Las palabras han sido pervertidas para manipular la realidad. Una huelga general que se impone contra la voluntad de los trabajadores, y en la que la mayoría acude a trabajar, ni es huelga ni es general.
Hemos vivido hoy esta falsificación con la inexistente huelga general en la universidad catalana, convocada por por el Sindicat d´Estudiants dels Païssos Catalans para protestar contra la sentencia del “juicio al procés”.
La propia Secretaria de Universitats de la Generalitat de Torra ha anunciado que en la Universitat de Barcelona las clases se han desarrollado con normalidad. Lo mismo ha sucedido en la Autónoma.Y esa ha sido la tónica en todas las universidades catalanas.
Un paseo por cualquier universidad catalana permitía ver clases llenas o casi llenas. Llamar a eso “huelga general” es una estafa.
El único centro que sí ha parado ha sido la Pompeu Fabra… Porque un pequeño grupo ha bloqueado con barricadas las entradas. Es el mismo democrático comportamiento de los miembros de los CDR que bloquearon autopistas y vías férreas el domingo para impedir a quienes querían acudir a la manifestación contra el procés.
Con este panorama uno entiende porque los organizadores de la huelga exigen a las autoridades universitarias que cierren los centros y suspendan las clases. El éxito de su huelga no vendrá del apoyo de los estudiantes… sino de que el patrón decida cerrar la fábrica.
Este tipo de falsos huelguistas se parecen demasiado a los esquiroles.