En su artículo «La Envidia de Goebbels», Fidel comenta que este fue «uno de los más repugnantes actos de agresión moral llevados a cabo contra nuestro país. El tema de la patria potestad es sumamente sensible. Fue un golpe bajo y repugnante». Dice que en 1960, «nuestra Revolución no había puesto obstáculo alguno a las salidas del país. Debía ser la obra voluntaria de un pueblo libre», y reclama que «Peter Pan» fue una maniobra de publicidad «cínica que habría sido envidiada por el propio Paul Joseph (Goebbels)», el ministro de propaganda de Nazi, figura clave en el régimen y amigo íntimo de Adolf Hitler.
«A lo largo de muchos años la Revolución ha facilitado la salida a alrededor de un millón de ersonas que en su mayoría se dirigieron a Estados Unidos, el país más rico, que estimula el robo de cerebros y el despojo de personas instruidas y fuerza de trabajo calificada» escribe Fidel, al tiempo que afirma que EE.UU. «no estaría en condiciones de hacer eso con ningún otro país de América Latina. ¿A quién podía favorecer la diabólica operación clandestina?, se pregunta. Relata también que la Agencia Central de Información estadounidense (CIA) no ha querido desclasificar cerca de 1500 documentos sobre esta maniobra, ni siquiera a petición de los propios niños, ya mayores, por «el pretexto de la seguridad nacional. Huele tan mal el asunto que no quieren destaparlo», sostiene el líder cubano.Después del triunfo de la Revolución, muchas fueron las acciones que desarrollaron contra Cuba los sectores políticos, sociales y religiosos desplazados del poder en estrecha conexión con empresarios de las grandes compañías norteamericanas también perjudicadas por las leyes revolucionarias y hasta con propio gobierno de Estados Unidos.Dentro de estas acciones se distingue por su crueldad y falta de sentimiento humano, la llamada Operación Peter Pan. Se trató de una de las más secretas acciones de subversión y guerra psicológica desarrolladas por la CIA. Las principales víctimas fueron indefensos niños y padres muchas veces engañados o hábilmente confundidos por falsos rumores, con fines desestabilizadores.La Operación Peter Pan se desarrolló para propiciar que los niños cubanos pudieran emigrar a los Estados Unidos y evadir el supuesto adoctrinamiento comunista.Para el moseñor Bryan O. Walsh (sacerdote de origen irlandés, principal ejecutor en coordinación con el gobierno de Estados Unidos y las jerarquías católicas de la Florida y Cuba, de la Operación Peter Pan), la Operación Peter Pan fue aquella que se diseñó para que los niños estuvieran por breve tiempo en Estados Unidos, regresando a Cuba después de triunfar una invasión como la de Bahía de Cochinos.Paralela a esta Operación existía el Programa de Niños Cubanos (The Cuban Children’s Program), para niños que, estando en Estados Unidos carecían del cariño y protección de sus padres.Uno de los apologistas de la Operación Peter Pan aseguró que esta debió su existencia al Programa para Ninños Cubanos, pues sin sus medios para cuidarlos, la idea de rescatarlos del comunismo y llevarlos para Estados Unidos hubiera sido imposible. Esto se demuestre en el hecho de que más de la mitad de los niños que fueron favorecidos con ese programa, fueron sacados de Cuba a través de la Operación Peter Pan.Decisivo resultó el apoyo recibido por importantes sectores de la Iglesia en Cuba, donde la jerarquía, la mayor parte del clero y de sus organizaciones laicas, lejos de apoyar la causa nacional, se aliaron incondicionalmente con la Iglesia norteamericana y el gobierno de ese país, incitaron y propiciaron la inmigración, defendieron los intereses de las clases privilegiadas, con las cuales venían asociadas desde el advenimiento de la república mediatizada, facilitando todo esto por la supremacía de un clero español y mayormente extranjero, heredado desde el período colonial y protegido por el gobierno intenventor norteamericano.De acuerdo con una de las versiones contadas por el padre Bryan O. Walsh a finales de 1960, directivos de la Cámara Americana de Comercio de la Habana se le acercaron con la noticia de que algunos amigos cubanos querían enviar a sus hijos hacia Estados Unidos, por el temor de que al estar involucrados en actividades contrarrevolucionarias, el goverano cubano tomara represalías contra ellos y como excusa le retirara la custodia de los hijos.