“El Gobierno de coalición se desinfla y acusa el desgaste de la legislatura frente a una derecha en auge”. Así valoran casi todos los medios los resultados de la última encuesta sobre intención de voto del CIS.
¿Ha desaparecido, fruto del embate de la pandemia, la mayoría progresista que lo sostiene, o al menos ha perdido su ventaja? ¿Realmente el PP de Pablo Casado tiene a su alcance la posibilidad de aglutinar una mayoría de gobierno?
Los números son tozudos, y no se pueden retorcer. Algunos arguyen que por primera vez la suma de PP, Vox y Ciudadanos, con un 43,7% de los votos, supera a las fuerzas que componen el gobierno de coalición, PSOE y Unidas-Podemos, que se quedan en el 40,3%. Este “truco” numérico tiene dos severas grietas.
La primera es que la mayoría que sostiene al actual ejecutivo no se reduce a las fuerzas que componen el gobierno. Esta expresada en la llamada “mayoría de investidura”, a la que el CIS otorga el 50% de los votos, casi siete puntos más que el techo de apoyos a que puede aspirar el PP.
La segunda es que si Ciudadanos ha crecido, pasando del 6,8% al 10,5% de los votos, la mayor subida, es porque bajo la dirección de Inés Arrimadas se ha distanciado de la “foto de Colón” e incluso ha alcanzado acuerdos con el mismo gobierno al que PP y Vox tildan de ilegítimo.
Es cierto que el gobierno de coalición afronta un desgaste, pero éste es mínimo, en unas condiciones extremadamente críticas a causa de la pandemia. Desde las elecciones celebradas hace poco más de un año, solo se han dejado tres puntos de apoyo popular.
Y el PP y Vox, esa “derecha en auge” que algunos quieren presentarnos… siguen por debajo del voto cosechado el 10-N. El pasado noviembre el PP obtuvo el 20,8% de los votos, cifra que se ha reducido hasta el 19,2%. Mientras Vox ha pasado del 15,1% al 14%. La suma de ambos únicamente representa un 33,2% de los votos. Y no solo no pueden ganar más apoyos sino que fuerzas con las que antes contaban, como Ciudadanos, se distancian de su tóxica compañía.
Por mucho que quieran retorcerse, lo que las encuestas afirman es que la mayoría política y social sigue donde estaba: a favor de las fuerzas y las alternativas progresistas.