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La Deuda Pública alcanza su máximo histórico

La Deuda Pública de España ha alcanzado los 1,311 billones de euros. Un 117,1% del Producto Interior Bruto (PIB) anual.  

Durante 2020 creció en 122.439 millones debido en buen parte a la crisis sanitaria y económica. Ahora bien, esto no hubiera supuesto un problema tan grave si no lloviera sobre mojado. La montaña total de Deuda acumulada es realmente diez veces mayor que todo el endeudamiento del pasado año. Por lo que es evidente que no se explica sólo por efecto de la Pandemia. 

¿Es que no hay otro camino que el de la Deuda? ¿No se produce suficiente riqueza en España para que vía impuestos se financien los Presupuestos públicos?

Toda esa Deuda, tarde o temprano la tendremos que pagar, y ya sabemos que eso supondrá recortes y más recortes para la mayoría … 

Las previsiones son que la Deuda Pública seguirá creciendo los próximos años y llegará a niveles que no se veían desde 1902, cuando superó el 123% del PIB. 

Entonces, el ministro de Hacienda tuvo que convertir la Deuda en Perpetua para reducir el pago de intereses e imponer duros ajustes para que que el Estado obtuviera superávit en los presupuestos durante una década hasta sanear las finanzas.

Los técnicos de la Comisión Europea estiman que al final de esta década, el endeudamiento público español respecto del PIB se situará en el 141,2%. 

Ahora el control fiscal de la Unión Europea se ha relajado permitiendo un mayor déficit en los presupuestos de cada país para paliar la Pandemia. Pero será temporal. Un documento de la UE ya prevé que España y otros países “requieren un ajuste fiscal significativo para lograr el objetivo de deuda del 60% del PIB en el medio plazo». La exigencia de rebajar la Deuda española a ese 60% del PIB supondrá un plan de ajustes (de recortes e incremento de impuestos) de cuanto mínimo -50.000 millones anuales durante una década. 

A esto se suma el problema del pago de los intereses de la Deuda. Los actuales niveles de endeudamiento ya suponen una sangría para el presupuesto del Estado porque el pago de intereses se come cada año el 2% del PIB. Y mientras que el Banco Central Europeo siga apoyando a la deuda soberana con los vastos programas de compras de bonos públicos, la carga financiera aún estará contenida, pero se corre el riesgo de que cuando acabe ese programa de compras del BCE los intereses se disparen devorando una mayor porción de los presupuestos del Estado.

Sí hay dinero

Hay otro camino: recurrir al dinero que hay en el país, en lugar de continuar endeudándose esperando el dinero que llegará de Europa.

Está el dinero de la Banca y de los grandes grupos y monopolios del Ibex 35, los miles de millones de beneficios, los dividendos, la devolución del rescate bancario…

Si la recaudación fiscal se aplicara a este sector al mismo tipo que a los particulares o las Pymes y autónomos, cuadrarían las finanzas públicas haciendo innecesario el endeudamiento.

 En el cuadro 2 aparece el beneficio real de los seis grandes bancos. A los beneficios netos, tras impuestos, hay que sumarle el dinero apartado para provisiones: como debido a la crisis aumenta el riesgo de cobro de sus créditos, el Estado les pide que guarden (provisionen) parte de sus ganancias para cubrir posibles impagos. Pero son realmente beneficios del año acabado. 

Así que considerando todas sus ganancias, pagan de impuesto de sociedades este año solo un 5,60%: la cuarta parte que un autónomo, la quinta parte que una empresa industrial o una Pyme, y un tercio o menos (según salario) de lo que a cualquier trabajador le descuenta el Estado de su nómina.

Y aún hay más fondos. Las 35 mayores compañías del IBEX repartirán millones de euros en concepto de dividendos a las principales familias de la oligarquía y grupos financieros propietarios.

Solo la gran banca española repartirá 1.111,2 millones de euros por rendimiento de  acciones. Banco Santander (456,9 millones), BBVA (394,3), CaixaBank (216,0) y Bankinter (44,9). 

Se podría exigir que en una situación tan excepcional como esta crisis no hubiera dividendo y se entregara al Estado como un préstamo sin intereses por ejemplo. 

No puede ser que el resto del país esté sufriendo y sacrificándose mientras a los bancos españoles no se les exija nada especial. Recordemos que ya retribuyeron a sus accionistas con 45.000 millones de euros entre 2014 y 2020.

Y para cuadrar las cuentas públicas aún queda la fuente de la evasión fiscal y la de exigir la devolución del rescate bancario. Los 66.000 millones de euros entregados para salvar de la quiebra a la Banca. Un dinero sobre el que hay que fijar plazos para su reintegro. Y acelerar la recuperación en este momento tan duro de la crisis por la Pandemia.

Que un estado se endeude controladamente puede ser un camino si se utiliza ese dinero en una inversión que aumente la riqueza producida más allá del coste de la Deuda. Pero a lo que asistimos en España es a una forma de saqueo por los grandes grupos financieros extranjeros y nacionales que se enriquecen como rentistas del Estado, elevando la Deuda a unos niveles insostenibles. La riqueza generada en el país es suficiente para financiar los Presupuestos públicos sin déficit, si se cobrasen los impuestos de manera proporcional.