«La iniciativa de Evo Morales y Hugo Chávez, presentada a la cumbre del Grupo de Río —integrada por presidentes latinoamericanos y del Caribe— que hoy culmina en la Rivera Maya en México, de crear una nueva Organización de Estados Americanos (OEA) «sin el norte, sin el imperio, sin Estados Unidos y Canadá», representa un paso indispensable para liberarse de la dependencia norteamericana».
Ahora que EEUU está aumentando su resencia militar en el continente, urge desarrollar una fuerte política latinoamericana creando no solamente una nueva OEA sin “ajenos” sino un dinámico Consejo Sudamericano de Defensa para proteger sus recursos naturales y su territorio, e impulsar más el Banco del Sur para hacer realidad una moneda regional (EL DIARIO DE NUEVA YORK) PÁGINA 12.- La iniciativa de crear el nuevo organismo parecía contar con el apoyo de una buena parte de los presidentes que venían a la cumbre; algunos además mostraban un visible entusiasmo: Bolivia y Venezuela –sobre todo–, pero también México y Brasil. El secretariado general de ese organismo –por ahora Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños– ya cuenta con un candidato de muchísimo peso para ejercer el cargo: nada menos que Lula. Como el presidente brasileño finalizará su mandato el 1º de enero de 2011, su nombre ya ha sido propuesto por el mexicano Calderón y por el venezolano Hugo Chávez EXCELSIOR.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado a los países de la región a tener más representatividad en los intereses globales ante la falta de credibilidad de la Organización de Naciones Unidas (ONU). El brasileño aseguró que no se debe ser pesimista sobre las cumbres, así como sobre la creación de la nueva entidad constituida en el continente sin la presencia de Estados Unidos y Canadá: “La creación de esta nueva comunidad me motiva, no existe razón alguna para que seamos pesimistas”. EEUU. El Diario-La Prensa de Nueva York El cadáver llamado ‘OEA’ debe ser enterrado Vicky Peláez El mundo global neoliberal tiene cada vez más fisuras, especialmente visibles en América Latina, la misma que está en proceso de retomar su destino terminando con la hegemonía de los Estados Unidos para enrumbar su camino hacia lo colectivo y solidario como única forma de superar el neoliberalismo y recuperarse con fuerzas propias de la depresión que el modelo engendró. La iniciativa de Evo Morales y Hugo Chávez, presentada a la cumbre del Grupo de Río —integrada por presidentes latinoamericanos y del Caribe— que hoy culmina en la Rivera Maya en México, de crear una nueva Organización de Estados Americanos (OEA) “sin el norte, sin el imperio, sin Estados Unidos y Canadá”, representa un paso indispensable para liberarse de la dependencia norteamericana. Desde hace tiempo la OEA es cadáver político, admitido no solamente por sectores progresistas, sino por los mismos ‘halcones neoliberales’. Uno de sus intelectuales, el novelista Mario Vargas Llosa escribió el 2000 que “la OEA ha sido una organización perfectamente inútil, incapaz de contribuir en lo más mínimo para preservar y promover la democracia y derechos humanos en el Continente”. Lo que calló Vargas, fue que la OEA no fue creada en 1948 para “promover democracia” sino para preservar los intereses geoeconómicos de los EE.UU. en América Latina. Este organismo, a pesar de ser “una comparsa decorativa” en términos de Vargas Llosa, ha ido cumpliendo a cabalidad su rol de brazo jurídico político de su mentor y mantener al Continente como “patio trasero” del Gran Patrón. La OEA en realidad no comenzó en 1948 sino en 1889 cuando el gobierno norteamericano convocó la primera conferencia de la Asociación Internacional de las Repúblicas Americanas que en 1910 se convirtió en la Unión Panamericana (UP) bajo control de Estados Unidos. Desde 1899 hasta 1946 su Director General había sido siempre un norteamericano. Recién en 1946 y 1947 este cargo lo desempeñó primero, un mexicano – Pedro de Alva y después un colombiano – Alberto Lleras Camargo, ambos incondicionales de Norteamérica. Al inicio de la Guerra Fría, Estados Unidos decidió rebautizar la UP y convertirla en OEA para asegurar su dominio y “luchar contra la expansión comunista en el continente”. Así la OEA no dijo nada cuando la CIA dio un golpe de Estado en Guatemala en 1954 derrocando a Jacobo Arbenz. Siempre apoyó la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua. En 1962 expulsó a Cuba de su seno. En 1965 avaló la invasión norteamericana a República Dominicana y contempló silenciosamente los golpes de Estado en Brasil, Uruguay, Chile y Argentina . Esta lista puede ser infinita mostrando el verdadero rostro de la OEA durante el golpe de Estado en Venezuela en 2002, intentos de golpe en Bolivia en 2009 y por supuesto, su ‘ineficiencia’ en el reciente golpe a Manuel Zelaya en Honduras. Ahora que EEUU está aumentando su presencia militar en el continente, urge desarrollar una fuerte política latinoamericana creando no solamente una nueva OEA sin “ajenos” sino un dinámico Consejo Sudamericano de Defensa para proteger sus recursos naturales y su territorio, e impulsar más el Banco del Sur para hacer realidad una moneda regional. Con esto no hay pierde. EL DIARIO-LA PRENSA DE NEW YORK. 23-2-2010 Argentina. Página 12 La idea de una OEA sin gringos Martín Piqué La mayoría de los países que llegaron hasta este lugar paradisíaco del sur de México lo habían hecho con un objetivo: conformar un nuevo organismo de integración política y económica que incluyera exclusivamente a América latina y el Caribe. De allí la referencia a “una OEA paralela”. La organización continental, se sabe, contiene en su seno a Estados Unidos y Canadá. La iniciativa de crear el nuevo organismo parecía contar con el apoyo de una buena parte de los presidentes que venían a la cumbre; algunos además mostraban un visible entusiasmo: Bolivia y Venezuela –sobre todo–, pero también México y Brasil. Aunque hubo resistencias, algunas algo solapadas. Sin embargo, y a pesar de los matices, las treinta y dos naciones participantes de la cumbre de la Unidad de América latina y el Caribe aprobaron la constitución de un nuevo organismo, que por ahora lleva por nombre Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. De aquí en adelante, la flamante Comunidad fusionará dentro de sí las cumbres que hasta ahora eran organizadas por el Grupo de Río –espacio de resolución de diferendos creado a partir de los enfrentamientos internos en Centroamérica– y la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC). Anfitrión de esta cumbre, el mexicano Felipe Calderón había anticipado el objetivo de máxima a poco de comenzar las sesiones. “La meta es la construcción de una nueva institucionalidad. Queremos crear un mecanismo que una y organice a todos los países integrantes de América latina y el Caribe sin excepción”, avisó el lunes a la noche. El primer capítulo en la vida de la nueva organización tendrá lugar en julio de 2011 en Caracas, Venezuela –país que celebrará su bicentenario el año próximo–, en una nueva cumbre que volverá a reunir a América latina y el Caribe. El secretariado general de ese organismo –por ahora Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños– ya cuenta con un candidato de muchísimo peso para ejercer el cargo: nada menos que Lula. Como el presidente brasileño finalizará su mandato el 1º de enero de 2011, su nombre ya ha sido propuesto por el mexicano Calderón y por el venezolano Hugo Chávez. Anoche, en una conferencia de prensa junto con Lula, Calderón expresó su deseo de seguir compartiendo espacios de debate y foros diplomáticos con el líder del PT. Una excepción a este clima de unidad que prevaleció en la cumbre fue el nuevo choque que protagonizaron Chávez y el colombiano Alvaro Uribe. Tras denunciar un supuesto bloqueo comercial por parte de Venezuela –un tema que no estaba en la agenda–, Uribe se trenzó en una dura pelea con el bolivariano. “Sea varón. Usted es valiente para insultar en la distancia y cobarde para hablar de frente”, le dijo a Chávez. La respuesta fue corta: “Vete al carajo”, soltó Chávez. Sucedió el lunes a la tarde. Ayer, el propio Chávez atribuyó la pelea a una supuesta intención de Uribe de generar cortocircuitos con el objeto de complicar el avance de la OEA paralela. “Si le sirvió como catarsis al presidente Uribe, pues bienvenida la pelea; pues ha estado expuesto a muchas presiones”, ironizó Chávez. El contrapunto se convirtió en la comidilla de la cumbre. Tanto el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, como el boliviano Evo Morales atribuyeron el incidente a la búsqueda de entorpecer el surgimiento de la organización que pretende reemplazar a la OEA. La cuestión promete ser conflictiva. PÁGINA 12. 24-2-2010 México. Excelsior Nace bloque sin tutela de EEUU Georgina Olson El presidente Felipe Calderón anunció ayer la creación de un nuevo organismo que recibirá el nombre de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, organismo que agrupa a todas las naciones de la región, sin la presencia de Estados Unidos y Canadá. Los mandatarios reunidos durante dos días en el Caribe mexicano aprobaron un total de diez declaraciones entre las que destaca la puesta en marcha del nuevo foro “como un espacio regional propio que una a todos los Estados”, explicó el presidente Calderón. La intención de los participantes es que esta entidad, en la que se pondrán a trabajar para que esté conformada en las cumbres de Venezuela (2011) o Chile (2012), asuma el “patrimonio” del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC). Calderón afirmó que “en tanto no culmine el proceso de constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños” se mantendrán el Grupo de Río y la CALC de forma unificada con sus respectivos métodos de trabajo, prácticas y procedimientos a fin de asegurar el cumplimiento de sus mandatos. En el evento donde estaban reunidos los mandatarios de los 24 países, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, destacó que para que esta organización tenga éxito será fundamental el respeto a la diversidad de ideologías que están presentes en la región: “Somos diversos, nuestra única posibilidad de unirnos es respetando esa diversidad, fortalezcamos nuestras democracias, protejamos a nuestra gente, seamos más inclusivos, estrechemos nuestro comercio para no vivir de espaldas entre nosotros”, aseveró. Por su parte, Raúl Castro afirmó que la creación de esta nueva organización es de una trascendencia histórica y que no existe ninguna razón para que América Latina no cuente con su propia entidad de concertación política, de coordinación económica, como la que tienen Europa o Asia. Castro recordó que a lo largo del próximo año se debatirán los estatutos de esta nueva organización, los cuales deberán estar listos en Caracas el año entrante cuando se celebre la próxima cumbre de la Unidad. “Consideramos conveniente realizar esfuerzos para definir con prontitud sus estatutos y forma de operación, de manera tal que en ellos se recojan los intereses colectivos hacia una mayor integración y unidad de nuestra región” dijo. Expuso que ser una nación independiente será la condición imprescindible para formar parte del nuevo organismo y coincidió con Bachelet en que “deberá caracterizarse por el respeto a la diversidad cultural, a las distintas dimensiones geográficas y económicas, al sistema político que cada país adopte a la disparidad en riquezas naturales y al diferente desarrollo social”. A su vez, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado a los países de la región a tener más representatividad en los intereses globales ante la falta de credibilidad de la Organización de Naciones Unidas (ONU). El brasileño aseguró que no se debe ser pesimista sobre las cumbres, así como sobre la creación de la nueva entidad constituida en el continente sin la presencia de Estados Unidos y Canadá: “La creación de esta nueva comunidad me motiva, no existe razón alguna para que seamos pesimistas”, indicó. EXCELSIOR. 24-2-2010