T-Systems es una multinacional alemana perteneciente al grupo alemán Deutsche Telekom que opera en tecnologías informáticas en más de 20 países, entre ellos España. De acuerdo con las investigaciones era la compañía que se iba a encargar del desarrollo de las aplicaciones informáticas que necesitaba el gobierno de Puigdemont para la “Cataluña independiente”.
Según la documentación incautada por la guardia Civil entre los correos de uno de sus directivos en España, Ignacio Martí, diez altos cargos de la policía autonómica catalana mantuvieron una reunión secreta con directivos de la tecnológica para desarrollar un DNI catalán y el software informático necesario para el funcionamiento de un “Estado independiente”, en temas como “la seguridad nacional o las agencias de inteligencia”.
Esa reunión ha sido descubierta por la Guardia Civil en el marco de las investigaciones que instruye el juzgado número 13 de Barcelona sobre las llamadas “estructuras de Estado” y la preparación del referéndum del 1-O.
El informe policial revela también que T-System participó en otras reuniones con altos cargos políticos de la Generalitat, entre ellos con el exconseller de Puigdemont Josep Rull, uno de los que se juzgan en el Tribunal Supremo, para tratar el desarrollo de otras aplicaciones de la futura “república independiente” como una “Agencia Tributaria”, la “Seguridad Social”, la “Justicia”, el control del “Censo electoral” y hasta un satélite de comunicaciones Cassatt propio.
La principal conclusión de este informe es que se considera probado, no ya la implicación de la cúpula de los Mossos y de altos cargos del Govern en la puesta en marcha de una estrategia clandestina destinada a desarrollar las estructuras de un “Estado independiente”, sino que los directivos de la multinacional alemana conocían perfectamente el plan independentista, se prestaron a diseñar sus estructuras informáticas y lo mantuvieron en secreto en vez de denunciarlo.
En el juicio que estos días se celebra en el Tribunal Supremo no se sienta ningún “padrino” de la intervención extranjera en el procés. Ni se pregunta por ellos. Pero “haberlos ahylos” desde Washington a Berlín.