicas en el futuro. Hay que intervenir contra los virus, pero también contra la pobreza.