Pero no consta que en anteriores convocatorias de huelga general la jerarquía eclesiástica sevillana se hubiera mostrado tan contundente al apoyar un paro general convocado por los sindicatos. El boletín de este mes de la Pastoral Obrera de la Archidiócesis no se anda por las ramas: «Apoyamos la convocatoria de huelga general del 29 de septiembre como un derecho de los trabajadores y como una medida justa y legítima para la defensa de los derechos y la dignidad de los trabajadores».
El texto no se limita a formular consideraciones genéricas de defensa de los más débiles, sino que levanta juicio sumarísimo contra la reforma romovida por el gobierno Zapatero: "Es la mayor agresión que han sufrido los derechos de los trabajadores en nuestra historia reciente". Y a continuación recuerda que "las sucesivas reformas laborales han ido recortando los derechos de los trabajadores: reducción de la contratación indefinida y fomento de la contratación temporal y a tiempo parcial; recortes en la prestación por desempleo; abaratamiento del despido al tiempo que se incrementaban las bonificaciones a empresas". (PÚBLICO) EL MUNDO.- El Gobierno volverá a subir la luz el próximo día 1 al menos un 3%, aunque la cuantía final dependerá de la evolución del mercado la próxima semana y de un último intento negociador de un gran pacto energético. Será la segunda subida del año tras la del 2,6% registrada en enero. El ministro de Industria no dio ayer detalles, pero sí dejó claro que no seguirá esperando ya mucho tiempo. «Queremos este diálogo con todas las fuerzas políticas (…) pero el diálogo tiene que acabar pronto, porque el tiempo se nos ha acabado y ha llegado la hora de tomar decisiones». La decisión es subir las tarifas el próximo día 1 de octubre. EL PAÍS.- Nuestra economía no es solo la que tiene el más abultado desequilibrio, sino que también tiene la mayor proporción de jóvenes en paro. Una descapitalización inquietante que no puede compensarse si no es procurando que vuelva la confianza a la economía española y, desde luego, la demanda. De poco vale exhibir ahora esa voluntad reformista del converso de la que hace gala el jefe del Gobierno, si su credibilidad es poca y -en cualquier caso- las posibilidades de crecimiento, motor del empleo, son muy reducidas. 29-S. Público La Archidiócesis de Sevilla llama a secundar la huelga general Antonio Avendaño No es la primera vez que desde la Archidiócesis de Sevilla se muestra simpatía con la causa de los trabajadores, pero no consta que en anteriores convocatorias de huelga general la jerarquía eclesiástica sevillana se hubiera mostrado tan contundente al apoyar un paro general convocado por los sindicatos. El boletín de este mes de la Pastoral Obrera de la Archidiócesis no se anda por las ramas: "Apoyamos la convocatoria de huelga general del 29 de septiembre como un derecho de los trabajadores y como una medida justa y legítima para la defensa de los derechos y la dignidad de los trabajadores". Para el anónimo redactor de la publicación oficial de la Archidiócesis, que ostenta monseñor Juan José Asenjo, "oponerse a la reforma laboral es una cuestión de dignidad" porque dicha legislación "tiene un marcado carácter idolátrico, ya que nace y responde a un contexto en el que la economía de mercado se ha convertido en un absoluto que invade todos los campos de la existencia humana". Pero el texto no se limita a formular consideraciones genéricas de defensa de los más débiles, sino que levanta juicio sumarísimo contra la reforma promovida por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: "Es la mayor agresión que han sufrido los derechos de los trabajadores en nuestra historia reciente". Y a continuación recuerda que "las sucesivas reformas laborales han ido recortando los derechos de los trabajadores: reducción de la contratación indefinida y fomento de la contratación temporal y a tiempo parcial; recortes en la prestación por desempleo; abaratamiento del despido al tiempo que se incrementaban las bonificaciones a empresas". En otro párrafo del texto se razona, con terminología estrictamente sindical, que "la reforma actual va más lejos ampliando las causas del despido, que será más barato y subvencionado y limitando la aplicación de los derechos laborales de los convenios". En la última convocatoria de huelga general, que tuvo lugar en el año 2002 bajo el Gobierno conservador de José María Aznar, el entonces arzobispo de Sevilla no ocultaba que sus simpatías estaban con los trabajadores, en particular con los jornaleros andaluces, cuyos derechos se proponía recortar el Ejecutivo. En una entrevista concedida a un periódico nacional, monseñor Amigo Vallejo argumentaba lo siguiente: "La huelga es un derecho democrático y como tal debe respetarse. Ya sé que una huelga general tiene un componente político de desgaste del Gobierno, pero, por la información que tenemos a través de los sindicatos, hay razones fundadas para hacerla. Yo no veo que esta huelga sea injusta". PÚBLICO. 16-9-2010 Economía. El Mundo El gobierno subirá otra vez la luz el día 1 Carlos Segovia El Gobierno volverá a subir la luz el próximo día 1 al menos un 3%, aunque la cuantía final dependerá de la evolución del mercado la próxima semana y de un último intento negociador de un gran pacto energético con el Partido Popular y otros grupos políticos, según ha podido saber EL MUNDO. Será la segunda subida del año tras la del 2,6% registrada en enero. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, no dio ayer detalles, pero sí dejó claro en la sesión de control del Congreso de los Diputados que no seguirá esperando ya mucho tiempo. «Queremos este diálogo con todas las fuerzas políticas (…) pero el diálogo tiene que acabar pronto, porque el tiempo se nos ha acabado y ha llegado la hora de tomar decisiones». La decisión es subir las tarifas el próximo día 1 de octubre con el objetivo oficial de intentar atenuar que siga disparándose el llamado déficit tarifario, que es el reflejo de que el recibo de la luz no corresponde al coste real del servicio. El Gobierno ya pretendía subir la tarifa el pasado 1 de julio, pero Sebastián alcanzó un acuerdo con el coordinador económico del Partido Popular, Cristóbal Montoro, para negociar una amplia reforma del sector energético en España. A cambio, Montoro reclamó una congelación de la tarifa, a lo que Sebastián accedió con respaldo del presidente del Gobierno. El sector eléctrico exige una subida para poder cuadrar sus balances de 2010 y el Gobierno está dispuesto a dar un paso adelante, pero la subida supondrá el fin del intento de pacto energético con el PP. «El Gobierno está amenazando una subida de tarifas que no compartimos», afirmó ayer Montoro a Europa Press, aunque matizó que el PP no romperá las negociaciones hasta conocer los planes del Ejecutivo. Según afirmó ayer Sebastián «los objetivos del Gobierno son tres: la sostenibilidad, la competitividad y la seguridad de suministro. ¿Qué es lo que ocurre? Que estos objetivos a veces son contradictorios entre sí; lo que es bueno para la seguridad del suministro a veces no es tan bueno para el medio ambiente, lo que es bueno para el medio ambiente a veces no es tan bueno para la competitividad porque es costoso a corto plazo, y así sucesivamente». «Por eso estos objetivos requieren de una gran capacidad de diálogo con todos los sectores afectados, incluyendo la industria y a los consumidores, no solamente al sector energético, y con todas las fuerzas políticas», agregó. El ministro se mostró dispuesto a acometer el último intento negociador «con prudencia y discreción, porque este es un tema que mueve en el mercado muchos miles de millones de euros». Así se expresó a preguntas del diputado del PNV, Pedro Azpiazu, que se mostró abierto a negociar. La cuestión es si Sebastián podrá pactar el incremento de tarifas. Parece inevitable la subida de la llamada Tarifa de Último Recurso (TUR), que es la que afecta a la mayoría de hogares y pequeñas y medianas empresas, pero, según el PP, se debe seguir congelando los llamados peajes de acceso a la red, lo que el Ministerio de Industria considera difícil de desligar. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, instó también ayer personalmente a Montoro a cerrar el pacto energético como una de las grandes reformas económicas que necesita el país. «El Gobierno se ha comprometido a eliminar el déficit tarifario», recalcó Salgado. Pero apuntó que, mediante un pacto de Estado, es posible conseguir reducir los costes energéticos de manera que el precio de la luz en el futuro sea más asequible. «El pacto servirá para que nuestras empresas puedan tener la energía a precios más competitivos, a precios más europeos», afirmó la vicepresidenta, en alusión a que las industrias españolas se quejan de que pagan actualmente como media hasta un 17% más que en otros países de la UE. EL MUNDO. 16-9-2010 Editorial. El País Oscuro horizonte La revisión de las previsiones económicas que ha hecho la Comisión Europea mejora las difundidas el pasado mayo para el conjunto de la región, y de forma particular las de la eurozona, a la que se vaticina un crecimiento de casi el doble de lo previsto, pero los augurios sobre España siguen siendo sombríos. Liderada por el muy buen comportamiento de la economía alemana en el segundo trimestre de este año, y la presunción de que la capacidad competitiva de sus empresas va a encontrar demanda exterior para seguir alimentando un crecimiento espectacular respecto de 2009, el agregado de las economías que comparten moneda se prevé que pueda crecer ahora un 1,7% en el conjunto del año, frente al 0,9% anticipado en mayo. Con algo más de optimismo que otras instituciones multilaterales, la Comisión revisa al alza el crecimiento esperado para este año de todas las economías, pero es la española la que lo hace en la menor magnitud. La contracción que anticipaba en mayo en el producto interior bruto español, del 0,4%, se sitúa ahora en el 0,3%. Se trata de una revisión poco menos que testimonial a tenor de lo que ocurre en el resto de Europa y, en todo caso, muy poco representativa de lo que va a ocurrir con el principal desequilibrio de la economía española, el desempleo. Aferrarse a esas variaciones estimadas o reales del PIB es poco útil si el paro sigue resistiendo a la baja o incluso con posibilidades de registrar todavía algún ascenso. Como ha podido verificar Rodríguez Zapatero en la reunión conjunta en Noruega de la OIT y el FMI, nuestra economía no es solo la que tiene el más abultado desequilibrio, sino que también tiene la mayor proporción de jóvenes en paro. Una descapitalización inquietante que no puede compensarse si no es procurando que vuelva la confianza a la economía española y, desde luego, la demanda. De poco vale exhibir ahora esa voluntad reformista del converso de la que hace gala el jefe del Gobierno, si su credibilidad es poca y -en cualquier caso- las posibilidades de crecimiento, motor del empleo, son muy reducidas. España necesita inversión que haga posible esa diversificación que ha estado olvidada en la última década, con independencia de quien haya tenido la responsabilidad de la política económica. De lo contrario, nos espera un dilatado horizonte de crecimiento muy débil. EL PAÍS. 16-9-2010