Cientos de ganaderos asturianos se concentraban el 18 de marzo frente a la Presidencia del Principado para criticar la «pésima gestión e inoperancia» de las políticas del Gobierno regional que «no ha sido capaz» de poner en marcha un plan que rentabilice las explotaciones asturianas, mientras se reducen los pagos de la PAC.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha impuesto una sanción de 88,2 millones impuesta a las industrias y operadoras de leche cruda por pactar el importe que pagarían a los ganaderos y por repartirse el mercado. Las multas han sido Danone (23,2 millones); Corporación Alimentaria Peñasanta (21,8); Lactalis (11,6); Nestlé (10,6); Puleva (10,2) y Pascual (8,5). Eran pactos para coordinar los precios de compra de leche y para la cesión de ganaderos entre las mismas grandes empresas, de hecho, habrían ganado entre 2000-2013 diez veces más que el importe de las multas.
Las multas a las grandes empresas de la industria láctea revelan la existencia, prolongada en el tiempo, de pactos secretos e impunes que las multinacionales del sector han mantenido de forma sistemática para bajar los precios de la leche y presionar a los mismos ganaderos. Como los propios sindicatos agrarios han denunciado las grandes distribuidoras no reciben ninguna multa e incluso estas multas podrían conseguir un efecto contrario a medio plazo para las explotaciones ganaderas.
No se sanciona a las grandes distribuidoras, que son quienes manipulan el precio de la leche de forma determinante. Los sindicatos agrarios temen que las industrias sancionadas traten de compensar el costo de esas multas con otro descenso del importe de la leche en origen.
A este saqueo se suma la aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC) que supone una doble imposición, una, la política agraria “europea” al servicio de los intereses de las grandes multinacionales de la alimentación y distribución, principalmente alemanas y francesas; dos, política al servicio de los monopolios españoles y extranjeros en nuestro país.«Ante el saqueo, defensa de nuestra soberanía económica y política. Hay que acabar con la destrucción de la producción agrícola y ganadera, deficitaria según nuestras necesidades nacionales, impuesta por las políticas de la Unión Europea»
Por ello, Asturias Ganadera convocó la manifestación del 18 de marzo frente al Gobierno Regional porque la situación generada con la nueva PAC y la política llevada desde el Principado no están impulsando el desarrollo rural sino lo contrario. Por ejemplo la desaparición de la cuota láctea, sin medidas alternativas que favorezcan la producción, es una ruina porque ahora los pequeños productores no pueden enfrentarse a las multinacionales.
Pero la lucha contra los recortes económicos también exige luchar contra los recortes democráticos. Asturias Ganadera denuncia que el Gobierno asturiano está impidiendo que haya presencia de animales en la manifestación para restar la vistosidad a la protesta que dio gran éxito a la anterior.
Igualmente la Unión de Uniones convocó otra manifestación en Madrid el 26 de marzo con asistencia de agricultores y ganaderos de toda España, bajo el lema «Por unos precios justos para el campo, por la rentabilidad de los sectores agrícolas y ganaderos», para denunciar los recortes a la agricultura en la aplicación estatal de la nueva PAC, además de la caída de precios en origen o el incremento de los costes de producción.. Dicha organización lleva recogidas 2.500 firmas para denunciar la aplicación estatal de la nueva PAC, en su campaña “La PAC para los agricultores y ganaderos, no para los absentistas”.
Hay que acabar con la destrucción de la producción agrícola y ganadera, deficitaria según nuestras necesidades nacionales, impuesta por las políticas de la Unión Europea para beneficio de las multinacionales europeas, que nos venden sus excedentes a bajo precio, por ejemplo Francia, incluso utilizando marcas españolas para ello. Sólo una política que desarrolle nuestra agricultura y ganadería basada en la defensa de la soberanía económica y política de nuestro país, sólo una política antimonopolio que impulse la producción, transformación y comercialización de los productos agrarios y ganaderos frente a los monopolios nacionales y extranjeros podremos parar el saqueo y los recortes.