Daniel López Acuña, Epidemiólogo y ex directivo de la OMS

“La desescalada es demasiado rápida, hay que restringir la interacción social”

Desde que comenzó la pandemia, el epidemiólogo Daniel López Acuña se ha convertido en uno de los expertos más consultados en los programas de televisión. Ante la quinta ola, se muestra preocupado. “Es necesario volver a implantar medidas que restrinjan la interacción social, hacer cribados y aislar positivos asintomáticos”, asegura

Los datos de contagios en nuestro país se están incrementando a niveles preocupantes, con una incidencia acumulada a 14 días de 204,6 por cada 100.000 habitantes. A pesar de que más del 40% de los ciudadanos ya cuenta con la pauta completa de vacunación, la eliminación de restricciones como el uso de mascarillas en exteriores, la reapertura del ocio nocturno, el turismo y la variante Delta, podrían estar detrás de este incremento.

Entrevistamos a Daniel López Acuña, licenciado en Medicina, Doctor en Salud Pública y exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS. Nacido en México, hijo de un emigrante asturiano, actualmente reside en Gijón, se dedica a hacer divulgación sobre el virus, mantiene una labor de asesoría independiente y es profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública en Granada.

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Los datos de aumento de contagios son preocupantes. ¿Se está haciendo otra vez la desescalada demasiado rápido?

Sí, absolutamente. Hemos cometido el error de tomar, prematuramente, medidas de desescalada y de ser excesivamente permisivos desde que se interrumpió el Estado de Alarma. Los dos últimos meses hemos ido levantando toques de queda, abriendo el ocio nocturno, relajando las interacciones sociales, permitiendo eventos masivos, sin interrumpir, con suficiente contundencia, las concentraciones o aglomeraciones en espacios abiertos, quitando el uso obligatorio de la mascarilla… La suma de esas medidas nos ha llevado a un cóctel que actúa de una manera muy desfavorable en el grupo de población que más interactúa socialmente, que lo está haciendo de manera más desprotegida y el cual no está protegido por la vacunación, los jóvenes. Como consecuencia, tenemos esta incidencia de más de 700 en el grupo de 12 a 19 años y más de 900 en el grupo de 20 a 29. También estamos observando un incremento en el grupo de 30 a 39 años y de 40 a 49, aunque en menor rango.

Las personas jóvenes no están solo sujetas necesariamente a episodios leves, sino que pueden tener severidad. Está incrementándose el uso de camas hospitalarias en pacientes covid más jóvenes. Además, las variantes surgen cuando el virus muta y el virus tiene más probabilidad de mutar cuantos más contagios hay. Mientras más alta es la incidencia, más riesgo de nuevas variantes.

¿Qué características tiene esta quinta ola?

La ola se concentra mayoritariamente en jóvenes pero no es exclusivamente de jóvenes. Es una ola menos mortal y menos severa en términos de hospitalización, no vamos a tener la misma magnitud de presión asistencial en las UCIs ni de fallecimientos porque tenemos a la población mayor más protegida por la vacuna, pero por ello no hay que tomársela en serio o no actuar con contundencia, esto no significa que no se vaya a saturar la atención primaria o que no se vaya a incrementar la ocupación hospitalaria.

“Mientras más alta es la incidencia, hay más riesgo de que surjan nuevas variantes del virus.”

Y, por supuesto, el riesgo de contagio de las personas que no tienen sus pautas completas es grande, todavía tenemos un 40% de personas de 60 a 69 años sin estar vacunadas con pauta completa, y un 60% de personas de 40 a 49 años que tampoco tienen la pauta. Como puede verse, esto es una combinación explosiva que nos ha llevado a ser el único país de la Unión Europea, junto con Portugal, en alerta, con consecuencias negativas para el turismo. Francia ha recomendado no viajar a España.

¿Qué le parecen las decisiones que está tomando el Gobierno y las medidas de las CCAA? ¿Qué medidas son necesarias para revertir la situación?

Hay Comunidades Autónomas que están yendo en la dirección correcta al volver a cerrar el ocio nocturno, al plantearles a los tribunales superiores que se reactive el toque de queda y el uso obligatorio de la mascarilla. Hay que volver a medidas restrictivas, lo cual no significa que sea un retroceso, son las acciones necesarias para poder hacer frente a una incidencia que ha repuntado notablemente. En estos momentos las medidas fundamentales tienen que ser de salud pública para frenar el contagio, hay que restringir la interacción social, hacer cribados focalizados y aislar positivos asintomáticos.

Adelantar la vacunación de los jóvenes no nos resuelve el problema a corto plazo, por más que les vacunemos ahora no tendremos efecto hasta dentro de mes o mes y medio, hasta que se completen las dos dosis y se inmunice. No podemos pensar que vacunar a los jóvenes ahora nos detiene la transmisión, lo hace a largo plazo, de cara al nuevo curso escolar. Mientras se avanza en la vacunación general y en la de los jóvenes, hay que tomar medidas como las que están tomando algunas Comunidades Autónomas y actuar con contundencia para evitar contagios. El Gobierno Central está dejando que las Autonomías actúen, yo creo que hace falta más liderazgo para plantear medidas más contundentes y uniformes para todo el país. No podemos estar con la permisividad de eventos masivos, y pensar en seguir sin usar la mascarilla cuando estamos teniendo unos niveles de contagio así.

El gobierno de la Comunidad Valenciana ha solicitado el aval de la Justicia para imponer el toque de queda en las zonas con más contagios, ¿Qué le parece, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones, que la justicia pueda rechazar las medidas propuestas por los gobiernos y las autoridades sanitarias?

A mí me parece bastante absurdo que tengamos que ir al grado de judicialización al que hemos llegado para avanzar en la toma de decisiones sanitarias. Hemos convertido a la instancia judicial en la que arbitra la pertinencia o no de las medidas sanitarias. Esto es un error social. La Justicia está para determinar si algo es legal o ilegal, pero no para determinar si es apropiado o no desde un punto de vista sanitario. El gran problema es que, actualmente, estamos sujetos a esa judicialización y cuando una Comunidad quiere ir más allá con medidas como el toque de queda, no le queda más remedio que llevarlas a cabo y esperar a que las revierta un juez o un tribunal superior de justicia o buscar el apoyo del tribunal para llevar a cabo esta medida.

“El surgimiento de nuevas variantes del covid nos puede hacer necesitar una segunda fase de inmunización”.

Hay una nueva variante, la Delta. ¿Por qué es tan preocupante que se extienda? ¿En qué medida las vacunas son eficaces frente a ella?

Es preocupante porque la variante es entre un 40%- 60% más contagiosa, está comprobado que produce contagios aún en personas vacunadas con solo una dosis y es más proclive a eludir la eficacia de las vacunas.

Algunos profesionales y epidemiólogos advierten que vacunar al 70% puede no ser suficiente para lograr la inmunidad de grupo.

Estoy de acuerdo. La inmunidad de grupo no tiene una cifra absoluta, oscila y depende del tipo de virus y enfermedad. Podemos estar ante una situación en la que no sea suficiente el 70% de población vacunada, sino que se necesite un porcentaje mayor. Esto también depende de si hay estabilidad o no en las variantes del virus, si surgen variantes más resistentes a las vacunas y con más agresividad, el 70% de la población vacunada no basta.

Si surgen nuevas variantes habrá que hacer nuevas combinaciones de la información genética de las nuevas variantes para la producción de nuevos lotes de vacunas. Lo cual nos puede llevar a tener una segunda fase de inmunización, pero todo depende de la duración de la inmunidad y de la variación de estos nuevos tipos de virus.

Si la inmunidad del 70% no fuera suficiente, ¿seguirá habiendo contagios a raíz de las personas sin vacunar?

Sí. No vamos a detener la transmisión únicamente vacunando al 70%. Tenemos que mantener medidas de protección, medidas efectivas para poder tener una situación protegida donde no tengamos un disparo de contagios. No sabemos cuándo podremos acabar definitivamente con el covid.

La vacuna española más adelantada, la del equipo de Mariano Esteban y Juan García Arriaza, podría estar a finales de año. ¿Cómo la valora?

Me parece muy bien que sigamos trabajando en las vacunas. La prueba de fuego de todas las vacunas es contar con los ensayos de Fase III, que muestran seguridad y eficacia. Lo importante es lograr tener los expedientes completos para su aprobación en términos de seguridad y eficacia ante la Agencia Europea del Medicamento.